Capítulo Dos

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Me dirigí angustiado hacia la salida, todas mis esperanzas de encontrarme al chico nuevo habían desaparecido, nunca debí venir a esta fiesta.
Salí con la cabeza gacha en dirección a mi coche, cuando una cálida mano se detuvo en mi espalda.

- ¿Tan temprano que te vas, señor Adachi? - Preguntó aquella persona imposible de confundir. Jung WooSeok.
- ¿No serás tú el que llega muy tarde a las fiestas, señor Seok? - Respondí tratando de contener una adorable sonrisa.
- Hey, ¿Cómo sabes mi nombre? - Añadió curioso.
- Me lo han dicho... ¿Y tú cómo sabes el mío? - Afirmé sonriendo.
- Toda la Universidad me ha hablado acerca de ti, es imposible no conocer tu nombre, Adachi Yuto - Aseguró también sonriente.
- Bueno señor Seok, yo me retiro, espero la pases bien - Agregué.
- Hey, no, quédate un momento más, Yuto, podríamos conocernos... ¿O acaso tu novia te regaña si llegas demasiado tarde? - Propuso riendo.
- No tengo novia, señor inteligente... Bueno, me quedaré más tiempo, pero sólo para conocernos un poco - Expresé.
- ¿Va en serio que no tienes novia? Vaya, todas las chicas en la universidad se mueren por ti, supuse que al menos alguna se habría robado tu corazón - Manifestó dudoso.
- Ah... Pues no Seok... Ninguna de ellas está a mi altura - Exclamé bromeando. No quise decirle la verdad acerca de mi sexualidad, debido a que ni siquiera lo conocía, era demasiado pronto como para contarle mi secreto más íntimo.
- Ay, okay, está bien... ¿Te parece si entramos? - Propuso WooSeok.
- Creo que es una buena idea - Asentí.

Ingresé nuevamente a la fiesta, pero esta vez, acompañado de WooSeok. El olor a alcohol se me hacía cada vez más insoportable, pero tenía a WooSeok a mi lado, aquello era muchísimo más importante que cualquier incomodidad presente en la fiesta.

- Mira Yuto, allí hay dos sillas libres, podemos sentarnos para conversar un momento -
- Okay, vayamos -

Nos sentamos en cada una de las sillas disponibles. WooSeok tomó un vaso que parecía limpio, para luego servir un poco de Ron en él.

- ¿Quieres? - Ofreció.
- No, muchas gracias, no me gusta - Respondí.
- Vaya, el popular de la universidad ni siquiera bebe alcohol - Exclamó en tono de burla.
- Beber alcohol no es lo que me hace popular en la universidad, ridículo - Aseguré fingiendo estar molesto.

WooSeok sonrió al instante. Su sonrisa me debilitaba por completo cada vez que se asomaba tras sus labios.

- Aquí estabas, estúpido - Afirmó aquella voz irritante de mi amigo Hui.
- No me he movido de aquí en toda la noche, al parecer eres tú el que no sabe buscar - Mentí.
- Idiota, le pregunté a todos los chicos si te habían visto, y ninguno sabía adónde te encontrabas... Hey, ¿Qué haces con el chico nuevo? - Añadió a la vez que guiñaba su ojo izquierdo.
- Nada, sólo hablábamos un rato... - Comenté.
- Ah, okay... Los dejo solos entonces - Agregó.
- Haz lo que quieras - Respondí para finalizar la conversación.

Observé que Hui se detuvo al lado de uno de sus buenos amigos, E'dawn, que se encontraba acompañado de HongSeok, y el novio de este último, Kino.

- Hui es tu mejor amigo, ¿No, Yuto? -
- Claro que sí. Lo conozco hace muchísimos años, y confío bastante en él -
- Era de esperar. Siempre los veo juntos en la cafetería -
- Hey, señor Seok, ¿Por qué nos miras mientras estamos en la cafetería? -
- Porque te ves lindo mientras comes, Yuto... -

Aquellas palabras me dejaron totalmente paralizado, mis manos temblaban, y mis mejillas poco a poco comenzaron a tomar un tono más bien rojizo.

- Bueno... Me refiero a que te ves muy tierno disfrutando de tu almuerzo, Adachi -
- Ah, gracias. Yo también te he visto varias veces en la cafetería, siempre estás rodeado de chicas que te dejan cartas envueltas en distintos sobres de colores -
- Ah, sí... Muchas veces las chicas de la universidad van a entregarme cartitas en la cafetería, pero digamos que ninguna de las chicas está a mi altura tampoco -
- Muy bien señor Seok, ¿Por qué mejor no te dedicas a hacer imitaciones? -
- Estoy bromeando, enano gruñón -
- Y yo también, gigantón sarcástico -

Ambos reíamos sin parar de nuestras absurdas conversaciones, ya que en ninguna de ellas podíamos hablar algo relativamente coherente, siempre dominaba el sarcasmo.
Sin duda, habían unas palabras que aún retumbaban en mi mente. "Te ves lindo comiendo". No estaba seguro si yo me estaba haciendo ilusiones demasiado rápido, o si realmente WooSeok me encontraba lindo... Todo aquello se mantenía en un propio misterio que debía resolver lo más pronto posible.

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