Estados Unidos de América. Junio de 2014
Habían sido unos meses tranquilos pero desde hace dos días, las noticias hablaban de nuevos sucesos de bioterrorismo en el sur de China. Lo que Chris y yo hicimos allí, solo fue retrasar lo inevitable. Me pasé esos meses ejercitando mi musculatura. Hice varias flexiones más mientras las noticias sonaban de fondo. Mi móvil emitió un sonido, era un mensaje y no tardé en echarle una ojeada. Era la BSAA, me reclamaban en la base para un asunto urgente. Era hora de volver a ponerse las botas, coger mi arma y salir a salvar el jodido planeta.
Terminé de meter mis cosas en mi macuto y lo cerré. Ya estaba casi todo listo, solo tenía que esperar a que alguien pasara a recogerme para llevarme a las instalaciones de la BSAA. Habían sido cuatro meses sin saber nada de mis compañeros pero tenía especial interés en Redfield, fue el último con el que compartí misión. Sonó el claxon de un coche y agarré mi bolsa de viaje antes de salir de casa. Había un todoterreno oscuro justo delante de casa. Metí mi bolsa en el sillón de atrás y subí en el asiento del copiloto. Un chico joven estaba al volante, nunca lo había visto. Pelo y ojos castaños, caucásico americano, metro ochenta aproximadamente y de complexión fuerte. Por su aspecto imaginé que no podía tener de más de 26 años.
-Bienvenida, teniente Hunter. Soy Piers Nivans y le acompañaré en su viaje a China
Jamás me había puesto tan nerviosa al ver a un nuevo miembro del equipo, pero aquel chico me produjo algo que no podía explicar.
-Eres muy joven para ser capitán
El joven no pudo evitar soltar una risa.
-No soy capitán señorita Hunter, soy teniente, igual que usted. El capitán nos espera en el aeropuerto militar
Sonreí. Aquel chico trataba de adoptar una postura seria y de liderazgo pero se podía notar en su tono de voz que aún se ponía nervioso con algo tan rutinario como esto. El vehículo se puso en marcha y fuimos directos al aeropuerto.
-¿Eres nuevo? No te había visto antes
-No teniente, llevo cuatro años trabajando para la BSAA. He oído hazañas de usted y el capitán Redfield
-Llámame Sarah, tenemos la misma edad-dije con jovialidad
El chico sonrió tímidamente sin apartar la vista de la carretera.
-Así que Redfield y yo somos famosos, no lo sabía
Piers no pudo evitar mirarme tras el comentario mientras tomaba una salida que llevaba hasta la autovía. El trayecto duraría al menos una hora.
-Espero estar a vuestra altura en esta misión
-Lo estarás. Estoy segura de ello
No pude evitar quedar mirando a aquel chico unos segundos, era un chico interesante y parecía muy entregado a su trabajo. Saqué mi PDA del bolsillo y busqué el nombre de aquel chico en la base de datos. Noté que me miraba cuando exclamó sin previo aviso.
-¿Está cotilleando mi ficha?
-Lo siento, es que necesitaba saber quién eras-dije en el mismo tono que él-A ver, Ninvas... toda tu familia ha sido militar desde tu bisabuelo... ¿De verdad?
-Así es. Quería seguir los pasos de mi padre y me gradué como primero de mi clase en un academia militar de élite, donde reconocieron mi admirable habilidad como francotirador
Observé la foto de su ficha. Estaba algo cambiado, más maduro.
-¿Y qué hay de usted? ¿Cuál es su historia?
-¿Por qué no lees mi ficha?-le mostré la PDA con sarcasmo
-¿Cree que no lo hice antes de venir a buscarla? Su historia está en blanco. Solo sé que la reclutó el capitán Redfield en 2008 y desde entonces ha servido en innumerables casos con la BSAA. Aun no comprendo cómo no hemos coincidido ni una sola vez
-Te uniste a la BSAA en 2010, puede que cayéramos con diferentes capitanes
-No es la primera vez que trabajo con Chris
El aeropuerto militar se podía divisar desde nuestra posición.
-Bueno, no importa lo que haya ocurrido antes de esto, lo que importa es lo que está a punto de empezar ahora-miré a Piers y sonreí
Pocos minutos después estábamos en nuestro destino. Cogí mi bolsa y la colgué en mi hombro derecho mientras que Piers sacaba la suya del maletero.
-Sígame-dijo con tono firme
Caminé a su lado durante un par de minutos, nuestro transporte aún estaba en el hangar y estaba puesto a punto para salir. Había personal de un lado para otro. Estaba tan pendiente del trabajo de aquellas personas que no me di cuenta de que Piers se había marchado de mi lado.
-Capitán, la he traído como usted me pidió-informó Piers
Me giré al oír la voz del chico en la lejanía y entonces entendí porque estaba allí. Unas escaleras metálicas bajaban desde un despacho en el interior del hangar. Sus pasos eran pesados por el calzado reglamentario pero su sonrisa seguía siendo la misma. No había cambiado nada, aunque físicamente parecía más corpulento. Le había dado duro al gimnasio, me jugaría el sueldo de un mes.
-Capitán-hice el saludo formal entre soldados
-Teniente Hunter, es un placer volver a verla
Adopté una posición más relajada y traté de mantenerme seria pero, al igual que Piers, me ponían nerviosa cosas tan simples y rutinarias como dirigirme a mis superiores, a Chris Redfield más concretamente. Pensé en estrechar su mano, pero Chris me abrazó con afecto. Piers apartó la mirada, aquello pareció incomodarle.
-¿Cómo te han ido estos cuatro meses de relax?-preguntó Chris
-No he estado de vacaciones, capitán. Los he usado para fortalecerme física y mentalmente
-¿Lo dice por lo que ocurrió en China o en Edonia?
Odiaba hablar de aquel tema, lo ocurrido en aquel sitio debería ser borrado de mi mente para siempre.
-Más bien por lo que hice en aquel hospital de China, subirle a ese conducto del aire no fue fácil-me quedé un segundo en silencio antes de mirarlo con el semblante serio-¿Sigue creyendo que no fue culpa mía lo qué pasó allí, en Edonia?
Chris me dio la espalda mientras cogía un saco de aspecto muy pesado y lo lanzaba al interior de nuestro transporte. Nivans seguía la conversación de forma indirecta.
-La culpa fue mía por creer que esos hombres me obedecerían, pero ellos eligieron dar sus vidas por una causa mayor. Yo cargo con el peso de sus muertes, no usted
-Creo que no estuvimos en el mismo lugar, capitán...
-Escucha. Lo que pasó allí fue un duro golpe para ambos pero eran mis hombres y mi deber era traerlos a todos de vuelta sanos y salvos
-También eran mis amigos. Antes que soldado, hay que ser persona y sé que usted estaba dispuesto a dar su vida para salvar la de ellos
Apretó la mandíbula. Piers observaba en silencio, era casi normal que Chris y yo sacáramos aquel tema y acabáramos algo subidos de tono.
-Yo no fui allí para verle morir
-Nadie debió ver morir a nadie...
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Piers Nivans y Tú (Resident Evil)
Fiksi PenggemarUna chica de Nueva York lo pierde todo en un atentado biológico a su ciudad natal. Tras el incidente, el mismo capitán de la BSAA la recluta para vengar a su familia y acabar con el desastre biológico que azota el mundo entero