Capitulo 9

533 88 7
                                    


Estando cerca de su habitación notó que hacia mas frío de lo común, abrió la puerta y entonces lo vio, al que habia estado buscando hace tanto, el príncipe estaba sentado al borde de su cama.

-Señor ¿Que hace aqui?- Estaba sorprendido de verlo después de tanto.

-¿Crees que soy egoísta?- preguntó Chris con la cabeza agachada -¿Estoy siendo injusto al dejar que la gente se quede aqui para servir a un príncipe sin reino?-

-¿De qué habla?-

-Deja de ser tan formal- soltó un suspiro -No tengo ningun poder, soy como tu- Se encontraba viéndolo de una manera triste, sus ojos vacíos como la primera vez que lo conoció.

Joel se sentó al lado de Christopher y noto que habia mas hielo en su piel, ahora rodeando sus manos.

-Mira todo este hielo- Joel tomó la mano de Chris sintiendola aun mas fria -Tu sabes lo que tienes que hacer para detener esa maldición-

-Acaso tu...-

-Ya lo se todo-

-¿Y qué se supone que debo hacer? Talvez sea una forma de terminar con mi vida que debió tener fin hace mucho-

-No digas eso-

-¡No lo entiendes Joel- Esta vez su nombre sonaba tan diferente a cuando lo llamaba que algo le dolió en el corazón -No entiendes lo que es que cada persona que amas muera frente a ti, personas que pudieron conseguir una vida normal, lejos de aqui, casarse, tener una familia pero no pudieron ¡Todo por mi culpa!- Apretó los ojos para evitar que algunas lagrimas salieran -¡Pude liberarlos hace mucho! Pero... tengo miedo de estar solo, es mi culpa-

-¿Porqué tienes miedo?- Joel se acercó al castaño pero el se levantó y se alejó de el -Yo leí esto- levanto una hoja frente al castaño y el reconoció al instante lo que era, su secreto, el secreto de su maldición.

-Eso no importa ya- le dijo desviando su mirada de los ojos de Joel -Hace mucho que mi corazón dejo de sentir, se congeló, no importa ya-

-No puedes luchar contra la naturaleza- intentó acercarse pero Chris volvio a alejarse -si pierdes la esperanza y renuncias a quien eres lo perderas todo, si no tienes el valor para luchar terminaras siempre con el corazón roto-

-Deben irse- Chris se acercó a la puerta ignorando las palabras de Joel.

Hace mucho tiempo que habia dejado de luchar, habia dejado de creer, de amar.

-¿Irnos? Estamos aqui por diferentes razones, pero nos quedamos porque lo queremos-

-Ni siquiera he convivido con ustedes, ellas lo hacen por lealtad a mi padre- refiriéndose a las cocineras -Pero tu... ¿porqué te quedas?-

-Por que eres mi amigo- Chris hizo una falsa sonrisa ante la respuesta de Joel.

-Vayanse de aqui-

-Escucha...-

-¡Vete de aqui!- Abrió la puerta para irse pero la mano de Joel lo detuvo -Si tanto me crees un príncipe sigue mi orden y lárgate-

Con un gran dolor en su corazón Joel se retiró de la habitación escapando de las palabras de Christopher, fue hacia la cocina para darles aviso a las cocineras de lo que habia dicho el príncipe.

Ellas en un intento de hacerle cambiar de opinión fueron donde el príncipe mas sin embargo solo fueron rechazadas, la idea de que se fueran aun estaba vigente.

Con un gran pesar ese dia los tres tomaron sus cosas y salieron al encuentro del príncipe que les esperaba en las escaleras del salon principal con un atuendo diferente al que siempre portaba, uno que cubría todo su cuerpo que Joel bien sabia era para ocultar el hielo que seguia propagándose por su piel.

Los acompañó a las grandes puertas del reino para despedirse de ellos, el clima era seco y la nieve seguia cayendo, a cada uno les entregó una bolsa llena de monedas, suficiente como liquidación, Joel no sabia si mirarlo fijamente o evitarlo, al final evitó mirarlo a los ojos.

-Que tengan buen viaje- se despidió Christopher con un tono muy serio.

-Por favor cuidese- le dijo Mary como si fuera una madre con un tono dulce y preocupado.

-En la cocina dejamos un libro de cocina que soliamos usar, no olvide alimentarse bien- se despidió la otra.

Chris volteó a ver al rizado y este al sentir una mirada sobre el levantó su vista y se encontró von los mieles del principe, pareció largo el tiempo en que sus miradas se encontraron pareciendo desbordar un millon de emociones en ese contacto visual.

Hasta que los ojos mieles le miraban de manera fria en comparación de la timida expresión de los marrones.

-Cuidate- murmuró con nerviosismo el rizado, expresando mucho mas de lo que sentia con esas palabras.

-Igual- respondió el castaño sin cambiar su fria expresión.

Volteo hacía la gran puerta de madera y alzo los brazos y la abrio con una corriente de aire helado para empujarla, las puertas se abrieron y vió la caída de la nieve tam similar al mismo dia en que llegó.

-Que tengan un buen viaje- se dio la vuelta y empezó a volver hacia el castillo -Hasta nunca- murmuró

Las dos mujeres empezaron a caminar hacia afuera, siendo seguidas por Joel aunque en un paso muy indeciso y titubeante.

Antes de pensarlo se dio la vuelta para correr hacia donde estaba Chris, aun lo veia pero le parecía imposible de alcanzar.

Sin darle tiempo al castaño de reaccionar lo abrazó, la calidez de su cuerpo parecia abandonarle al sentir el frio cuerpo de Christopher.

-Te extrañaré... mucho- le dijo el rizado soltando algunas lagrimas.

-Yo tambien- le respondió el castaño pero se alejo del abrazo -Ya debes irte-

-Si me dejas, yo quiero quedarme a tu lado-

-No Joel-

-Pero...-

-Por favor no insistas mas- el castaño nego con la cabeza -No puedo atarte a mi lado solo por egoismo, eres libre y prefiero que sigas asi-

-Pero tu maldicion se rompería si...-

-Puedes confiar en que sea verdad-

-Pero si no lo es, si se rompe, yo podria...-

-No, si se rompe... te quedarias a mi lado esos ultimos momentos de vida-

-¿Porque lo dices?-

-Perdi la esperanza hace mucho, tengo 116 años, si esa maldicion se rompe sera unos minutos mientras me voy transformando en polvo-

-Chris...-

-Vete y disfruta tu vida-

Debajo del Hielo || Virgato || TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora