Parte 3: Entre el cielo y el infierno

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3- Entre el cielo y el infierno

**....¿?.....**

Las campanadas de la iglesia vuelven a repiquetear con fuerza. Los pájaros han alzado el vuelo ante el estruendo que los aturde, graznan asustados, batiendo sus alas sin parar, huyendo del lugar....tanto como me gustaría hacer a mí....

A esas horas no hay nadie en la iglesia. Los feligreses no suelen aparecer hasta la misa de tarde, es hora de rezos, los alumnos internos están obligados a permanecer en sus celdas realizando sus oraciones, todos salvo yo...siempre en el confesionario, inmóvil ante los deseos carnales del nuevo sacerdote a nuestro cargo...siento como sus manos recorren mis piernas temblorosas, blancas, bajo mi uniforme blanco. El hombre de mediana edad resopla asustado y extasiado, queriendo aventurarse más por mi cuerpo.

-Shisai*....onegai....déjeme....-

-Esto es un pecado ¡¡un sacrilegio! Pero no puedo parar... ¿Por qué no puedo, bella criatura? Eres tan hermoso, tan puro...quiero tenerte para mí....oh dioses....-

Otra campanada me hace alzar la mirada al techo oscuro. El hombre que me acompaña grita asustado al oír voces dentro de la capilla, me suelta y sale corriendo aterrorizado, suplicando al cielo que dios le perdone. ¿Cuándo acabará esta tortura? ¿Por qué he tenido que nacer con este aspecto? Dios, dioses, quienes estéis en el cielo.... ¿porque me dejasteis vivir?....

**Starrk**

Que felicidad....no hay ningún ruido que me altere, solo el rechinar de mi butaca balancín mientras me muevo intentando echarme una buena siesta...dormiría eternamente si pudiera, esto es la gloria....una gloria interrumpida por un grupo de exaltados que llegan a la mansión irrumpiendo con sus gritos. Bueh, paso, este asunto no me incumbe, ya se ocupará quien yo me sé...sigo con los ojos cerrados y al cabo de unas horas alguien entra en mi habitación y me lanza fuera de la butaca despertándome de golpe.

-¡¡JODER!!! ¡¡Que cojones pasa contigo Shunsui!!!-

Kyoraku Shunsui, mi "hermano" mayor me observa con una sonrisa despreocupada en su rostro. Va vestido con un kimono masculino de color claro y estampados de flores. Se rasca la perilla que se ha dejado crecer esta vez, pasando luego sus dedos por su cabello ondulado dedicándome una mirada intensa.

-¿Piensas dormir todo el día, Starrk? No eres un vampiro, espabila-

-¿Qué más te da lo que haga en mí tiempo libre?-

-Es que tienes DEMASIADO tiempo libre, hermanito. Los pueblerinos han venido a quejarse de nuevo por la obscenidad de la iglesia-

-Je, y desde cuando los humanos son un problema para ti, me pregunto. Para ser quienes somos, les das mucha importancia-

-Ellos son nuestro sustento. No me hice dueño de estas tierras para ver como pierdo a esos mortales y mucho menos que la parte "buena" haga temblar a nuestros súbditos-

-Son solo viejos monjes...están encerrados y tienen a niños bonitos para dar clase ¿Cómo no se les va a poner dura cuando les ven? Lo que no me extraña es que no haya habido más violaciones-

-No quiero que la iglesia y sus tonterías nos quiten seguidores. Ve a la iglesia y resuélvelo-

-Jajajaja ¿Quién yo?? ¿Meterme en tierra "sagrada"? me quemaré nada más entrar-

-Starrk....- Shunsui apoya una de sus manos en mi cuello fulminándome con la mirada. Vale, no me gusta nada cuando se pone en ese rollo agresivo, va en serio –hay alguien en esa iglesia que no es humano....y nuestro deber es quitarnos "competencia" ya me entiendes....no quiero a ángeles en mi pueblo ¿está claro?-

"¿Batallitas?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora