Capítulo 2: Tienes nombre de papel higiénico.

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¿Qué? ¿Su novia? Me había quedado un poco alucinada, no sabía que Scott pudiera tener novia. No me malinterpretéis, es que al ser tan tímido conmigo pensé que con los demás también, pero ya vi que no era así o, al menos, con ella ya no lo era.

Carraspeé hasta que ellos dos empezaron a hablar de temas que a mí no me interesaban. Me estiré un poco hasta llegar a la radio e inmediatamente sonó Good Music FM, mi emisora favorita. Siempre ponían música del estilo que a mí me gustaba, era una emisora hecha a mi medida. No me acuerdo como la encontré pero había sido uno de mis hallazgos más importantes.

- No sabía que te gustara esta emisora.- Dije un poco sorprendida. A muy pocos les gustaba el mismo tipo de música que a mí. Sonreí tímidamente.

- Sí. A mi Scottie,- ¿qué apodo es ese? Parece el nombre de una marca de pañuelos o de papel higiénico. Horroroso, para mi gusto.- le gusta esta basura de canciones. A mí me va más este estilo.- De repente cambió la preciosa canción que sonaba por una bastante repetitiva y aburrida, era lo peor que había escuchado en mi vida. Me contuve de decirla un par de cositas, no era mi coche y debía ser educada.

Gracias al cielo no tuve que escuchar más de dos canciones de aquella tortura porque llegamos a la universidad. Bajé del coche y saludé educadamente a Scott y a Mary y desaparecí de su vista. Entré al gran gimnasio que tenían y fui saludando a la gente que conocía. Lauren, Tom, Fredie, Sarah, Myles... La lista era interminable. También vi a Carla, una compañera del laboratorio que se había marchado de la universidad porque había decidido cambiar de carrera. La chica era bastante simpática y agradable. Se había convertido en una gran amiga para mí y me daba mucha pena que se fuera de la universidad. Carla era morena con ojos marrones claros, estaba muy delgada y no era muy alta. Aunque pareciera bastante normal, a la chica no le faltaban pretendientes, todos los chicos querían tener con ella, al menos, una cita.

- ¡Amber!- Jane, amiga de Carla, me llamó para que me uniera con ellos en el jardín. Cogí a Myles del brazo y lo llevé arrastras conmigo, no quería ir sola. A saber que iba a pasar allí fuera.

Myles era un chico muy extrovertido y muy cariñoso con la mayoría de las personas que conocía. Le había conocido la primera vez que había quedado con Carla y desde entonces siempre habíamos coincidido en fiestas y quedadas. No nos llevábamos mal pero tampoco éramos mejores amigos, solamente algo más que conocidos pero sin llegar a ser amigos, un punto intermedio. Sabía que para lo que necesitara él iba a estar conmigo y esperaba que yo también pudiera actuar del mismo modo que él.

Al salir al jardín todo parecía más tranquilo, la gente no gritaba, ni la musica estaba muy alta... Se estaba bien. Me presenté a las personas que no conocía y terminé de saludar a los que no había visto en la fiesta. Todos se empezaron a sentar en el suelo y yo hice lo mismo, estaba un poco húmedo y sabía que me iba a manchar la falda pero no quería ser la única persona que se quedara de pie por la simple razón de no quererme manchar una insignificante falda. Pensé que íbamos a jugar a algo pero se pusieron a hablar entre ellos. Myles y Carla lo hicieron conmigo.

- He oído que vas a adelgazar y que Scott Brown va a ser tu entrenador, ¿es verdad?- No entendía cómo se había enterado pero no tuve otra opción que contarles todo, no quería mentirles.- Así que es verdad, verás cuando todos los de la universidad se enteren. ¡Vas a ser famosa!- Mi cara era todo un poema, no iba a ser famosa por adelgazar. Carla se rió del comentario de su amigo.- Si no te has dado cuenta tu entrenador es el chico más popular de toda la universidad, y no solo hablo del área de ingenería aeroespacial.- En aquella universidad se podía estudiar más de una carrera.- Vais a ser el cotilleo del verano.- Se rió como un psicópata, dio un poco de miedo.

Con michelines y a lo loco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora