--¿y bien?
--¿bien, qué? --le mordí a mi sándwich.
--¿cómo te fue en el psicólogo?
--Pues... bien, me preguntó por mi pene y eso.
--¿¡En serio!?
--No --reí un poco fuerte.
--Ay, John, te dije que no fueras tan pervertido.
--¿Yo? ¿quién más estaba viendo la revista? ¿eh, Stu?
--Ay ya-- chasqueó la lengua-- Nadie te mandó a traer esa revista.
--Pues sí, tienes razón en ese aspecto.
--¿y ese milagro que no me pones la contraria?
Lo vi directo a los ojos con cierto enojo. Proseguí con mi sándwich e ignorar al idiota de Stu. Me levanté de la mesa donde estábamos comiendo para ir a la cafetería para conseguir un jugo o algo para tomar en si.
Cuando fui me topé con el psicólogo: Paul.
--Oh, hola, ¿cómo estás?
--¿cómo debería estar?--Me puse a su lado para poder pedir una bebida.
--Lo que pida el chico cobrénmelo a mi.
Lo volteé a ver con un semblante de "¿qué?" Pero no dije nada: yo quería mi bebida.
--Yo quiero un jugo...
--Entonces, ¿cómo estás?
--Supongo que bien.
--En la última hora iré por ti-- enrrolló sus mangas de la camisa, sacó dinero de su pantalón para extenderselo a la que atendía en la cafetería y me extendió mi baso con jugo de mango.-- Está va a ser tu última sesión conmigo, supongo que te va alegrar eso.
--Yo me tengo que ir.
--Bien, te veo luego.--sacudió mi cabellera castaña haciendo que yo me despeinara un poco.
Fui con mi jugo hacia la mesa y procedí a sentarme frente a Stu.
--¿qué te traes con el psicólogo?
--¿Tú qué te traes?
--John, lo miras con un brillo en los ojos, hasta acá se nota.-- sonrió con picardía mientras entrecerraba sus ojos.
--Pfff no, claro que no.
--Bueno, ¿y te gusta? Me refiero a él.
--¿Qué? No, ewww no me gustan los chicos y ni mucho menos los señores.
--Oh vamos, sé que te atrae.
--Cállate.
--¡Eso significa que sí!
--Eso significa que pondré mi pie en tu trasero.
--Tú quieres que Paul te ponga algo a ti en tu trasero.
--¡Stuart! ¿puedes dejar de ser tan sexoso?
--¡Lo dice el que tomó foto a las bragas de Jane! ¡El que trajo una revista PlayBoy!
--Cállate Stu.
Tomé de mi baso con la pajilla y tomé del jugo. El timbre sonó y eso significaba que teníamos que ir a clases.
En el trayecto hacia mi salón seguía pensando todo lo que Paul dijo, que era mi última sesión.
A decir verdad el ya no estar con Paul me deprimió un poco, pero yo quise ignorar ese sentimiento.
Pero era casi imposible; era extraño que yo sintiera eso y más porque con Paul era todo muy diferente, sentía que el sí me hacía caso, sí me escuchaba, era alguien realmente lindo y a pesar de su seriedad siempre es cálido.Entonces tuve una idea grandiosa: si portarme mal o comportarme raro significaba ir con él, haría lo posible para seguir con el.
Pasaron las horas y ya era la última hora. Estaba esperando a Paul con cierta felicidad y una sonrisa. Esa sonrisa aumentó cuando lo vi en la puerta con un vaso de café y una tabla de madera.
--Emmm...¿Me prestaría a John?
--Claro, señor Lennon, vienen por usted.
Me levanté de mi asiento y vi como Stuart me miraba con picardía y los ojos entrecerrados, yo respondí pisándole el pie y este de quejó.
Fui con Paul y ambos salimos juntos.
--Y dime John, ¿cómo te sientes?
--Pues, normal. ¿a usted?
--Habláme de "tu". Me haces sentir viejo.
--Bien, ¿cómo te sientes tú?
--Bastante bien, hoy voy a ver a mi novia.
--Ah. Okay.
--¿pasa algo?
--Emmm... No.
--Siento que sí.
--Pues sientes mal.
Yo actuaba un poco indiferente, era parte de mi.
Entramos al despacho, yo me senté en la silla junto a la mesa.
--Me gustaría que no me trataras como a un niño.
--¿cómo quieres que te trate?
--Como a alguien de mi edad. Tengo casi 18.
--Yo tengo 30 años, para mi eres un nene.
--¿soy lindo?
--¿Disculpa?
--Que si soy lindo.
--Eres muy lindo, demasiado, pero, ¿eso a qué viene?
Encogí mis hombros dando un "no lo sé" la verdad me gustó escuchar eso de su parte.
--Tú también eres lindo.
--Este...Gracias.
Asentí con seriedad, él se sentó en la otra silla, como la primera vez.
--Eh... John, dime, ¿cómo vas con Yoko..?
--Pues, normal, voy a ver si quiere salir conmigo, tal vez hasta tenga sexo con ella.
El tosió un poco, puso su puño en la boca cuando lo hizo.
--Está bien, sólo... usa protección. Si no; serás padre. Eres muy joven para eso.
--Supongo.
Paul tenía su café en la mesa pero accidentalmente cayó en su camisa y pantalón, haciendo que este se quejara de dolor.
--Tendré que... quitar mi camisa.
--¿tienes una de repuesto?
--Este... sí, está en el casillero de ahí --apuntó a mi lado-- ¿me la pasas?
Asentí, abrí el cajón y tomé la camisa. Cuando me di la vuelta él se había quitado su camisa, su pectoral era un poco rellenito; lo hacía lucir muy tierno.
--Gracias.--tomó un trapo blanco que había en su escritorio y se limpió el pectoral con él.-- Siento que me veas así...
--No me molesta, también soy hombre, ¿no?
--rió -- sí, lo eres.
Se puso su camisa y yo la verdad: el que estuviera así me puso horny pero lo ignoré y traté de ocultar un poco mi baja erección que estaba bajo mis pantalones.
--¿pasa algo?-- Se acercó lentamente a mí.
--No.
Él ya tenía su camisa puesta, era una blanca de franjas verticales rojas muy deljadas y casi no se notaban.
--Bien... sigamos con tu sesión.
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Who Cares? -♡[McLennon]♡
FanfictionJohn, un muchacho problemático de 17 años siente una fuerte atracción por el psicólogo de su colegio. John hará lo posible para poder estar a su lado, pero lo que no sabe son las consecuencias que eso conlleva. ¿podrá ser capaz de estar a su lado?