Capítulo 8

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Ya habían acabado con ese grupo renegado, y se disponían a volver a Konoha. La pelirosa solo quería llegar y que esa gente que alguna vez fue importante para ella se fuese. No deseaba que estuviesen cerca. Por suerte, llegaron rápido a Konoha, así que no tuvo que soportar los constantes berrinches de Karin, sus peleas con el tiburón y su voz chillona diciendo "Sasukito" mientras lo abrazaba. 

En cuanto llegaron a la aldea, Sakura se separó del grupo sin siquiera excusarse. Corrió hasta su casa mientras unas cuantas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, mientras otras lo conseguían a pesar de los esfuerzos de la joven. Ni siquiera saludó a los aldeanos, los cuales se preocuparon al verla en ese estado. Al llegar a su casa abrió la puerta cerrándola de un portazo para después deslizarse por ella y romper en llanto. Lloró desconsolada hasta que sintió una pequeña manita tocando su cabeza. Levantó a mirada encontrándose con su ángel, su princesa, su pequeña Sarada. Automáticamente su cara se alegró y la cogió en brazos, mientras Tsunade las miraba desde lejos. 

En el fondo sabía que ese Uchiha seguía influyéndole, pero era culpa suya. Por muy doloroso que fuese ella seguía amándolo, con todo su corazón, el cual cada noche lloraba por él.

Pero por mucho que le doliese ella sería fuerte, no por ella, ella no era importante, lo sería por su niña, para protegerla, por que ya no lo necesitaba. 

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¿¿Qué os pareceeee?? ¿¿Os esperabais algo así o no?

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