Capitulo 4

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Guillermo había pasado todo el día dándole vueltas al asunto de Samuel De Luque buscándolo, prefirió omitir todo pensamiento acerca de él pensando en el hombre durante su celo, y es que no le cabía en la cabeza por que un alfa tan importante como lo era Samuel buscara a un omega como el, vamos Guillermo sabía que era lindo, no es que fuera vanidoso pero sí el mismo no se lo decía ¿entonces quien?, pero tampoco era el omega más hermoso del pueblo mucho menos el mejor omega par un alfa como Samuel

Y es por eso que no presto atención en todas sus clases y prácticamente ignoró a Frank todo el tiempo, no es como sí su amigo le hablará de otra cosa que no fuera Luzu, y también paso completamente de Rubén, su nuevo amigo y nuevo estudiante al que conocía desde hace una semana.

Cuando la campana sonó anunciando el fin de las clases Guillermo no pudo hacer otra cosa más que soltar un suspiro de alivio, sí bien ni siquiera sabía de que habían hablado sus profesores, ya no tendría que fingir prestar atención cuando realmente en lo único en lo que pensaba era en el maldito alfa de ojos verdes.

—Guillermo ya vámonos—dijo Frank a su lado y Guillermo reacciono, cerró su casillero y comenzó a caminar hacia la salida acompañado por el castaño, ninguno hablaba lo cual era raro.

El día en sí era raro y término por convertirse en un día aún mas raro cuando al salir del instituto Guillermo vio un camaro negro estacionado a unos metros de la entrada y sí eso no era lo suficientemente impresionante recargado en el deportivo estaba el alfa que no podía salir de su mente.

Samuel había esperado ansioso que llegara el lunes y es que no podía esperar más para ver al omega castaño, todo su cuerpo ansiaba estar cerca del chico y su nariz exigía volver a llenarse del aroma tan delicioso que poseía el pelinegro, por que sí a Samuel no le bastaba con que Guillermo  fuera hermoso y además tuviera una personalidad muy peculiar el omega también poseía un aroma que lo volvía loco, era chocolate con menta dulce pero no de forma  abrumadora como el resto de los omegas, el chico era simplemente perfecto para él.

Y es por eso que había decidido no esperar más y aún teniendo mucho trabajo pendiente salió de su oficina y se montó en su camaro listo para ir a buscar al omega, se conformaría con hablar solo unos minutos con él.

Y ahí estaba, Samuel De Luque, esperando a que el omega saliera, podía notar a muchas chicas mirarlo incluso algunos chicos también y podía notar en el aire las feromonas que los omega estaban soltando, hasta cierto punto era molesto, pero eso dejo de tener importancia en cuanto vio a su castaño salir por la puerta juntó a Frank.

Rápidamente Samuel se acerco al par de omegas quienes lo miraban sorprendidos, sobre todo Guillermo.

—Hola—saludo con una gran sonrisa.

—Hola—saludó Frank—yo creo que se me olvidó mi libro de historia voy a buscarlo—y sin más salió corriendo al interior del instituto abandonando a un muy nervioso Guillermo.

—Hola—saludo y cuando Samuel tomo su mano y le dio un suave beso en el dorso de ella, sintió sus piernas temblar y sus mejillas sonrojarse.

Samuel noto el sonrojo y le pareció que Guillermo no podía ser más adorable al mismo tiempo que su sonrisa se hacía aún más grande.

Guillermo miraba embobado el rostro de Samuel y es que el hombre era muy guapo no lo podía negar y esa sonrisa que le mostraba era la más hermosa que había visto jamás, pero en ese momento noto otro detalle importante, el olor que desprendía el hombre, olía delicioso, como a madera y canela, no sabía bien por que pero comenzó a sentir más calor del recomendado y como de su entraba empezaba a escurrir un poco de lubricante, ¡genia! simplemente genial, sólo a el le pasaba esto, miren que excitarse sólo de oler al alfa no era algo normal, no según Guillermo.

Samuel vio como el sonrojo de Guillermo se hacía más intenso y sus pupilas se dilataban, sólo le tomo unos segundos comprender lo que estaba pasando, el omega estaba exitado, pero cuando un delicioso aroma llego de golpe a su nariz noto que no sólo había logrado exitar al omega con su aroma sí no que incluso había hecho que el celo volviera, o eso parecía.

Ambos estaban tan atentos en el otro que dejaron de notar a las personas a su alrededor, lo único importante ahora eran ellos y nadie más.

Lástima que no todos estaban de acuerdo con ese plan, pues justo en ese momento Alessandra decidió aparecer y colocarse entre el alfa y el omega.

—Samuel, cariño por que no me avisaste que venías—saludo sonriendo y beso la mejilla del alfa.

Samuel desvío la vista de Guillermo a la mujer y la miro sin entender a que se refería y por que lo había llamado de esa forma.

Guillermo miro a su profesora de inglés saludar felizmente a Samuel y entonces lo comprendió, Samuek no estaba ahí por él estaba ahí por Alessandra , su profesora que casualmente también era una omega, sintió a su omega llorar y esconderse, se sentía humillado y es que, que era él a lado de la señorita , mostró una sonrisa triste y fijo sus ojos en los de Samuel.

—Alessandea no se de...—comenzó a decir Samuel pero se detuvo en cuanto sintió la mirada de Guillermo sobre él y al ver al pelinegro odio lo que se encontró, los ojos de Guillermo estaban apagados ya no estaba ese brillo en ellos y sobre todo se encontraban cristalinos.

—Veo que está ocupado...adiós señor De Luque—dijo el pelinegro y después salió directo a su auto y en cuanto estuvo dentro de el se permitió soltar las lágrimas y arranco para poder salir lo más rápido posible de ahí.

Ni siquiera comprendía por que lloraba, no es como que el y Samuel estuvieran saliendo, ni siquiera se conocían ¡por dios!, pero no podía evitar sentirse como basura, y es que desde que Frank le dijo que el hombre había ido a buscarlo el viernes, después de sólo haberse visto una vez de forma rápida en una tienda 24 horas el alfa había ido a buscarlo, y eso despertó la esperanza en él de que por fin alguien se hubiera fijado en él, y lo que era aún mejor que Samuel De Luque se hubiera fijado en él, que el hombre más sexy que había visto jamás estuviera interesado en él, pero se equivocó por que Samuel no era el tipo de hombre que salía con omegas como Guillermo ¿por qué?, para que salir con él sí tiene a omegas tan lindas como la señorita Alesandea a sus pies.

Y eso no era lo peor de la situación no claro que no, lo peor era sentir el llanto lastimero de su omega al ver que no eran suficiente para el hombre al que consideraba su alfa, por que es obvio que Samuek era su alfa sí no por que había pasado todo su celo fantaseando con el hombre.

Sí definitivamente su vida no podía ser peor.

Samuel miro al pelinegro irse, se sentía horrible y lo que más le dolía fue el tono que uso Guillermo uno completamente frío e indiferente más cuando lo llamo señor De Luque, él era su omega y sí alguien tenía más derecho que nadie a llamarlo Samuel ese era Guillermo

Después miro a Alessandra quien estaba apunto de subir a su auto lo cual rápidamente impidió.

—No vine a buscarte Alessandra—dijo Samuel molesto—y tengo mucho trabajo así que adiós—sin más subió al auto y salió en dirección a su loft, la verdad ya no tenía ganas de hacer nada por lo que restaba del día.

Frank quien vio toda la escena juntó a Luzu no podía evitar sentirse mal por su amigo, el creía que por fin Guillermo podría ser feliz pero parece que se equivocó y Samuel no era ese alfa que esperaba hiciera feliz a su amigo, ahora mismo sentía un odio inhumano hacia la señorita Alessandra y por Samuel De Luque, no lo quería cerca de su amigo no hasta que demostrara que merecía otra oportunidad, cosa que dudaba.

Buscando el Amor(Omegaverse)(Wigetta)[Adaptación][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora