Piers Nivans y Tú (Resident Evil)

Parte 15-Feliz Cumpleaños

Nueva York. Agosto de 2014.

Desde nuestro regreso de África, no habíamos vuelto a saber nada de Silva ni de armas biológicas. Chris había indagado en mi idea, pero no encontró nada que pusiera al General en nuestro punto de mira. Si ese hombre tenía las manos manchadas de sangre, sabía ocultarse muy bien.

No me quedó más remedio que volver a casa. Quería desconectar y despejar mi mente. La cuestión era, que por mucho que lo intentaba, nunca dejaba de recibir mensajes de Nivans y Chris. De este último me había alejado un poco. Desde lo ocurrido en el avión de vuelta a casa, sentí que debía darle espacio para recapacitar. Tras decirme que me parecía a Jill, presentí que se sinceraba conmigo porque con ella no logró hacerlo y ese remordimiento le perseguía.

Y luego estaba Nivans, ese chico desconocido que se había convertido en mi mejor amigo en poco tiempo. Siempre que estaba con Piers todo se ponía en duda. Era atento conmigo, le gustaba oír mis historias y me hacía reír como hacía tiempo que no lo hacía. Creo que me estaba enamorando de él y por más que trataba de evadirlo, más me atraía. Recibí una llamada casi a última hora de la tarde y era mi capitán.

-Hola Hunter

-Chris, siento no haber respondido a los mensajes, estaba ocupada

-Tranquila. Oye, esta noche los chicos se reúnen para tomar algo ¿quieres venir?-preguntó

Miré el reloj de pared. Eran las 7:40 p.m y también era mi cumpleaños. Nunca le había dicho a nadie que cumplía años tal día como hoy. Desde la muerta de mis padres cumplir años ya no me ilusionaba, simplemente era un número que aumentaba año tras año.

-No creo que sea buena idea, ya sabes que me llaman "la mimada" porque siempre vamos juntos

-Vamos, no dirán nada. Solo quiero que nos tomemos algo y nos relajemos un poco. Piers vendrá y Carter...

Creo que de golpe sentí unas ganas inmensas de ir. Ver a Nivans era un incentivo.

-Si oigo ese mote por alguna parte, te juro que le partiré la boca a quién lo haya dicho

-No esperaría menos de ti-noté la sonrisa en su voz-Nos vemos en nuestro antro de siempre. No me hagas esperar

Acepté su oferta, después de todo ya no podía pasarme nada por ir a un pub oscuro y plagado de tíos junto al soldado de la BSAA más conocido y respetado. Opté por unos vaqueros ajustados y una camiseta básica de manga corta en color verde militar. Salí a la calle y recorrí varias manzanas hasta llegar a mi destino, "Black Horse", el antro de moda de los tipos duros. Aquel lugar no solo era frecuentado por hombres, también había mujeres, pero la gran mayoría algo descocadas para mi gusto, pero no para el de los hombres que frecuentaban ese sitio. Abrí la puerta con decisión y todo estaba más oscuro de lo normal. Esta noche el pub estaba cargado de caras conocidas. Junto a la barra, pude ver a Chris, Carter y Piers sentados en unos taburetes. Me dispuse a acercarme a ellos, esperaba sorprenderles, pero algunos de mis "compañeros" empezaron con las bromas.

-"La mimada" ha entrado en escena

Varios de los presentes se giraron al oír eso y aquel estúpido mote recorrió todo el lugar en segundos. Mostré una sonrisa desganada y enfadada. Esta noche no iban a pasársela llamándome así y tampoco dejaría que nadie saliera en mi defensa porque yo no necesitaba la ayuda de nadie.

-Que risa ¿verdad? Seguro que no te ríes tanto cuando te parta la cara y tengas que pedir que enciendan las luces para que puedas encontrar todos tus dientes

Se quedó en silencio y pidió algo de calma entre sus compañeros cuando estos empezaron a reírse tras la amenaza.

-Hunter, siempre lo arreglas todo a golpes ¿no prefieres que los de un hombre por ti?