El casting

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María 

Miré por la ventana mientras veía a Carlota subirse en un coche azul oscuro. Yo me acabé de arreglar, descolgué la bici que tenía en una pared de la terraza y bajé con ella por las escaleras hasta el portal. Me subí y me dirigí al local donde me habían citado. Cuando llegué puse la cadena entre el cuadro de la bici que se sujetaba a una farola. Había bastante gente, no sabía si yo podría superar si quiera la primera prueba. Miré mi reloj, siempre lo llevaba en la muñeca derecha aunque fuera diestra, manías mías. 

Quedaban diez minutos, así que me apoyé en la pared. Tan solo aguanté medio minuto hasta que del bolsillo de mi chaqueta vaquera saqué mi paquete de tabaco. Me encendí uno y cerré los ojos mientras soltaba el humo. Sin casi darme cuenta me lo acabé pero fue justo cuando nos indicaron que ya podíamos entrar. La chica que organizaba todo esto empezó a hablar. 

- Hola, bienvenidos al casting. Ahora mismo sois cincuenta personas, pero nos quedaremos tan solo con cinco para que hagan una canción para nuestra marca. Como ya sabéis, esas cinco personas serán las que se irán dos semanas a una casa rural y ahí compondrán y grabarán la canción junto con nuestros productores. Grabarán un videoclip cuando estén de vuelta en Madrid y será publicado en todas las plataformas digitales.

Hubo un silencio por partes de todos los que estábamos allí. 

- Se me ha olvidado presentarme. Yo soy Miriam, la directora de esta campaña. Cualquier cosa sólo tenéis que preguntarme.

Otro silencio se apoderó de la sala, que era bastante amplia y contaba con butacas que formaban un medio círculo, en el centro de él había un escenario con forma circular en el que acababa de hablar Miriam. 

- Si no hay preguntas empezamos ya. 

Se dirigió a su butaca que estaba en frente del escenario, se sentó en el medio, a los lados había dos personas, un chico y una chica que no dijeron nada. El casting empezó y como iba por orden de lista, sabía que sería de las últimas. Iban pasando los minutos y cada vez el nivel iba subiendo, había gente que cantaba verdaderamente bien. Sabía que no tenía oportunidades, pero aún así lo pensaba intentar. De repente dijeron un nombre que me llamó la atención. 

- Carlota Roche -dijo Miriam a través del micrófono que tenía delante. 

Una chica se levantó y se puso delante de ellos. No me lo podía creer. Era ella. Ahí estaba. 

- Hola -saludó ella tímidamente. 

- Hola, Carlota. ¿Qué nos vas a cantar?

- 1973 de James Blunt. 

Su tono de voz parecía seguro pero sus manos se movían con cierto nerviosísimo. 

- Genial, pues adelante. Mucha suerte. 

- Gracias. 

Empezó a sonar la base y más tarde lo hizo su voz. Agarraba el micrófono con las dos manos, como si se fuera a escapar. Clavó todas las notas y nos dejó con la boca abierta. Cuando terminó se separó un poco del soporte y se quedó de pie. 

- Gracias, lo has hecho muy bien. 

Ella se marchó a su sitio y comprendí por qué no le había visto antes. Un chico muy alto estaba justo a su lado. Cuando llegó le dijo algo y le dio un beso en la mejilla. Me pregunté quién era ese chico. Pasaron dos personas más y pronto me tocó a mí. 

- María Torres -comunicó la directora. 

Yo me levanté y cuando pasé cerca de Carlota le miré y ella me devolvió el gesto sorprendida. Su cara era, sobretodo, de desconcierto. Llegué hasta el escenario y noté su mirada fija en mí. 

ArriesgarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora