CAPÍTULO 1

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Los transeúntes que pasan por la calle siguen su camino, desinteresados por el mundo que los rodea. Cada uno tiene problemas y cada uno se ocupa de resolver sus asuntos.

Como lo acordé con Nine, él vigila desde el último piso de la torre para ver que todo vaya de acuerdo al plan. Durante ese plazo de tiempo, yo intercambiaré los peluches normales de Kururin por los que tienen la sustancia química que hará explotar este lugar.

-Tan linda como siempre. -Cojo un lindo peluche de kururin del estante.

-Tres minutos más. -Se me acerca Nine. -Tendremos 26 minutos hasta que los generadores repongan la energía.

-¡Entendido! -Esto es demasiado emocionante.

-¿Has memorizado los planos del lugar? -Le respondo con una sonrisa cínica pero divertida.

-¿Por quién me tomas? -A;lo que el me responde con otra sonrisa mientras mira el reloj de su muñeca.

-Ya casi es la hora. -Se da la vuelta y baja por el ascensor para observar desde la terraza de otro edificio a unas cuántas calles al frente.

Segundos después de que Nine se marchara, el edificio y toda la ciudad queda sumergida en la oscuridad.

Como lo dijimos: "un poco después de las 3pm...."

Toda la ciudad se para al instante y en seguida entro en acción.

-¡Por favor permanezcan calmados! -Los guardias intenta tranquilizar a los visitantes impacientes. -¡No empujen! -Los visitantes se notan cada vez más nerviosos. -Diríjanse hacía las escaleras de emergencia y evacuen el edificio de manera ordenada. -Señalan la salida.

No puedo evitar sentirme tan emocionado por la situación, mientras los visitantes evacuan y oigo llorar a un niño en brazos de su mamá, aprovecho la ocasión para dirigirme al piso 20 como acordé con Nine para colocar los explosivos disfrazados de maneras estratégicas al rededor de todos los pilares principales que mantiene en pie uno de las torres.

Somos rápidos en nuestro movimientos y en los pasillos de cada lugar no se encuentra ya nadie, todo el mundo está evacuando. Además, no hay manera que nos descubran ya que hemos desactivado las cámaras de seguridad al cortar la energía principal de la ciudad. Es un plan perfecto.

Coloco un Kururin cerca del baño y otros cerca de las alfombras, siempre tomando en cuenta que halla un rociador bajo el.

Finalmente tomo en mano el último Kururin explosivo y bajo por las escaleras del piso 20.

-Hisami... -Esa voz la reconocería en cualquier parte. Era Lisa, esto no estaba planeado.

-¿Qué te trae a un lugar así? -Las luces de emergencia de las escaleras se encienden dejando ver a penas su rostro. -¿Estás jugando a las escondidas? -Bromeo lanzándole el peluche. Lo atrapa con nerviosismo. -Te dejaré sostener eso, debes sentirte sola por estar escondida.

-Bueno... -Sus grandes ojos negros brillantes como los de un zafiro se le quedan viendo al peluche miedosa.

En realidad los Kururin son peluches muy lindos, no tengo idea porque a alguien no podría gustarle.

-Prometeme algo. No lo dejes hasta que te diga ¿Si? -Bajo las escaleras a toda prisa antes de que pueda contestarme.

-Hey... ¡Hisami, espera! -Lo siento Lisa....

Al verla no puedo evitar sentir un poco de nostálgia por todos esos niños... Su aura y su personalidad tan cerrada, tímida e inexpresiva me recuerda a ellos, sobre todo esa mirada llena de pena...

El Amor no tiene escapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora