#1.6

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--¿tienes hambre?

Yo estaba en el copiloto mirando a laventanta sin decir nada.

--Tal vez...

--¿estás triste?

--No, bueno; no sé.

--¿por qué no? No creo que haya razón para estar triste.-- seguía viéndome y sonriendo.

Había un alto. Yo seguía callado y un poco nervioso. Noté que se me quedó viendo a los ojos.

Yo volteé lentamente y me le quedé viendo a los ojos directamente.

Había un silencio un poco incomodo--al menos para mi-- Pero cuando se empezó a escuchar pitidos por parte de los otros carros de atrás él reaccionó y puso en marcha el carro.

--¿quieres algo de comer? Puedo comprarte algo de comer y te lo llevas a tu casa.

--Así estoy bien, gracias.

--Bueno, yo sí quiero. ¿no te molesta si voy?

--No, no me molesta.

Aún seguía un poco triste por decepcionarlo.

Él se dirigió a un local de comida rápida. Fue a la ventanilla y pidió una hamburguesa con papas y sin coca. Se la entregaron y él las puso en los acientos de atrás. Movió un poco el carro y de pronto lo detuvo un poco.

--¿estás bien? Me preocupas.

--¿por qué tanto interés en mi?

--Porque eres mi primer paciente, te tengo cariño. Aunque suene mal, es mi trabajo procurar que estés bien; lo cual no me molesta.

--¿paciente? No estoy enfermo, Paul.

Rió un poco.

--No me refería a eso. Lo siento. Quería decir que eres el primer alumno que atiendo y pues me preocupas.

--Okay, gracias.

Miré por la ventana mientras el agua se detenía.

--Voy a llevarte a tu casa.

Todo el trayecto fue un poco aburrido, estaba aún triste pero me esforzaba por no demostrarlo. Cuando llegué a mi casa me bajé del copiloto y me despedí de Paul moviendo mi mano.

Entré, cerré la puerta y suspiré.

--Debí decirle que lo quería...

☆☆☆

Eran ya las 8:06 de la noche, estaba en mi habitación leyendo una revista erótica. Habían mujeres con lindos senos y vaginas con labios rosados. Una erección empezó a crecer de bajo de mi pantalón.

La crema estaba a lado mío, por lo que no tenía que pararme.

Abrí mi cinturón y bajé el cierre de mi pantalón. Pude notar mi erección bajo mi ropa interior.

Saqué mi pene y empecé a jalar lentamente mientras veía mi revista erótica con una lujuria muy grande. Miraba a las chicas con deseo de tocarlas.

Pero ocurrió algo.

Mi mente pasó de chicas desnudas con piel de color a Paul McCartney.

Lo que me incitó a seguir más rápido.

--Ah...Paul...Mmh...

Who Cares? -♡[McLennon]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora