Capitulo 34

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Cuatro meses después del nacimiento de Laura las cosas en la casa De Luque iban increíblemente bien, Guillermo y Samuel se habían acostumbrado a su nueva rutina de despertarse por la noche, Samuel ayudaba en lo que podía y por esa razón había reducido sus horas y visitas a la oficina para de esta forma pasar más tiempo con su familia.

Guillermo estaba encantado con su vida de padre, sí bien no daba saltos de alegría por las noches en vela le parecía un buen precio a cambio de tener a Laura en su vida.

Su hija, en opinión de ambos era la bebé más hermosa que había en el mundo, tenía la piel tan clara como la de Guillermo con un par de lunares en su cuerpo, el cabello castaño igual que el de Samuel y las mismas muecas que Samuel, y los ojos eran de color marrón igual a los de su abuelo.

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Samuel se levantó a mitad de la noche por el llanto de su hija, miro a Guillermo quién se estaba despertando dispuesto a ir a ver a su bebé, pero lo detuvo indicándole que iría él, Guillermo no se hizo del rogar y volvió a acostarse, él por su parte se levantó de la cama y salió del cuarto para dirigirse al que estaba justo frente al suyo par ver que sucedía con Laura.

Entro en la habitación y camino directo a la Cuna y tomo a su hija en brazos.

—¿Que pasa cariño? Tuviste una pesadilla—pregunto en voz baja, pues no podía tener hambre pues no tenia ni una hora que Guillermo se levantó para darle de comer y tampoco tenía el pañal sucio.

La niña se calmó un poco pero seguía sollozando así que Samuel comenzó a mecerla en brazos, un par de minutos después Laura ya se encontraba dormida de nuevo, Samuel la volvió a dejar en la cuna y después dio un suave beso en su frente, salió de la habitación y regreso a su habitación donde se encontró con Guillermo quien dormía tranquilamente.

Fue ver a Guillermo de esa forma, lucía tan pequeño en la cama y estaba cubierto por varias mantas. Fue en ese momento que sintió de verdad que todo era realidad, que por fin después de tantos años de soledad ahora tenia una familia, tenía una persona que lo amaba por quien era y no por lo que tenía o podía obtener de el. Por que eso era lo mejor de Guillermo, el chico jamás pedía nada sólo daba, y lo único que Samuel podía hacer era regresarle todo el amor que el chico le demostraba.

Claro que Guillermo llevaba ventaja pues le había dado una hija, no había regalo mejor que ese. Esa era otra razón por la cual amaba tanto al pelinegro y no podía creer que enserio ese chico lo había echo tan feliz al darle su propia familia.

Guillermo no hacia más que hacerlo feliz y no tenía idea de que podría hacer el para devolverle todo eso a Guillermo.

Pero después recordó algo que sí que podría hacer feliz a Guillermo, con una gran sonrisa en el rostro volvió a acostarse juntó a Guillermo para abrazarlo, mañana tendría mucho que hacer.

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—¿No se por que los llame a ustedes dos?—dijo Samuel irritado.

Estaba con Rubén y Luzu en una de la mejores joyerías para conseguir un anillo de compromiso para Guillermo y para eso había pedido la ayuda de Luzu y Rubén, mala idea pues ninguno de los dos estaba siendo de ayuda.

—La verdad yo me pregunto lo mismo, por que yo no se nada de anillos, ni joyería u omegas—dijo Rubén mirando unos anillos.

—A mi me llamaste por que Frank estaba ocupado, y siendo sinceros el no abría guardado el secreto—respondió Luzu al ver la mirada que le dio Samuel.

—¡¡¡Ya se!!!—grito Rubén—llamare a Mangel seguro el puede ayudarnos.

—¿Por que el podría ayudarnos?— pregunto Luzu confundido.

Buscando el Amor(Omegaverse)(Wigetta)[Adaptación][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora