[#1] ﴾ Lоcцґa ﴿ ༼ Jevil x Seam Fanfic ༽ DR [TERMINADA]

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖖𝖚𝖎𝖓𝖈𝖊: 𝕯𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖋𝖗𝖆𝖌𝖆𝖓𝖈𝖎𝖆

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Miraba entre los barrotes y tan solo divisaba penumbras entre las mismas, aroma a hollín, como si viviese en una tumba gigante, acompañado de la vil sensación de estar ahogándose, en lugar de frotar por cuenta propia, no había ni pasillos ni más seres libres, el único libre se consideraba Jevil solo y mismo, el pasillo adornando frente a las rejas con bordes sobresalientes daba a entender que podría de forma fácil desplazarse por allí, mas no lo deseaba, pues ya estaba libre, ¿no? No era necesario entrar a la extensa cárcel de allí fuera, rió a sus adentros por reflexionar semejante cosa, presentía ruidos extraños, como si algo brotara de las paredes y estuviese a su lado, podría predecirlo, estaba muy seguro de ello. Divisaba y analiza a sus acompañantes creados por él mismo, su carrusel mental era imparable, reincorporaba sus fuerzas, como si de alguna manera el guión se destruyese, ¿qué era aquello en frente suyo? Azabache como sus ojos mismos, su maquillaje volvía a su lugar, siendo que él no tocaba su tez, con cierta repercusión extiende de manera pausada su brazo derecho, con miedo de perder el mismo, siente lo frío de tal tacto, semejante a una quinta pared de su libre mundo, parecía tener algo escrito en el mismo, mas no sabía leer por su analfabetismo, reconocía que aquello en ningún momento estuvo allí, más inició su existencia de la nada, como su mente, muy extraño, pues jamás había visto tal tipo de cosas, ¿podría moverlo? Trató con su magia y su propio cuerpo, intento en vano. ¿Cambiaría el texto en su interior? Rozaba la yema de los guantes que usaba, nada cambiaba, y en el momento más inesperado, desaparece, como sus reflexiones y pensamientos. ¡Espera, destino! Jevil quiere seguirlo, ¡el oro vuelve, las mismas de oro, perdidas en un río de desesperanza y amargura, son halladas nuevamente por él mismo! ¡Puede ver con claridad, ve el brillo en sus pómulos! Parecía mantener audiencia, parecía mantenerse bien donde estaba, pues no oía ni risas, ni voces, tan solo susurros que lo acompañan al momento del barullo. ¡Más eco! ¿Qué era tal eco? ¿De dónde venía? Se alejaba lo mejor posible de los barrotes, siempre manteniendo vista delante, pendiente de lo que sea que se avecinara, ¿qué diría el bufón, al divisar una persona? Un humano en su extraño mundo de tinieblas, ¿cómo ha llegado allí? Adornado de armadura firme como las rocas, sus visión cubierta por su propio cabello, sin mencionar una sola palabra, a sus lados, un chivo de no más de metro setenta, pelaje albino como la cabellera del duque, hermoso y con gracia, cubriendo su timidez con un elegante sombrero de colores semejantes a un fiel bosque radiante y vivo, por último, una fémina casi de metro ochenta acompañando al lugar restante, prendas atemorizantes, haciendo comprender al más bajo de todos, que de la realeza no eran.

—'¡Boo hoo! ¡Boo hoo! ¡Uee je je! Tan solo he de estar...' Charla de manera que simulaba estar con viejos conocidos, mas no viejos por ser jóvenes, ¿cuánto tiempo pasó? ¿Qué edad tendría él? ¿Cómo llegaron tales "niños" frente a la puerta de la salida al encierro? Se presenta con finura ante sus receptores, quienes extrañados fijaban en él su mirada, por un momento, el chico cabra replica ante el bufón los tres nombres, los elegidos de la profecía, ¿cómo sabía él de ello? La muchacha de cabello castaño interrumpe la conversa, poniéndose firme a dientes de tiburón, burlona como era de ser por sí misma, cuestionando el porqué un cirquero "inocente" entre los barrotes estaría—'¡Oh! ¡Inocente, inocente soy!'—Como si aquello replicara en beneficio a sus acciones cometidas en un pasado—'Aburridos reyes... Su deseo de encarcelar mi cuerpo falló, fui rápido, inteligente, ¡perdieron la persecución y encerraron a toda su raza! ¡Soy el único libre!'—El muchacho de anteojos muy confuso estaba, pues no hallaba en memoria un tipo de mente sujeto a tales ideas de ser único libre estando encerrado en una celda, ¿era posible que tal idea exista en alguna mente? Al parecer así lo era, pues tenía un individuo con tal tara justo en frente, la chica carcajeaba en son de ironía, pues analiza que tal hombrecillo no requiere de ayuda, no obstante, el mismo mencionado les ofrecería algo irrepetible y deseado por muchos, ignorado por pocos, naturalmente hablando, muy dentro, estaba quebrado, mas había algo, sin formar parte del guión, que lo salvaba de tal atroz destino, presentía algo de haber pasado antes, y pronto de ocurrir, miraba juguetón a sus visitantes, como un niño pequeño entrando en una juguetería, de dentro hacia afuera, se iría regenerando. A los tres les daría la bienvenida a su mundo de travesuras e infinitos juegos sin puntaje, ni trampas, mas solo a precio de sus vidas, estaban tan cerca que podría tocarlos, mas no se arrimaba más de la cuenta, dejaría ver sus amarillentas pupilas entre las oscuridad, sus cascabeles, por llamarlo de alguna manera, volverían a producir tal sonido del collar de un gato, estaba con fuerzas, extremas fuerzas y energía de planificar lo dicho, listo para algo nuevo.