Los recuerdos que nos atan

Capítulo 4

"El Reino de las Nieves tiene una fuente de información que ha demostrado ser muy valiosa para la Rebelión durante el ultimo año. Con su anterior neutralidad, temo que la Princesa Frosta este en el punto de mira de la Horda, y que esta información se agote en un momento crucial". La reina se toma un momento para hacer una pausa y Glimmer aprovecha la oportunidad para hablar.

"Pero mamá, quiero decir, Su Alteza, Frosta es nuestra aliada, ¡ahora! Con ella, la rebelión ha estado derrotando a la Horda, reclamando tierras. Quiero decir, ni siquiera Adora tenía la información para ayudarnos así -"

La reina Angella se inclina hacia adelante sobre la mesa, con la cabeza apoyada en sus manos. "Sí, exactamente. ¿De dónde viene esa información? Frosta no está siendo sincera con el informante, así que debemos averiguarlo por otros medios".

Adora asiente con la cabeza. "Sí, no, eso tiene sentido. Queremos asegurarnos de que no esté siendo controlada por Hordak". O por Catra, piensa Adora. Catra. Adora se pregunta qué haría Catra si lo supiera. Parte de ella cree que a Catra no le importaría. La otra parte sabe que no cambiaría nada, aunque lo supiera. Hay un abismo entre ellas ahora, y tal vez siempre lo hubo. No ayuda que no haya visto a Catra en mucho tiempo, ni en el campo de batalla ni fuera de él. Probablemente esté demasiado ocupada siendo la segunda al mando para seguir luchando. Puede enviar a sus secuaces a cumplir sus órdenes. Aun así, hace que Adora se sienta sola, aún más en el último mes, ya que el peor de los dolores de cabeza se detuvo y otro dolor totalmente más aterrador se instaló en su cavidad torácica.

Desde la recuperación de la memoria, la Reina Angella ha estimulado cuidadosamente a Adora, lentamente para no abrumarla. Unos pocos recuerdos al día, para aliviar los dolores de cabeza. La reina parece no estar segura de cómo proceder, pero Adora la deja tomar las riendas. Ya está insensibilizada, en su mayor parte.

Oh. Espera, ¿cómo se las arreglará sin sus sesiones?

"Reina Angella", Adora no puede evitar no decirlo "¿Qué hay de mis sesiones para el dolor de cabeza?".

La reina se vuelve hacia ella. "Estaba pensando que Glimmer y Bow pueden ir solos. No sé qué pasaría si paráramos las sesiones ahora. Tus dolores de cabeza podrían regresar".

"¿Y si, no sé, terminamos las sesiones? Como, ¿esta noche? antes de que nos vayamos mañana" Ella sonríe con confianza, titubeando sólo un poco cuando la Reina Angella la mira fijamente.

"¿Cómo funciona eso?" Glimmer pregunta, y Bow la silencia.

"Se levanta la sesión. Adora, ven. Camina conmigo."

Glimmer y Bow comparten otra mirada mientras Netossa y Spinnerella se levantan y se van.

"¡Sí, señora!" Adora sigue el ejemplo rápidamente. Ella siempre se siente un poco incómoda estos días alrededor de la Reina Angella. Mas cuando los recuerdos regresaron a ella. Ahora, se siente como un cristal, en cualquier momento una pequeña brisa la hará romperse en un millón de trozos. La Reina Angella es amable y justa y nada tiene que ver con Shadow Weaver. Adora tiene que seguir recordándose eso.

La Reina la lleva a su habitación, abre la puerta y se mueve hacia adentro.

"¿Estás segura?" La Reina tiene compasión escrito en su rostro, y lastima, por supuesto.

Adora traga. No esperaba que la Reina Angella dijera que sí. "Quiero ser útil de nuevo. Quiero ser de ayuda."

Quiero que dejes de mirarme como si estuviera rota, piensa ella.

La Reina Angella asiente con la cabeza. "Podría ser demasiado, demasiado rápido. Podrías enfermarte de nuevo. No estoy segura -"

"Estoy dispuesta a correr ese riesgo."