No es amor... ¡RELÁJATE!

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Giselle fue a casa de Odett a llorar como nunca no paraba de llorar ¿Qué había hecho? ¿Lo había perdido ya?

—Giss me preocupas dime que tienes ¿Qué está pasando? —exclamo nerviosa odett, jamás había visto a su amiga así.

 

—Yo  solo no puedo luchar por el sabes... Él va estar mejor Con ella porque ella es capaz, lo dijo va a luchar por el —soltó un enorme sollozo y limpio sus lágrimas.

— ¿Quién es ella giss? No sé de qué hablas... Tranquila—acaricio su cabello y le dio ánimos

—Ella era bonita perfecta para el yo solo soy una estúpida niña jugando a ser grande, ¿Qué no vez? No fui capaz de luchar por él... al primer intento lo deje ir... y ahí estaba ella —sollozo más fuerte mientras su cuerpo temblaba

 

—No te entiendo nada giss, cálmate un poco y dime

—Las novia amiga o ex novia lo que sea de dan ella dijo muy claro que venía a reconquistarlo, mientras yo lo dejaba ir así de fácil

—Tu decidiste alejarte eres mi amiga, pero no puedes jugar con él... Así y lo sabes si tu decidiste que ibas a dejarlo ahora asume tus responsabilidades

—Soy la peor soy una envidiosa no sé qué pasa lo quiero solo para mi oh joder este será mi peor cumpleaños—gimió

Mensaje:

 

Odett: Giselle llora a mares, no puedo dejarla sola en unas horas es su cumple no puedo dejarla botada

Fabricio: ¿Qué ocurre amor?

Odett: ¡Empieza con d y termina con ante!

 

 

 

 

En otro lado de la ciudad...

 

—Solo ay que recordar viejos tiempos bichito— le susurró al oído Kristel

 

—Kristel no creo..

—Sh…

Kristel comenzó a besar a Dante con desesperación infinita tenía muy claro que era lo que quería, quería reconquistar a él, a como diera lugar y la ida de aquella chica era su momento ideal. Dante se dejó llevar por aquella mujer que una vez lo lastimo tanto, se dejó besar y tocar pero en ningún momento dejo de pensar que mientras veía los ojos color miel de aquella mujer sus ojos añoraban la miraba azul y eso cabellos negros... El olor mágico que Giselle desprendía cuando la poseía, mientras Kristel lo besaba rogo que Giselle fuera aquella mujer. Pero no lo era, Giselle lo había botado. Tras aquel encuentro la culpa lo invadía ¿Qué había hecho? Toda su razón estaba con aquella mujer que lo había abandonado.

Mensaje:

Dante: ¿Estas solo en tu departamento?