[#1] ﴾ Lоcцґa ﴿ ༼ Jevil x Seam Fanfic ༽ DR [TERMINADA]

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊: 𝕻𝖊𝖖𝖚𝖊ñ𝖆 𝖕é𝖗𝖉𝖎𝖉𝖆

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Ya hundido entre toda porquería capaz de atravesar mentes de sanos mentales, sepultado a irreconocible distancia de la superficie y su sitio lleno de públicos inexistentes, llegó un trance en que más abajo no podría caer, pues ya tocó fondo, la gota que derramó el vaso se sobrepasó de manera que el vaso se volvió una piscina, y la misma un mar personal de ideas y demencias, los muros invisibles tenían sus marcas de zarpazos en ellos, ¿desde cuándo era capaz de hacer semejante atrocidad? Restaba de toda consideración, pues todo su querido y amado público aplaudía y alagaba con exclamación, entregaba una segunda reverencia como agradecimiento y una curva de su boca extendida de oreja a oreja, realmente deprimente es cuando se está consciente que no hay nadie delante, y que todo aquello que hacía, se provocaba por culpa propia, tristeza interna, y un nudo de pensamientos imposibles de controlar. Consciente estaba que tales creaciones, fabricadas con su propia magia y cerebro, no poseían ninguna forma de vida, aquello le producía una basta huella de angustia insaciable, la cual misma, evitaba a toda costa haciendo lo dicho y descrito, entre más reflexionaba, más mal se ponía, por lo tanto, aquello se entiende por todo lo que ha hecho hasta ahora. ¿Qué debiese de hacer ahora? No lo sabía, no anhelaba saber, y tenía claro que nada sabía. Un claro pero muy extraño y mínimo eco lo hizo reaccionar de todos modos, pues levantó considerablemente una de sus aurículas prestando llana atención a lo oído y emitido por lo que sea que haya sido, otro eco, se puso tenso, como si percibiera que algo negativo o maligno se aproximase donde estaba su ser, como si miles de ojos brotaran de las paredes y se dedicasen a mirarlo, observarlo y analizarlo por toda la eternidad, haciéndolo sentir intranquilo sea durmiendo, o en sus propios sueños y pesadillas, otro eco más, con todo estaba claro ya, pues aquellos sonidos iniciaban a moldear su propia identidad, dura, como una piedra, fría, como su propio pecho, y firme, como una montaña, todo lo mencionado mezclado, en un ser, o dos seres, pues los sonidos incrementaban a medida que se distinguía más de cerca, y mantenían un ritmo constante, similar a una secuencia de números que jamás se detenían, dentro de poco, se enteraría que dos se volverían cuatro, como si el ruido mismo se divide en dos, manteniendo dos más, se confundía un montón, queda ciego por un momento, pues tan acostumbrado a la oscuridad estaba, que tan solo una reducida chispa de luz podría noquearlo de vista, se cubre sus pupilas unos momentos hasta lograr acostumbrarse a tal molestia de unos metros adelante, su curiosidad lo mataría, y jamás habría pensado que por ello, se arrepentiría de haberse quitado las manos de la cara el resto, por no decir mucho, de lo que quedaba de vida.

Tras divisar un mechón de pelo, en fracciones de segundo extiende su visión como plato, pues quien posee en frente suyo duda mucho si verlo como una alucinación, un sueño, o una pesadilla que aún lo carcomía, incluso estando despierto, su manera de  dirigir mirada era tan enfermiza, tan delirante, que ni él mismo se lo creía, trata sobrecargar la fuerza de su mirar para lograr divisar quién estaba al lado de quien alguna vez, su corazón se aceleró por cada segundo que avanzaba, localiza un fino y elegante cabello, blanco como la nieve, brillante y reluciente como la luz de lo que hacían llamar el día, a pesar de ser inexistente donde vivía, mismo cabello acompañante de pupilas tintineantes como las estrellas, no obstante, Jevil tenía claro que donde alberga, las estrellas no existen, ni el brillo de éstas, aquel conocido extendía sus extremidades de manera similar a no comprender lo que sucede, uniformado de entonaciones azules al igual que el minino, quien muy callado y sereno examina al más bajo a través de los barrotes, el ya mencionado no podía creerlo, ¿en qué clase de cabeza existiría un nivel de maldad como ese? ¿Qué clase de tara se debía poseer para realizar un acto como aquel? Cada trozo mencionado anteriormente se quebraba en más piezas, y tales piezas en más pequeñas, sucesivamente hasta desaparecer en el mundo cuántico, siente gotas de sudor recorrer y escurrir por un lado de su frente, se desvanecía al caer, erizó su cola y surgió su levitar en intento de verse amenazante, sin embargo, no resultaría tan fácil, pues él libre estaba, y sus dos contrarios, prisioneros totales, en cuanto más progresaba el guión, más tenso se concebía tal atmósfera, no pestañeaban ni una sola vez, ni siquiera un centímetro de sus posiciones, nada de distancia desigual, todo así equivalía al ya guión escrito y hecho hace décadas.