#1.7

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Lo miré directo a los ojos. En realidad sí tenía bastante miedo, no quería que lo viera realmente.
--Ya quítate.--le dije sin pensar.

Él me empujó bastante, tanto que puso sus manos en las mías y las echó hacia atrás para ponerlas en la puerta, yo aún mantenía mi puño cerrado para no soltar la bola de papel.

Cuando intentó abrir mi puño extrañamente comenzó a acercar su rostro más a mí, de modo que su frente quedó pegada con la mía podía sentir su respiración y eso me ponía nervioso, tanto que solté la bola de papel.

Como lo notó la tomó rápidamente y trató de abrirla.

Pero no esperó que yo lo abrazara fuertemente e intentar quitar la bolita.

--Paul, dámela.

Cuando la empezó a abrir la arrebaté y empecé a correr por todo el salón, él se puso a perseguirme.

Hasta nos empezamos a reír.

--¡John!--soltó una carcajada-- Sólo déjame verla.

--¡No!

Luego pisé por accidente un lápiz, lo que hizo que cayera directo al suelo.

--¡Ay!

--¡John!

Paul fue directamente hacia mi, intentó hacer que me levantara extendiendo su mano para tomar la mía, pero lo que hice fue que jalé su mano, lo que provocó que él quedará sobre mí. Puso sus piernas entre las mías y sus manos a mis costados de mi cabeza. Esa reacción me puso nervioso e hizo que las risas cesaran.

Tomó mi cintura, dio una vuelta y rápidamente quedé sobre él, haciendo que mi cintura quedara sobre la suya, mi trasero sobre su pene en pocas palabras. Puse mis manos en su pecho y las suyas en mi cintura.

Nos miramos a los ojos, estábamos apenados y al parecer él estaba más.

Me le quedé viendo a los ojos por varios segundos que no noté que él tomó la bolita de papel. Intentó bajarme de su cintura para poder levantarse y leer la bolita, pero yo lo impedí abrazándolo por el cuello y quitándole la bolita.

--¿Por qué no quieres que la vea?

--Porque no y ya.

Me tomó de la cintura y me abrazó aún más, mi corazón estaba acelerado y él lo notó.

--¿por qué estás nervioso?

--No lo sé.

Me levanté y le ayudé a él también para levantarse.

--¿me dejas verla? Por favor.

--No.--la hice más bolita y la escondí en mi pantalón.

--Bien.--dijo.

♡♡

Llegué a casa aún apenado de lo que pasó en la escuela. Me quité mi ropa para ponerme otra más comoda que constaba de una playera negra con un pantalón gris suelto. Me tiré en mi cama y me dediqué a ver el techo.

Unos toques en la puerta hicieron que mirara hacia esa dirección.

"John, la comida está lista"

--¡Voy!--contesté.

Tomé la bolita de papel que estaba en mi pantalón en el cual había puesto en el suelo por simple flojera, la tomé y la rompí en pedazos, luego la tiré.

Salí de mi habitación bajando las escaleras para dirigirme al comedor donde me senté y esperé mi comida.

--No te quedes ahí John--dijo Mimi.-- ayúdame con esto, mínimo sírvete la comida.

Me levanté volteando los ojos y tomé un plato blanco en el que puse una porción de ensalada, un bistec y un huevo cocido.

--Gracias, Mimi.

--En unas horas será la hora del té, para que ni se te ocurra salir de vago.

Normalmente para lo que salía era para ver a Yoko salir de sus clases de pintura y poder ir a un parque a comer o a basarnos.

--Me esperaré, luego saldré con Yoko.

--¿te refieres a esa japonesa que dejó la Universidad? Ese tipo de personas no te dejan nada, Winston.

--No es una mala muchacha, en realidad es muy bonita.

--Lo que digas, no m agrada, un día te separará de tus amistades y quedarás arruinando muchas cosas importantes de tu vida.

--No lo creo.

--Como digas, mejor ya come.

♡♡

Cuando terminó la hora del té me puse un pantalón de mezclilla azul oscuro, dejé la playera negra y me puse una chamarra negra encima, me gustaba como me veía, a eso le agregué unos lentes de círculo negros. Bajé las escaleras para despedirme de Mimi y poder salir de casa.

Ya afuera me dirigí a la escuela de arte donde estudiaba Yoko, estaba a unas cuántas casas de la mía, no había tanto problema. Cuando llegué la vi salir de ahí con su mochila, llevaba un suéter negro de cuello alto y una falda de flores larga que llegaba debajo de la rodilla.

--¡Yoko!

Esta volteó a verme y su expresión de seriedad cambió a una de gusto.

--¡John!--gritó tan fuerte que todos voltearon a verla.

Corrió hacia mí y me abrazó fuertemente, llenándomede besos.

--¡John! ¡qué gusto!

--Yokito, ¿cómo estás?

--Muy bien.--se separó y me dio un beso en los labios el cual también correspondí.-- Estoy bien. Oye, tengo una idea de lo que podemos hacer hoy.

--¿En serio? ¿cómo qué?

Ella sonrió pícara haciendo que sus mejillas se tornarande un color rojizo.

--Tengo un nuevo apartamento. ¿quieres ir...a besarnos?

--¿y...a algo más?

--Tal vez...

Who Cares? -♡[McLennon]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora