Capítulo 7:

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- Hemos estado buscando los informes relacionados con la runa de tu espalda. No hemos encontrado nada. Alguien los ha robado.
- ¿Hemos? - pregunté extrañada.
- Conmigo - dijo una voz a mi espalda.
Sobresaltada me di la vuelta y me topé con Sebastian que se limpiaba las uñas con un cuchillo. No estaba ahí cuando he entrado, entonces, ¿cuándo ha sido? ¡Ni lo he sentido!
- Esto no es algo que podamos contar fuera del círculo de los 5 líderes. Cass está investigando en los libros de su familia pero si no le suena la runa es mala señal - continuó Kael.
- Buscamos el informe de la misión en la que vi la runa pero no lo encontramos. No es normal que desaparezca un informe así que buscamos misiones similares y encontramos otros seis casos desaparecidos - explicó Sebastian.
- ¿Me habéis llamado para decirme que no hay nada?
- Tranquila, fiera. Si así fuera no estarías aquí - se burló Sebastian.
- Sebastian estuvo en cuatro de los casos que faltan. Creemos haber encontrado la relación. Hay un grupo que se opone a la Guardia de Minaria y ha estado causando estragos en varias zonas.
- ¿Y por qué se oponen?
- Estamos en guerra y no sabemos contra que o quien. Entrar a la guardia es voluntario y solo escogemos a los mejores. Los entrenamientos son continuos e intensos pero aún así hay pérdidas. Empezó como un pequeño grupo y manifestaciones pacíficas. No estaban de acuerdo con nuestros métodos y nuestra forma de gestionar la guardia. Poco a poco han ido creciendo y adoptando un tono más hostil. Buscamos informes sobre estas revueltas y creemos que faltan aquellos en los que se debía mencionar algo sobre esa runa - explicó Kael.
- Normalmente los informes de cada misión los revisa el líder de la guardia. Kael ha ordenado que a partir de ahora todos acerca de este grupo se le entreguen personalmente - añadió Sebastian.
- ¿Y que creéis que pueda ser la runa? - pregunté algo nerviosa.
¿Y si empezaban a sospechar de mí otra vez? No me hacía ningún favor que la runa estuviera ligada a un grupo revolucionario.
- Esa es la razón por la que estás aquí - me respondió Kael.
- Una de las dos - aclaró Sebastian.
Miré a ambos sin entender nada. Como parecía que iba a alargarse decidí sentarme.
- Existen algunas runas para identificar otras. No sabemos si es una runa o una simple marca. Si es solo una marca puede que sea una forma de identificarse entre ellos. Si se trata de una runa... bueno, sería más complicado.
- ¿Entonces solo tengo que hacerme otra runa para averiguar si esta lo es?
- No es solo una runa. Necesitaríamos hacer varias. No hay una que dictamine si es o no es. Son distintas que identifican que tipo de runas es. Habría que ir probando todas hasta identificar el tipo de runa. Si ninguna reacciona entonces solo es una marca.
Al no recordar nada estaba absorbiendo continuamente toda la información que podía y era realmente agotador. Me masajeé la sien y miré a Kael. Su mirada azul me calmó, como si mirara al cielo un día tranquilo.
- Las runas son útiles pero también peligrosas. El cuerpo solo aguanta determinado número de runas. Por eso las curativas desaparecen a las pocas horas. Si es necesario aplicar más se puede sin problemas. También es necesario hacer bien las runas, de lo contrario puede haber consecuencias bastante desagradables. En cuanto a la técnica no hay problema, disponemos de grandes guardianes. Sin embargo, la media de runas que puede aguantar el cuerpo humano es de siete en el caso de los hombres y cuatro en el caso de las mujeres. Intentamos nunca llegar a esas cifras. Como en la Guardia son todos hombres no suele dar tanto problema. La cuestión es... - pareció dudar.
- Que soy mujer. Y ya tengo dos runas y una que puede serlo.
- Y parecía tonta - se burló Sebastian.
- Sigo sin entender que haces aquí. Solo haces comentarios innecesarios. ¿Por qué no te vas y dejas hablar a los mayores?
Mostró una media sonrisa e inclinó la cabeza de manera que el pelo se apartó ligeramente de su rostro. Dejó a la vista la cicatriz de su ojo derecho y de nuevo vi asomar una marca en su piel en el lado izquierdo del cuello. Normalmente con el uniforme no se veía pero al inclinar la cabeza se podía apreciar. En un primer momento había pensado que sería un tatuaje pero ahora me planteaba la posibilidad de que fuese una runa.
- Resulta que yo sí soy un guardián. Uno de los 5 líderes de hecho. Tu aún ni siquiera has hecho la prueba. Solo estás aquí porqué tú eres el problema. Así que deja de darte tanta importancia.
- Sebastian, ya vale - le regañó Kael.
Como estaba mirándole a él, le daba la espalda a Kael y aproveché que no me veía para retarle con la mirada. Sebastian resopló y continuó jugando con el cuchillo que tenía en sus manos.
- Volviendo al problema. No sabemos si es una runa o no y no sabemos tu resistencia. Normalmente esto se mide en la prueba para acceder a la guardia pero tal vez sea el momento adecuado para probarlo.
- ¿Y qué ocurre cuando te pones más runas de las debidas?
- Mareos, fiebre, malestar general, vómitos, reacciones en la piel... los síntomas son muy variados. Normalmente ponemos el límite cuando empieza alguno de ellos.
Asentí.
- ¿Y cuándo váis a probarlo?
- Eso era lo otro que quería comentarte. Mañana te haremos la runa para ver a que Guardia pertenecerás, en caso de superar la prueba. Espero que Nate te explicara como funciona.
Asentí.
- Bien. Cuando despiertes la runa habrá desaparecido y  en su lugar estarán los porcentajes. No durarán mucho en la piel y después te haremos la prueba para ver tu resistencia.
Asentí de nuevo.
- ¿Entonces a partir de mañana que haré?
- Te unirás a los reclutas en la Residencia y entrenarás con ellos en la Academia. Tendrás que despedirte de tu dama de compañía y de Nate.
- ¿Dejaré de tener entonces la runa de custodia?
- No. No podemos arriesgarnos a que pase... algo inesperado. Dependiendo de que Guardia te sea asignada, el líder decidirá un nuevo guardián.
- ¿Si fuera la Guardia Escarlata podría ser Nate?
- Sí, lo lógico sería mantenerle.
- No creo que encajes bien en esa guardia así que dudo que tengas que volver a verle - interrumpió Sebastian.
- ¿Y eso por qué?
- Los Guardianes Escarlata son de fuerza bruta. Dudo que pudieras levantar tu propio peso, preciosa.
- ¿Y que hay de la Guardia Oscura? ¿Es a donde vais a parar los capullos?
Sebastian fue a responder pero Kael le detuvo con un gesto de la mano.
- Mañana veremo el resultado y decidiremos en base a eso. Te sugiero que aproveches tu último día de tranquilidad. Aún no puedo revelar la fecha de la prueba pero vas a necesitar un milagro para entrenarte de buena manera antes de que llegue.
- Conseguí escaparme de vuestros guardias. No creo que sea un caso perdido - contesté mientras me ponía en pie.
Sebastian se rió y crucé mi mirada con la suya. Estaba de pie frente a la puerta. Sus ojos no se apartaban de los míos. Ese azul tan claro y gélido como el hielo. Había conseguido adapatarme a esa mirada y ahora ya podía apreciar la belleza que había en ella.
- Sé que disfrutas de mi compañía pero necesito salir - le dije arqueando una ceja.
Sonrió y sin decir una palabra se apartó.

La Torre de Cristal [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora