[#1] ﴾ Lоcцґa ﴿ ༼ Jevil x Seam Fanfic ༽ DR [TERMINADA]

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖘𝖊𝖎𝖘: 𝕻𝖗𝖔𝖙𝖔𝖈𝖔𝖑𝖔 𝖋𝖚𝖌𝖆𝖉𝖔

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El eco del repiqueteo de sus botines se podía sentir en su cercanía, abiertamiente entregado a un sin fin de presencias cuya descripción se desconocería hasta ahora y quizá por siempre, hizo presente sus doradas pupilas en medio de aquella toda oscuridad pura y soledad absoluta, ¿cómo ha llegado ahí? Se preguntaba a sí mismo, sin mostrar dientes ni sonrisa de choclo se aventaja hasta el primer sitio se le ocurre, sin siquiera tener idea de adónde va y adónde caerá quizá, en el más grande de los abismos de la locura, y sin retorno, ¿quién era aquel sujeto? Frente a él logra divisarlo en la penumbra, su forma, indescriptible, no sentía miedo, pero debería de haberlo tenido en algún momento. Moviendo su cola contento le ofrece su mano, queriendo gastarle una buena broma de bufón, sin embargo parecía volver a estar solo, pues respuesta no hubo, ¿qué clase de sujeto no le correspondería la mano? Después de todo, era totalmente inofensivo. Aquel ser, con sus prendas deslumbrantes entre las tinieblas y lobreguez, desciende la mirada hasta el pequeño. ¿Quién eres? Oyó su interrogante y aquella lúgubre voz le hizo tensar su cuerpo, el pasar de unos segundos hacía que se haga presente el deseo de desaparecer, tan solo era un pequeño bufón que buscaba vivir, ¿dónde había ido a parar? Lo encontró, lo había encontrado, estaba atrapado, de esta no podría salir, ni siquiera aplicando el mejor de los trucos los cuales tomó años aprender. "El Caballero", se hacía llamar, ¿sería el comienzo del fin? Pasó aquella pregunta por su cabeza. Sus últimas palabras no se pudieron siquiera oír, pues cuya entidad dialogó, jamás se sabría qué ocurriría desde aquel entonces con el pequeño bufón de la corte, quien oía atentamente cada palabra del individuo, fulano, ¿sería acaso realmente un caballero? Comienza a sonreír como maníaco, dando a la vista de todos unos afilados dientes de oro. ¡Hey, joven! ¿Qué ha pasado con él? ¡Ha perdido la cabeza! Las risas no se esperaban, el Caballero simplemente desaparece, quién sabe adónde se dirigirá, Jevil realiza un par de saltos giratorios, cayendo de pie, sin dejar de reír. ¡Hey, joven! ¡Lo han cambiado para siempre! ¿Qué será de él ahora? ¡Todo era un grandioso juego! ¡Todos podían participar! Quizá hasta de forma obligatoria, nunca se había divertido tanto. ¿Y lo mejor de todo? ¡Apenas comenzaba! El tiempo corría hacia atrás, ¡dejaría por fin su miseria! ¡Crearía sus propias reglas! ¿Acaso tú, querido lector, puedes sentirlo? Poniéndose su preciosa pintura de payaso, de arriba hacia abajo sobre sus párpados, estaba listo para el siguiente show, el cual, ¡él sería el dueño!

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—'¿Qué diablos estás haciendo, Jevil?—'Cuestiona el minino, mirándolo totalmente confundido, apenas se llevaban conociendo un par de días, y analiza que el bufón estaba algo desemenjante, al mismo tiempo que demente, no había duda de ello, da unos pasos silenciosos hacia atrás, erizando de manera leve su pelaje azulino, su contrario no dejaba de realizar aquella tenebrosa sonrisa de monedas, movía su cola sin cesar y sin pausas, reía como si le hubiesen contado el mejor de los mejores chistes de todo su oscuro mundo.
—'¿Jugarás, jugarás, querido compañero?'—Demanda el petizo, quitándose y volviendo a colocar su sombrero en su sitio en forma de saludo, repetidas veces, el de ojos de botón no comprende qué quiere decir, desde aquel momento se manifiesta la idea que su nuevo compañero era lunático y disponía de todo exceptuando cordura, ¿qué era cordura? ¡Ya no era el mismo! ¡Ni pensarlo!
—'¡Detente, o te daré un zarpazo! ¡Sabes que no lo dudaría!'—Amenaza el más alto, mirando con enfado, fastidio, y algo de miedo a su camarada.
—'No dudarás en ganar el juego, gran minino, ¿no lo ves, no lo ves? ¡Todo es más divertido ahora!'—Exclamaba dando fuertes risotadas, alertando a algunos guardias que se hallaban vigilando cerca de allí, dando a entender que ocurría una amenaza cerca, ni siquiera vacilarían en apuntar con sus lanzas y espadas hacia el par de cirqueros.
—'¡Nos matarán a ambos por tu culpa!'—Intentó sonar lo más apacible posible, lo cual no derivó en nada a que el de sombrero deje de reír como desequilibrado. No hubo otra alternativa, ni buena ni de muerte, simplemente la sangre brincó por los aires, en pequeñas cantidades, ensuciando de forma escasa el suelo, ardía, ardía demasiado a pesar de ser simples cortes de papel, ¿dónde estaba? ¿Qué había sucedido? Acercó su mano a su mejilla, más sangre, ardor y dolor.
—'¿Seam, Seam? ¿Qué sucedió?'—Pregunta el más bajo mirándolo con ojos vacíos y casi sin vida.
—'Eso deberías responderme tú, maníaco, no vuelvas a hacer eso.'—Le contesta el minino, volviendo a guardar sus garras, afiladas y fulgentes, al igual que aquellas prendas que poseía el extraño Caballero.
—'Fue él... Fue él'—Susurraba casi inaudible el bufón, su sonrisa de choclo se borró. Los guardias se abordaban hacia ambos individuos, ¿no era acaso el caos que tanto deseaba hace unos segundos? ¡Qué le pasaba! Concluyendo, todo sería entonces un malentendido, o una simple broma de payasos.