***Antes de empezar deciros dos cosas: 1) Esta novela llega a su fin. ¡Lo sé! ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué no sigue!? Pues os diré que lo he dejado para que sea así. El final os gustará. O eso espero. 2) Otra vez tenemos una canción para escuchar. Esta vez os la dejaré a la derecha, junto con la marca (._.) Así que cuando veáis esa marca... Poned la canción. -A***
Abrí los ojos en busca de aquellos que tanto me volvían loco. Pero no los encontraba así que decidí levantarme. Derek se había marchado sin avisar... O eso pensaba yo. Sobre el escritorio, yacía un trozo de papel blanco. No tardé en cogerlo y leer aquellas palabras lentamente, como si la vida me fuera en ello.
- "Stiles, estabas tan profundamente dormido, que no quise despertarte. La cita que no era cita de anoche fue realmente increíble. De verdad, jamás me lo había pasado tan bien con alguien al que quisiera arrancarle el cuello con los dientes... Es broma, hombre. Sé que ahora mismo estarás refunfuñando o sarcaseando. Así que quiero decirte algo muy importante para que dejes de hacerlo... Te quiero, Stiles. Te quiero... -Derek"
¿Sería verdad? ¿Derek me quería? Había acertado con lo de estar refunfuñando y haciendo sarcasmo... Pero, ¿sería cierto que me quería?
- Yo también te quiero... -Musité yo, guardando la nota en uno de mis cajones.
Me dirigí al armario y me puse las prendas de ropa que más me gustaban. Cogí mi mochila y bajé al comedor saltando las escaleras de cuatro en cuatro. Al llegar, le di un fuerte abrazo a mi padre y me preparé un bol de cereales. Me senté con él, me miraba fijamente.
- ¿Y esa sonrisa que me llevas? ¿No será por Derek no?
-Le miré- ¿En qué sentido hablamos sobre Derek?
- No lo sé... Dímelo tú.
- No me culpa de todo lo que hice cuando el Nogitsune me controló... -Medio mentí- Así que eso me hace feliz... Supongo.
- Bueno, es que no fuiste culpable de nada. Y lo sabes.
- Sí papá... Bueno, debo irme ya. Tengo que recoger mi coche.
Salí de allí mientras mi padre me miraba extrañado por la frase que acababa de formular. Me encaminé al lugar del bosque donde dejé mi coche el día anterior y me subí. Arranqué, puse la primera marcha y conduje hasta el instituto. Una vez allí, los chicos me miraron algo desagradablemente.
- ¿Qué ocurre? -Pregunté.
- No sabes lo bien que nos lo pasamos ayer en la pista de patinaje... Después fuímos a la bolera y finalmente tomamos algo en un bar... -Dijo Scott.
- Bueno... Para la próxima. Es que los recados que tenía... Se me hicieron eternos.
- ¿Y esos recados tenían que ver con estar con Derek? Os vimos pasar por delante del bar... Te subiste a su coche y os marchastéis. -Dijo Lydia.
- Bueno, me lo encontré de camino. Me dijo que me llevaba a casa y me dejó su chaqueta porque hacía frío.
- ¿Ah sí? -Preguntó Malia- Pues que extraño... Puesto a que el camarero del bar nos dijo que habíais estado allí y que estábais hablando en susurros y muy cerca...
- Bueno, paramos a tomar algo, hablamos sobre temas sobrenaturales y entonces me llamaste.
- ¿No te lo habías encontrado de camino? -Preguntó Kira.
- Sí. Antes de que me llamara Scott. Es más, ¿qué más da? No podía quedar y ya está... -Abrí mi taquilla- En vez de preocuparos tanto por mí deberíais preocuparos más por otras cosas...