No es amor... ¡RELÁJATE!

Tormentas y exnovios son malas combinaciones.

Giselle y Dante iban en el automóvil,  ninguno de los dos decía una palabra pero sus pensamientos los estaban matando. "Problem 'de Ariana grande se escuchó con fuerza si ese era el  móvil de ella.

— Jamás vas a encontrar nada en ese bolso.—la reprendió.

—Y a ti que te importa maneja bien y ¡fíjate de ni mojar a nadie más! Que si vamos a que se cambie otra persona no llegó al cole— ¿Odett?... —Contesto su móvil— Que en verdad no me lo puedo creer ¡vale me ha salvado esto! Te veo mañana.

— ¿Y bien? Algo importante—dijo el mirándola con curiosidad.

—Suspendieron las clases por la tormenta muchos maestros no pudieron llegar así que ahora llévame a mi casa.—siseo.

—Claro, pero antes me vas a acompañar a desayunar, mira que son las 10 y no tener nada en la panza.—le sonrió y le dio una mirada impasible.

—Me estas invitando a una cita o soy tu dama de compañía.—movió sus pestañas con chulería.

 
—Te estoy ofreciendo mi hermosa compañía que más — ¡quieres mujer! —le sonrió y te tiro un beso.

—Serás arrogante, llévame a mi casa… prefiero morir de hambre antes que comer contigo.

—Vale, ya me calmo vamos a desayunar, solamente porque tenemos hambre… esto no es una cita ni mucho menos solamente dos desconocidos desayunado.—

Dante no podía evitar reír por una extraña razón la chica le causaba una cierta alegría era algo totalmente diferente a lo que sentía antes.

Llegaron a una cafetería, la llevo hasta su mesa favorita de él y pidió churros y leche coqueteando con la mesera.

—Y bien ¿Que vas a querer tú? —Pregunto él

—Me da lo mismo que el por favor pero una malteada de fresa—espeto molesta ¿Por qué me enojo?

—Y bien háblame de ti no desayuno con desconocidos—le dijo con chulería moviendo sus pestañas y acercándose a él.

—Soy Dante tengo 23 años y estudio comercio y no hay mucho que decir de mi pero dime— ¿siempre estas a la defensiva mujer? —le pregunto siguiendo su juego, se acercó aún más a ella.

—No, solamente cuando a los idiotas se les ocurre bañarme con el auto que— ¿acaso en verdad no me viste?— Pregunto curiosa

—No en verdad no, fue a propósito pero dime qué edad tienes— ¿Por qué tengo interés en ella?

-Soy Giselle, tengo 17 años estudio bachillerato en verdad odio la escuela no hay mucho que hablar de mí. — Se encogió ligeramente en hombros quitando importancia

Ambos sonrieron tímidamente, hasta que unas manos rodearon la cintura de Giselle, Dante no pudo evitar enojo por aquel geste del hombre recién llegado.

—Hola cariño, no esperaba encontrarte aquí ya que siempre estas con Odett y bien— ¿quién es tu amigo?— exclamo el recién llegado.

Giselle  se encontraba sonrojada y en trance sin una minina palabra ¿Qué hacia el aquí? … tras recuperarse del trance…

—Punto número uno… donde me vuelvas a agarrar de la cintura lo vas a lamentar… punto numero dos ya no soy tu cariño— ¿y a ti que te importa quién es él?

—Soy Dante el novio de Giselle su nuevo cariño—dijo Dante con una sonrisa blanca y un tono burlón.

—Vaya no sabía que ya me habías remplazado… y mucho menos que te gustaban los mayores Giss— su tomo burlón le sacó de quicio a Dante.

Giselle seguía en un estado de trance sin poder contestar parecía muda ¿Pero qué estaba haciendo este? …

—Emmm...  Si Lenin él es Dante mi novio estudia comerció- dijo ella titubeante, no sabía que era esto…

—Vaya, vaya… la pequeña giss ya tiene a alguien, bueno siendo así  que bueno enterarme sabes que este fin es mi fiesta me encantaría que fueran…  claro si no tienen algún compromiso-Lenin usando su tono más irónico.

—Claro, claro por supuesto que iremos verdad cielo—Dante tomó a Giselle por la cintura atrayéndola hacia él.

Giselle, estaba tan cabreada con Dante como agradecida Lenin era su jodido ex novio que le había roto el corazón por primera vez sin pensarlo actuó con coraje y no con la cabeza.

—Si cariño, este viernes con gusto asistiremos Lenin—Ella tomo a Dante por su cara y le planto un inesperado beso....

Giselle no se quedó atrás y dejo entrar a hábil lengua de Dante causándole una mezcla muy rara sintió urgencia por devorarlo lo necesitaba ¿PERO QUE ESTOY HACIENDO? Pensó Giselle.

Vaya que bien besa la fierecilla… dante se dejó llevar por el ardiente beso.