Piers Nivans y Tú (Resident Evil)

Parte 24-No me olvides

(Parte 2/2)

Nuestro capitán aminoró un poco el paso y dejó que me pusiera a su altura, cosa de la que no estaba muy segura tras lo ocurrido antes.

-¿Por qué se lo has dado?-preguntó Chris en un tono muy bajo

Mis ojos esmeraldas lo miraron con precaución mientras mis manos sujetaban con firmeza mi arma. Sabía que Chris hablaba del colgante que adornaba ahora del cuello de Jill.

-Yo siempre supe dónde estaba mi camino-respondí en el mismo tono

-¿Te das cuenta de cómo te estás comportando? Eres imprudente

-Tu compañera me saca de mis casillas, Chris, lo siento-miré hacia atrás y vi como Piers nos observaba. Volví la vista al frente-No quiero hablar de esto delante de ellos, aún menos de Nivans

Una de las rejillas del techo cayó sin previo aviso y una de esas cosas se abalanzó sobre nosotros. Empujé a Chris con fuerza mientras la criatura soltaba aquel líquido negro sobre mi hombro y mi mano izquierda. Piers encaró su potente fusil y voló la cabeza de aquella cosa con un poderoso disparo que resonó por todos los pasillos cercanos.

-Sarah...-dijo Nivans

-No te acerques-le advertí, sacudiendo mi brazo con fuerza y quitando el exceso de aquel líquido viscoso y negro

El ácido destrozó mi ropa y quemó mi piel. Sí, aquello dolió como el mismo infierno pero mi cuerpo se regeneró pocos instantes después.

-Joder, nunca me acostumbraré a ver eso-suspiró Piers

-¿Estás bien?-la mano de Chris recorrió mi brazo desnudo

-Todo bien, capitán. ¿Y usted?

Afirmó con una sonrisa. Me llenó de regocijo saber que le había salvado la piel a mi capitán, literalmente.

-Tenemos que llegar lo antes posible a ese ascensor-indicó Jill

-¿Qué ascensor?-preguntó Chris con sospecha

-El que baja hasta la sentina. Está al final de este pasillo

Vi como Chris pasaba junto a mí y Piers para ponerse justo delante de Jill. La chica lo observó con total tranquilidad.

-¿Cómo sabes que hay un ascensor? No hay ningún plano que lo indique

-La sentina es a parte más baja del casco del buque, ahí se encuentran las centralitas que controlan los mamparos de emergencia en caso de que el barco tenga alguna fisura en el casco-explicó Jill

El capitán observó a su compañero varios segundos. Eran mejor dejar las desconfianzas para luego, había una misión que cumplir.

-Uno de nosotros debe volver a la cabina de mandos y esperar órdenes, quizá podamos encerrar a esas cosas en vez de atacarlas-indicó Chris-Sarah, eres la indicada, sabes de ordenadores más que nosotros

-Iré con ella. Sé que sospecháis de mí, pero he estado en este barco desde que James lo sacó del radar. Puedo controlarlo sin problema-indicó Jill

-¿Sarah?-preguntó Chris

-Está bien, pero mando yo, que quede claro-le advertí a la chica

Justo antes de irme, Piers agarró mi mano y no pude evitar mirarle.

-Ten cuidado-me dijo con voz firme

Sonreí de forma reconfortante para él y seguí mi camino. Estábamos de vuelta en la cabina de mando y fui hasta el panel que controlaba las cámaras y las puertas. Observé a Piers y Chris por los pasillos mientras Jill trataba de poner en marcha aquella bestia flotante.