Capítulo VI

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La nave de Lord Mohdark llegó a la ubicación donde había ocurrido la gran batalla entre los Gralentianos y los Forox, justo en las coordenadas en donde Mirton le había indicado a Mohdark que se mantendrían para esperar a las fuerzas de los opositores. Mohdark no entendía lo que pasaba, apenas llegó lo que encontró fueron puros rastros y pedazos de la Nave de Mirton. Simplemente no lo entendía, pero la verdad sospechaba lo que había pasado, entonces ve flotar en todo el espacio el cuerpo de Mirton Sabogh, que ya estaba blancuzco y descompuesto por el tiempo que había pasado en el vacío espacio sin protección. Mohdark colocó una expresión decepcionante en su rostro por el fracaso de Mirton y su necesidad de mostrar su Supremacía frente a Gralentine y mediante esto, satisfacer la ira y el odio acumulado en él. Ahora, el Siervo Oscuro, tendría que afrontar la situación frente de su Majestad por el fracaso de este inepto Forox, que lo llamaban el más fuerte y poderoso de todos. Falsos nombres y leyendas donde ahora vemos realidad.

Lord Mohdark les pidió a sus tripulantes y soldados que contactaran a La Oscuridad lo más pronto posible y que posteriormente se retiraran todos de aquella Sala de la Nave Oscura donde se encontraba. Sus fuerzas hicieron lo que él les pidió, exactamente en su orden, justo en el momento que La Oscuridad atendió el contacto, sus fuerzas abandonaron el puente de mando de Mohdark y éste, después de asegurarse de que no quedara ninguno cerca de ahí, empezó a explicar a su Majestad, Amo y Líder lo que había ocurrido:

- Mi Señor, me lamento decirle que la misión del Forox, Mirton Sabogh, ha fracasado y dejado que los herederos y sus aliados escaparan con sus armas y concentraciones. No sé si nos tomó del pelo, pero esto ha llegado muy lejos. Apenas llegué al lugar con las fuerzas prometidas al Ringhio Seidita lo que me encontré fue su cuerpo todo hinchado y descompuesto rondando por todo el espacio, además de retazos y pedazos en todo el Espacio de su Nave. Todo su Ejército de Forox parece también haber sido destruido, no queda rastro de nada de ellos. Pero usted dirá cuáles serán nuestros próximos pasos, Señor.

- Lord Mohdark, tú has hecho bien en ir y ayudar a Mirton, él es el que me ha fallado, después de todo no lo perdonaré y su alma no tendrá espacio en mi Reino después de la vida, él no terminó de cumplirme; sin embargo, no creo que los prisioneros hayan logrado por sí solos todo lo que me mencionas, tú me mencionaste de una Estación que le enviaría fuerzas aliadas para rescatar a los prisioneros y destruir a Mirton Sabogh y a todo su Ejército Forox. Es todo lo que concuerda con lo que me has descrito. Él inútil Ringhio Seidita creyó que podría con fuerzas Gardelianas, pero eso mostró su ineptitud ante estas situaciones, me alegro mucho no haberlo reclutado para mi Ejército.

- Mi Señor, Dios de los Dioses, el más Grande de los Grandes- lo alabó su hijo y Siervo predilecto- sé quiénes han causado esto. Ha sido la Estación Espacial Gralentine quien vino con sus fuerzas aéreas y acabó con todo este Ejército Forox y su Líder, Mirton Sabogh. Estoy seguro que fueron ellos. Mirton me lo comentó cuando contactó conmigo por segunda vez. Ya usted no estaba en ese momento y no quise acudir para saber qué debíamos hacer, pero ha sido mi culpa por pedirle que no llegara a nuestro Planeta, aunque estoy seguro que hubiese causado grandes pérdidas para nosotros, Señor, lo confieso.

- A un culpable ya tienes, es momento de hacerles pagar a todos los involucrados con este ataque- dice La Oscuridad- vuelve y busca el resto de tú Ejército, toma la Nueva Nave Mayor que tiene instalada el hiper propulsor y acaba con esa Estación Espacial lo más pronto. Deben de estar por evacuar a la Base Asonada Secreta, si te apuras, podrías conseguir información muy concreta de su ubicación. Presiento que ya estamos cerca de encontrarlos.

- De acuerdo, Señor- le responde Mohdark- Retornaré a vuestro Reino, iré en busca de mi Ejército, tomaré la Nueva Nave Mayor Oscura y con todos ellos iré en busca de esa Estación Espacial, y como dice usted, los destruiré todo. No dejaré a nada ni nadie vivo, se lo prometo señor. Si puedo encontrar la ubicación de la Base que usted menciona y que tanto hemos implorado, le avisaré de inmediato. Disculpe mi intromisión, ¿pero cómo han sido los acuerdos y tratados con las Repúblicas intervenidas después de todo?

EL ÚLTIMO REY (Saga de Tren Infernal - VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora