Who Cares? -♡[McLennon]♡

#1.5

Salí de mi habitación por la ventana y me senté en el techo, era bonito, se veía la cuidad y eso me dan tranquilidad.

--¿se puede?-- era la voz de Paul detrás de la puerta.

--Ajá.

Entró a la oscura habitación y su semblante --aunque con la oscuridad-- Se notaba con confusión.

--¿dónde estás?

--afuera de la ventana, estoy viendo la ciudad.

Él se acercó a mi y salió igual por la ventana.

--¿no te da miedo caer?

--¿a ti no te da miedo el matrimonio?

Su ceño se frunció un poco y luego soltó una carcajada.

--No, ¿a ti?

--No lo sé.

Me crucé de brazos y evadí su presencia.

--¿Mimi te envió?

--En realidad lo hice voluntariamente.

Volteé rápido para verlo a los ojos con un semblante de asombro.

--¿pasó algo? ¿te molestó que yo me haya comprometido?

--No, es sólo que me acordé de mis padres, eso es todo. --mentí.

Me quedé viendo al cielo había unad cuántas estrellas todo estaba muy bello.

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Me le quedé viendo a los ojos a Paul. Sus ojos eran bellos y atrayentes. Él volteó a verme ya que de seguro notó mi mirada en la suya, obvio moví mi mirada rápidamente para evadirlo.

Seguí tomando mi jugo de naranja con cierta rapidez. Stuart estaba al frente mío y movió una ceja dando un ceño de confusión. Al percatarse que yo movía mi mirada el sonrió.

--¿otra vez John? Jamás te hará caso.

--Ni a ti esta Astrid.

Astrid era la maestra de artes, de la cual Stu estaba enamorado.

--Pero al menos yo sé que no me hará caso.

--¡Oye tú!

Una voz hizo que alzara mi vista, era al parecer el novio de Cynthia. Hacía tiempo que le había tomado foto a sus bragas y ella al parecer no sólo le iba a decir al director. Sabía que era su novio porque siempre los veía besándose, aunque no sabía su nombre.

--¿Tú quién eres?

--Noel, el novio de Cynthia. Vine a patear tu trasero por lo que le hiciste. --Jaló el cuello de mi playera blanca y acercó su rostro.

Yo golpeé su mejilla izquierda con mi puño. No me dolían los nudillos ya que yo peleaba bastante.

El me regresó el golpe en el estómago por lo que me sacó un poco el aire. Cubrí mi estómago con mis brazos para amortiguar el dolor y volvió a golpear mi quijada, caí al suelo.

Aproveché para jalar sus tobillos y hacerlo caer, me subí sobre su torso y comencé a golpear su rostro.

Pero cuando iba a dar el quinto golpe una mano detuvo mi golpe.

Era el profesor de historia.

////

--¿te duele?

--No.

Paul estaba curando mis golpes. Algo tierno.

Suspiró --Ay John... no sé que voy a hacer contigo.

--Él me provocó.

--No me importa quién haya empezado la pelea. Me importa que estés bien y que te comportas bien.

Yo resoplé y me hundi en la silla en la qe solía sentarme para mis terapias.

A pesar de que Paul me regañara lo hacía con una calma y con una voz suave, lo cual me....¿enamoraba?

--Tu comportamiento me preocupa John. Eres un muchacho muy inteligente, debes pensar las cosas antes de actuar.

--Pareces mi tía.

--Bueno, hazle caso a tú tía, ella te ama y es muy buena.

--Como sea...

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Habían pasado horas de mi pelea y ya le habían llamado a Mimi y eso significaba una cosa: castigo.

Estaba en clase de química dibujando unas tonterías como el profesor con biquini o a George gordo y comiendo. Pero me detuve cundo dibujé a Paul dándome un beso en la nariz.

Empecé con una pareja normal pero no tenía en mente hacer a Paul. Arranqué la hoja y la tiré a mi mochila para tirarla al bote después.

Estaba empezando a llover. Eso era malo ya que yo me iba de pie.

Rogaba que cuando la clase acabara la lluvia también.

Pero no.

Salimos todos apresurados, unos con una chaqueta en la cabeza para amortiguar el agua, otros con sombrillas. Yo hice lo mismo pero con mi chaqueta de cuero negra que tenía sobre mi uniforme.

Conté el dinero que tenía para subir a un bis y llegar a casa. Estaba parado en la parada de bus.

De repente un auto blanco se detiene. Las ventanas eran negras por lo que no se veía quién se detuvo.

Bajó el vidrio: era Paul.

--¡John! Emm...¿te llevo?

--No quiero molestar. --moví mi mirada a otro lado.

--No lo haces, anda, sube.

Lo pensé unos segundos: si seguía ahí podía perzcar un resfriado o alguien me podía asaltar.

Sin más abrí la puerta del copiloto y me subí. Hice bola mi chaqueta para evitar mojar el carro y me puse el cinturón.

--¿listo?

--Sí... gracias.

--No sabía que esa palabra estaba en tu vocabulario. --rió un poco y yo sólo me le quedé viendo con cierta molestia.