Como deberíamos empezar este cuento.
¿Había una vez? ó ¿Erase una vez?
Que no está muy trillado ya.
Además esta historia no es nada parecida a todos los demás cuentos, no va a terminar con un "felices por siempre", o el misterioso beso de amor que borrará cualquier rastro de maldad que haya afectado a nuestro querido y amado protagonista.
Pero este cuento ya empezó y no fue necesario un Había una vez
¿Y qué tal un hace mucho tiempo?
A que suena mejor.
Hubo hace mucho un reino, este era muy prospero, tenían grandes riquezas, era una importante ruta para el comercio del continente y el pueblo era feliz por la abundancia que tenían.
No puedo decir mucho mas del pueblo pero si de sus soberanos, eran justos y nobles siempre pensando en su pueblo, pero al pasar los años desearon un heredero que al parecer no podían tener.
Los reyes no perdían la fe de algún día tener un heredero, un pequeño príncipe que llenara sus vidas de alegría, así que noche tras noche le deseaban a la estrella más brillante del cielo el poder tener un heredero, uno al cual pudieran amar, que pudiera cuidar de sus súbditos tanto como ellos cuando ya no estuvieran en este mundo.
Aquella suplica llego al cielo que compadecido de esos puros sentimientos le otorgó a la pareja real un hijo, un hermoso niño de cabello castaño y ojos mieles que siempre tenía una sonrisa en el rostro, porque representaba la alegría de sus padres, porque ese niño iba a ser cálido como el sol por el deseo de sus padres de que su alegría inundara el reino dándoles más prosperidad.
Pero ese singular rayo de alegría que era casi imperceptible molestaba en sobremanera a una persona que miraba con desagrado entre las sombras, molesta por esa alegría que parecía brillar más en los súbditos desde el nacimiento de ese mocoso.
Esperando el momento oportuno para que tomara partido en extinguir aquella cálida luz uso las antiguas artes oscuras que le fueron enseñadas, atrajo al reino de lejanas tierras una princesa sin nombre ni título para que sedujera al joven príncipe.
Aquella mujer le prometió grandes riquezas, lazos que unirían a sus reinos llevándolos a ser más poderosos y prósperos pero Christopher la rechazó al sentir oscuridad en su corazón.
La mujer solo aceptó con una sonrisa diciendo que tal vez no era oportuno hablar de un matrimonio en ese momento.
Aunque el príncipe enfatizó que en ningún momento desposaría a una joven como ella, con un alma tan oscura.
Enojada, la bruja dejó su disfraz revelándose ante la corte del rey, gritando en alto que aquel joven la pagaría por haberla insultado de tal manera.
Mas el príncipe no se inmutó ante aquellas amenazas, con una sonrisa le dijo que no era su intención ofenderla de esa manera.
La bruja desapareció antes de ser atacada por los guardias, ahora odiaba más el brillo resplandeciente de esa alegría debía encontrar la forma de deshacerse de ella para hundir al reino en una tristeza eterna.
Tomó un antiguo libro en donde encontraría la fórmula mágica que le ayudaría a llegar a sus objetivos agarró cada uno de los ingredientes de aquella pócima preparándola en la luna llena donde su magia tendría más poder.
Esta vez acudió al castillo bajo un disfraz muy diferente, una anciana que solo buscaba resguardarse de la tormenta. Sabía de la amabilidad de los soberanos que la dejaron tomar refugio en el castillo.
En un signo de agradecimiento ella les dijo que podía ayudar en la cocina, que antaño era una gran cocinera, los reyes aceptaron tal pedido.
Soportó dos días allí hasta ganar su confianza, y hasta que en un banquete le sirvió un té de hierbas al príncipe, con cuidado de ser descubierta también vació el contenido del frasco que había llevado con ella.
Sonrió al ver que el príncipe tomaba aquella pócima, se quitó su disfraz y de nueva cuenta se presentó ante los soberanos diciendo que al fin había cumplido con su venganza.
Pero esas palabras quedaron en el aire.
El ruido de la porcelana rompiendo con el suelo resonó en todo el salón, las miradas de todos se dirigieron al príncipe que se encontraba mas pálido de lo usual, sus ojos parecían perder brillo y empezó a temblar.
La orden fue directa y clara por parte del rey y antes de que nuevamente la bruja pudiera escapar sintió las espadas de los guardias hundirse en su cuerpo creyendo que con su muerte aquello que le había hecho al príncipe se detendría.
Mas no fue así.
El cayó desmayado en ese instante, escondieron al príncipe llevándolo a su habitación, los sabios del rey no pudieron determinar que era lo que tenía.
La sonrisa de Christopher desapareció y cada vez parecía que era mas inconsciente del manejo de sus sentimientos, al principio no era más que simples cambios de humor pero luego de lo que paso supo que algo andaba mal.
No le habían traído el postre que quería y sintió el enojo recorrer su cuerpo, algo que nunca pasaba, soltó un gritó algo enojado al mismo tiempo que una oleada de magia se expandía por el castillo, rompió varias de las ventanas y golpeó a algunos súbditos que se encontraban en el mismo piso que el.
El pasar de los días solo empeoró su estado, había algo más que solo magia en su interior, fue cuando el dejo de sonreír que el sol pareció ya no asomarse por el reino, solo nubes grises llenas de tristeza.
Notó la cúspide de aquella transformación cuando un mechón de su cabello empezó a volverse blanco como la nieve.
Su corazón se había congelado.
Esa no era la peor parte de su maldición, aquel hechizo había alargado su vida viendo como sus seres amados le abandonaban quedándose solo, se había quedado atrapado en la eterna juventud con un mensaje, una pequeña nota que le había dejado aquella bruja.
Tal vez hubiera visto un poco de esperanza si es que su corazón aun pudiera sentir.
Este es el comienzo, el comienzo de una historia aun más triste ya que a pesar de que su cuento había empezado bien, el nunca tendría su final feliz, Chris había renunciado a su final feliz.
Ya que ¿Quién podría ser capaz de dejar todo lo que tiene y llegar a un reino perdido en el tiempo?
Chris sabía la respuesta, así que dejo de esperar.
¿Era eso lo correcto?
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Debajo del Hielo || Virgato || Terminado
FanfictionDime que hay debajo del hielo de tu corazón