Capítulo 8

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Me desperté ya qué alguien me estaba hablando.

- Aly- llamo de nuevo esa voz- Aly despertate- volvió a llamar pero no hice casó- si no bajas me cómo tu desayunó- dijo y yo abrí los ojos y me senté en la cama rápidamente.

- ni se te ocurra pendejo- dije amenazante a Jacob.

- es mentira ya no hay desayuno sería merienda porque son las 5 de la tarde y dormiste todo el día inútil- dijo de brazos cruzados, esté nené es más maduro que yo teniendo 8 años.

- más respetó con los mayores.

- tu respeto me lo pasó por dónde ya sabés- dijo serio- ahora levanta ese culo arrugado de vieja de la cama que papá, mamá y nuestros hermanos quieren hablar contigo- dijo por último y salió de la habitación.

Mierda.

Me levanté y me duche, me puse un pantalón largo negro, con una remera de coca cola gris y mis vans negras.

Bajé las escaleras y no solo estaban mis hermanos, mamá y Carlos, si no que también estaban Greta, Lara, Julieta, Santiago, Thomas, Travis, Jeremy y Alex.

No entendía nada, para qué querían hablar conmigo, si fuera solo familiar lo entendería por el insidente de anoche, pero ésto ya era raro.
Termine de bajar las escaleras y todos me miraron atentos.

- Aly - dijo mamá sería.

- Mamá- dije intrigada.

- siéntate- dijo y señalo una silla en medio de todos.

- tranquila no te vamos a apuntar con una pistola en la cabeza- dijo Travis con media sonrisa y yo le saque el dedo medio.

- Aly- empezó Carlos- cómo veras ya todos sabemos lo de anoche- dijo y yo asentí- no te vamos a castigar saca esa cara- dijo al ver mi expresión- también me enteré qué sabes boxear- dijo parándose de su asiento- al fin terminamos viendo cosas tuyas que nadie sabia excepto tu madre y tu padre- mire a mamá y ella tenía una sonrisa en su rostro, juro que no entiendo nada- pero te queremos hacer saber que no sos la única que tiene secretos- dijo sacando un arma y no solo el, si no que los demás también, incluso mamá, mi rostro estaba neutro, no habían expresión alguna- y queríamos hacerte una propuesta- dijo y su sonrisa se ensanchó- no es necesario que aceptes, pero si no lo haces vas a tener que cuidarte porque más de uno va a querer matarte, aunque eso no cambia, porque si aceptas va a ser lo mismo- dijo caminando por la sala.

- al grano- dije sin rodeos.

- puedes aceptar trabajar para la mafia o no aceptar, todo está en vos, pero tenés que saber que tenes avilidades que nos servirian- dijo y no voy a decir que me quede impactada porque al ver las arma yo ya relacionaba las cosas.
Me levanté y quedé en frente de él.

- cuándo empiezo?- pregunté con media sonrisa y el me mostró una sonrisa completa.

- ahora mismo, ve a buscar tu arma, te vamos a enseñar un lugar dónde surge parte de la maravillosa magia de la tortura- dijo y yo me encaminé a mi habitación.

Entré y cerré la puerta, fuí hasta le mesita de noche y saque la pistola y la deje sobre la cama, agarré dos cartuchos y me los enganche en mi sostén y mi navaja la puse en mi bolsillo trasero, pero sentí algo, alguien estaba en mi habitación, agarré mi pistola y comprobé que tenía balas y me di vuelta y le apunté en la cabeza.

- tranquila, no soy él enemigo- dijo Alex apoyado en la puerta con las manos en alto. Baje el arma y me la enganché en la cintura.

- que quieres?- dije cortante, más de lo que quería sonar.

Yo y mis..... 13 hermanos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora