Capítulo 2

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"¿Nos uniremos a la Rebelión?" Entrapta inclina la cabeza, buscando la confirmación de Catra. Su cabello se retuerce formando unas manos, Catra puede notar lo nerviosa y confundida que esta su amiga.

"Sí. Sí, lo haremos." Catra no está segura de qué más decir. Por supuesto, que lo harán. ¿Dónde más pueden encontrar a alguien que les ayude a acabar con la Horda?

"Pero... ¿Por qué? No lo entiendo. No lo entiendo. ¿Es otra cosa social de esas que no logro entender?" Entrapta mira a Scorpia, que la lleva a un lado mientras Catra dirige el barco hacia el norte. No se prepararon exactamente para el clima frío. Bueno, Catra miente sobre eso. Le contó a Scorpia su plan, y esta lo preparó todo. Por lo que ella sabe, hay un par de abrigos en el enorme baúl que hay al lado de sus compañeras.

Catra no quiere escuchar lo que están diciendo, no quiere escuchar a Scorpia explicar torpemente lo que es una violación, pero escucha fragmentos a medida que el viento comienza a aullar a su alrededor. Los ignora lo mejor que puede. Por lo general, tiene más paciencia con Entrapta, pero está enfada, algunas personas pueden vivir tan ajenas al sufrimiento de los demás, protegidas hasta la saciedad mientras Adora y ella soportaban la cruda realidad todos y cada uno de los días que pasaron bajo el cuidado de la Horda. Dios, Adora. ¿Cómo pude estar tan ciega? Debería haberme dado cuenta antes, debería haber sabido que algo pasaba, todas esas noches que llegabas tarde al toque de queda, desorientada y exhausta con el olor de Shadow Weaver por todas partes. Catra tiembla, ya sea por el frío o por la culpa que siente, no está muy segura.

En el momento justo, Scorpia grita "¡Cuidado!" y lanza un abrigo en la dirección de Catra. Es un abrigo de la Horda. Catra quiere hacerlo trizas, destrozarlo, pero cada vez hace más frío, ahora sabe que el barco probablemente no es el vehículo más práctico si vas a huir al Reino de las Nieves en medio del invierno.

"¿Entrapta?" Catra la llama.

"¿Sí?"

"Tengo una misión para ti." Catra ni siquiera trata de sonreír de forma conspirativa. Está agotada.

"Oh, sí, por favor. Me gustan las misiones. Entiendo eso."

"Necesito que no le digas a nadie sobre los vídeos."

"Me retracto. No lo entiendo. No lo entiendo. ¿Por qué no? ¿No será mas fácil con ellos que entiendan porque cambiamos de bando?"

Scorpia acaricia el hombro de Entrapta. "Bueno, Entrapta, no podemos ir hablando de ello como si nada." Scorpia pone una tenaza alrededor de Entrapta y sonríe con tristeza. "Esto tiene que ver con Adora. Quizá Adora aún no lo sabe, pero aun si lo supiera no tenemos derecho a decírselo a nadie".

Entrapta frunce el ceño, con el pelo hacia delante para empujar sus gafas hacia arriba. "Puede ser"

"Ella no se va a enterar de esto." Dice Catra en voz baja.

"Woah, ¿Qué?" Esta vez es Scorpia la que se enfada con Catra...

Adora la dejó. Adora la dejó sola con Shadow Weaver, las cosas apestaron para ella también, o quizás porque lo hicieron, Catra no está lista para ver a Adora. Y ciertamente no quiere tener la conversación de "Oh, así que Shadow Weaver abusó sexualmente de ti durante quince años". Si. Eso no suena como algo que quisiera que pasara.

"Hemos llegado." dice Catra, ignorando a Scorpia y acurrucándose en su abrigo. "Es hora de pedir clemencia, o lo que sea."

----------O----------

Ella odia esto. Odia la forma en que Frosta la ha mantenido a ella y a sus amigas encerradas en habitaciones separadas durante días. Odia sentirse mareada cada vez que piensa en Adora, odia despertarse con las pesadillas de esos vídeos que se repiten en su cabeza. Destruyó los vídeo cuando mató a Shadow Weaver. No quería que nadie mas los viera. No quiere que infecten la forma en que la gente piensa en Adora. La fuerte y decidida Adora no es una víctima.

Se da la vuelta sobre su costado, abrazando sus rodillas contra su pecho. ¿Adora recuerda algo? Por el bien de Adora, ella espera que no. Tal vez por su propio bien también. Catra no quiere imaginar un mundo donde Adora recordara todo y por lo tanto nunca le contó nada. Pero ella tampoco lo hizo, todas esas veces que Shadow Weaver la lastimaba, la arrojaba a la habitación y le agredía físicamente. Shadow Weaver ni siquiera creyó conveniente borrar esos recuerdos. Catra se pregunta por qué, que habrías sido de ella si el abuso que sufrió hubiera sido borrado. ¿Habría sido buena como Adora? ¿Noble?

Cuando oye los pasos, salta y se inclina contra la pared de manera casual, como si hubiera estado allí todo el tiempo. No quiere que la vean débil, aunque sólo sea Frosta, la princesa más neutral que ha podido encontrar. La puerta hace clic y se abre, revelando a la niña de casi doce años. Su cabello resplandeciente, negro-azulado brilla con la luz del invierno.

"Mis guardias me dicen que deseas desertar." El tono de Frosta es helado, y Catra casi se ríe de la ironía. En cambio, sonríe e inclina la cabeza. Ser indiferente es algo que ha hecho toda su vida, y no va a parar ahora.

"Sí."

"¿Por qué?"

"Tengo mis razones." Catra inspecciona sus garras e ignora cuidadosamente a Frosta.

"¡Eso no es suficiente! Destruiste mi palacio cuando era terreno neutral, has matado gente, ¿Y crees que puedes venir aquí como si nada y que todo se solucionara por las buenas?"

Catra pone los ojos en blanco. "No tienes que perdonarme o entenderme para usarme. No tengo que gustarte, ni siquiera tienes que confiar en mí. Puedes dejarme encerrada en esta habitación si eso te hace sentir mejor. No estoy desertando de la Horda porque quiera... Tengo información, cosas que te pueden servir para tu pequeña rebelión."

"¿Y cuáles son tus condiciones?" Frosta cruza los brazos y mira a Catra, aun logrando parecer condescendiente, a pesar de su falta de estatura.

"No se lo digas a Adora. Te ayudaré, te daré información, recibiré órdenes, pero no puedes decirle a Adora que estoy contigo. Tienes que hacerle creer que sigo sirviendo a la horda. " Catra la mira directamente.

Los ojos de Frosta se extrañan. "Eso es raro. ¿Por qué no quieres que She-Ra lo sepa?"

Catra se encoge de hombros. "No lo sé".

Frosta se cruza de brazos señalando a Catra.

"Tienes una oportunidad para probar que esto no es un truco. Si lo arruinas, se lo diré a She-Ra, y te enviaré de vuelta a la Horda. No suelo juntarme con traidores".

Internamente, Catra se inquieta. Frosta tiene razón. Si Hordak supiera lo que estaba haciendo, enviaría tropas tras ella, no para recuperarla, sino para matarla. Externamente, Catra se burla. "No tienes por que preocuparte."

Los recuerdos que nos atanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora