Debajo del Hielo || Virgato || Terminado

Capitulo 2

-¡¿Porqué lo trajiste aqui?!-

-Lo encontré de camino, no podía dejarlo frente al bosque-

-¡No le pasará nada al mundo si uno muere!-

-¡Eres una amargada! Mejor ve a limpiar esos cubiertos aún falta para la cena-

Esa discusión despertó a Joel, que aun sentía el frío y sus pies algo entumidos.

-¿Dónde estoy?- preguntó levantándose.

Volteó a ver a ambos lados y dedujo que se encontraba en, lo que antaño era, una gran cocina. El se encontraba acostado en un sofá bastante gastado cubierto con bastantes sabanas, al recargarse pudo notar la falta de relleno en algunas áreas del sillón.

Volteó su mirada hacia las mujeres, tenían el cabello totalmente canoso recogido cuidadosamente en una coleta, con un traje de sirvientas, un vestido negro y un delantal que antes podia ser blanco ya que ahora era medio beige. Una tenía una complexión mas robusta y la otra era más delgada.

Las dos voltearon a ver a Joel de manera simultanea, la mujer delgada se acercó a Joel apartando el cabello de su frente para ver si no tenía algún tipo de herida, luego de esa revisión se acercó a la otra mujer.

-Puede que alguien le haya enviado- comentó esperanzada.

-¿Qué? Eso es imposible- le respondió -¿Quién enviaría a un muchacho por estas tierras?- resopló viendo a Joel -Las personas que antes trabajaban aquí ya deben estar muertas o apunto de...-

-O puede que estén vivas- le interrumpió -Sino miranos a nosotras-

-De cualquier forma, es ilógico que lo hayan enviado, debe de haberse perdido- refutó la otra mujer.

"¿Qué esta pasando?" pensó Joel, se aferró más a las mantas que traía encima por el terrible frio que se colaba por su piel, volteó a ver la chimenea y el fuego no estaba encendido.

-¿No tienen frió?- preguntó el rizado escuchando el tiritar de sus dientes.

-Ya nos hemos acostumbrado- le respondió la anciana que parecía mas amable -¿Cómo es que llegaste aquí?- le preguntó despues.

Solo vio como Joel temblaba a causa del frío aferrándose a las cobijas, la mujer se dirigió a la gran chimenea de la cocina encendiendo el fuego.

-Alguién me conto del lugar, una antigua cocinera de aqui-

-¡Te lo dije Matilda!- exclamó la mujer dirigiendose a su amiga con una sonrisa.

Quiso preguntar pero al ver que la conversación iba a seguir entre las mujeres se quedo callado, aunque también se perdió de la conversación, luego sintió que era tomado de los brazos y las mujeres lo sacaban llevándolo a otra habitación.

-Dime muchacho ¿Viniste aquí con un propósito?- le cuestionó la otra mujer.

-Vine buscando una aventura- respondió casi de inmediato -Escuche de este reino por parte de una mujer que trabajaba en la panadería de mi pueblo y asi llegue hasta aqui...-

-No vale mi tiempo- le interrumpió la mujer mirándole con reproche desaprobando sus acciones, logró incomodar un poco a Joel. Esa mujer se retiró del lugar agarrando un par de sabanas que estaban dobladas.

-Disculpala, ella es asi desde que la conozco- se disculpó la otra mujer -Pero ella es muy amable en el fondo aunque no lo creas-

-Es mi culpa haber venido aqui- comentó Joel con un aire triste -¿Dónde estan mis cosas?-