[#1] ﴾ Lоcцґa ﴿ ༼ Jevil x Seam Fanfic ༽ DR [TERMINADA]

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔: 𝕱𝖗𝖊𝖘𝖈𝖔 𝖆𝖑𝖎𝖆𝖉𝖔

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¡Auch! Se quejaba, y al mismo tiempo dejando escapar algunas risitas, casi inaudibles, ¿cómo fue que acabó en ello? Era su culpa, pues quiso que todo fuera más extremo, sin embargo, cada acción tomada tenía su respectiva consecuencia.
—'Debiste tener más cuidado, Jevil.'—Enuncia el más alto detrás del chaparro, frotaba de manera sutil un trozo de género humedecido alrededor de una vasta herida ubicada en un omóplato del anteriormente mencionado, mantenía una dorada sonrisa ligera, bajando las orejas, de reojo miraba a Seam, divisa que conserva su característica expresión serena de siempre, a pesar de saber que todo fue culpa de él mismo.
—'Piensa que también fue diver', divertido, uee je...'—Comenta ante lo que dijo el minino. Seam exhala pesadamente, concluyendo la limpieza del tajo que Jevil tenía en la parte posterior de su hombro, ardía como nunca, siendo sincero. Un silencio embarazoso gobernaba en ese momento, desde que Jevil había dicho cierta cosa acerca del más alto, la presencia entre ambos no fue igual, el lazo entre ambos dio cambio a bastantes cosas desde que tuvieron que cuidar, obligadamente, al hijo del rey. Por otro lado, ¿desde cuándo, en todas las posibilidades, el petizo diría aquello? ¿Ya se habrá vuelto enteramente loco? Quizás sí, quizás no. Evitando charlar de aquel tema, el peludo iniciaba a vendar la lesión, hecha a causa de un corte de guadaña, el filo penetró fuertemente entre la piel del más bajo, sumado a que tenía una esencia similar a la de metales, era pesado el aroma. Con el pasar del rato aquel silencio incómodo se fue desvaneciendo tal su similitud al polvo hacia el aire, el enano analizaba detalladamente a su camarada, conociéndolo no estaría limpiando heridas que no son suyas, ¿por qué lo hacía? Con discreción prefirió mantenerse, pero sin quitar la mirada cargada de curiosidad.
—'¿Qué?'—Pregunta moviendo ambas orejas.
—'¿Por qué haces esto, muñeca, muñeca?'—Ignoró por completo aquel fastidioso apodo al que acostumbró a decir, de inmediato pensando qué contestarle.
—'Lo hago porque quiero, petizo.'—Evidentemente no era bueno mintiendo, el bufón simplemente ríe alocado, no en exceso. Se movió un poco el cabello hacia atrás, siendo algo dificultoso a causa de ambos mini cuernos que poseía, ser lo que era no era para nada algo fácil.
—'Listo, no vuelvas a hacer ese truco otra vez.'—Finalizó Seam, mirándolo seriamente, estaba claro que el más bajo no se tomó nada de eso en serio, todo era un simple juego desde sus ojos.

Las ardientes y vivas llamas daban pasión y calidez a su hogar, ambos compañeros se hallaban en la cocina después que Seam haya limpiado y vendado la herida del más bajo. El ambiente era calmado y plácido, esta vez, el anteriormente nombrado preparaba galletas con forma gatuna mientras que el chaparro las examinaba con enternecimiento, moviendo velozmente su cola de izquierda a derecha y subido en un banquito debido que no podía sostenerse por la herida.
—'¿Puedo ayudarte, puedo ayudarte?'—Pregunta el petizo, emocionado por querer hacer más y más galletas con esa apariencia de gato. Seam lo observa pacífico, retirando con cautela las galletas del horno.
—'Necesitas descansar, Jevil.'—Afirma, rotando sus ojos de botón, el más bajo produce un sonido frustrado, sin embargo, aquello no quita que note la preocupación de Seam, qué adorable de su parte, no obstante, Seam jamás admitiría que agrada cuidar de él, y si lo llegase a hacer, definitivamente sería extraño. Ambos camaradas se aproximan a merendar, tal como la primera ocasión, frente a frente se ubican, sin quitarse la mirada, ¿acaso comenzaron a acostumbrarse? ¿Desde cuándo aquello se había convertido en casi una rutina? Ninguno de los dos lo sabe, pero es agradable en parte. El chaparro se instruyó a imitar las costumbres de Seam a la hora de beber algo, por ejemplo, una taza de leche, usaba su violácea lengua como un gato hasta vaciar el tazón.
—'¿Por qué me imitas?'—Pregunta el peludo, dejando su taza a un lado y probando una de las deliciosas galletas que había hecho junto al más bajo.
—'¡Yo puedo hacerlo todo, todo!'—Seam estaba cansado de aquella respuesta tan aniñada y molesta.
—'Pues no podrás volver a forzar tu hombro, tienes un corte hondo.'—Jevil baja sus orejas, causando terneza al micho. Tras acabar de comer, Seam se asienta a cierta distancia delante la chimenea, sintiendo la calidez danzar entre su pelaje, con su pata alcanza un libro para retomar su lectura, era su pasatiempo preferido, por otro lado, el chaparro se sienta en uno de los reposa-brazos a observar lo que leía.
—'¿No te aburres de tanto, tanto leer?'—Cuestiona a su camarada, haciendo visibles sus doradas pupilas, su contrario niega con la cabeza y continúa la lectura. Jevil en tal solo unos segundos parece aburrirse, sin embargo, al ver a Seam tan y aún tranquilo luego de aquel incidente de la guadaña, para no molestarlo decide darle una oportunidad, acompañarlo en la lectura. Solo fueron necesarios un par de minutos para que el petizo quede enteramente introducido y maravillado entre los versos de aquel buen libro.