Capítulo VIII

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Al día siguiente, después de la larga noche, la Base Asonada despierta sin saber del peligro que corría, tras haber sido descubierta su localización por las fuerzas oscuras, estas vendrían pronto bajo el mando del poderoso Lord Mohdark. A la vez, la Base Secreta Asonada esperaba con gran urgencia la respuesta del último Escuadrón que había enviado para investigar respecto a la barrera digital que se estaba rumoreando que era la próxima potente y gran construcción de La Oscuridad, que lo resguardaría de la guerra por la que estaba pasando su Liderazgo; todos esperaban que nada malo les hubiera pasado, pero según los cálculos hechos por los Líderes Asonados, hoy deberían de enviar el mensaje su Escuadrón, sin embargo pudieran durar uno o dos días más, si se pasaban de eso sabrían que algo muy malo les había pasado y que podría estar en riesgo, lo irónico es que ya lo están, aunque es mucho peor, debido a que no tienen ni la mínima idea de este peligro que corren. La Oscuridad se sentía victoriosa cuando aquel Lumiciano que había traicionado a los herederos y los aliados, le entregó el mensaje del Escuadrón FIRIOH que tanto imploraba, esto le daría mucha delantera en toda la guerra.

La poca esperanza del Universo recaía en los Asonados, si un ataque los debilitaría lo suficiente, esa poca esperanza que aún queda... esa llama que aún busca la libertad de todas las Galaxias, se apagaría por siempre. Un ataque recibido de Lord Mohdark podría desabastecer en gran parte las fuerzas que han logrado recopilar los Asonados, por lo tanto, deberán de estar muy bien preparados, por lo que es la única ventaja que tiene los seres oscuros, el factor de que ellos no están listos para esta batalla. Lord Mohdark era el responsable de acabar con esta Organización opositora que tanto tiempo les ha llevado buscar y encontrarlos. Sin ellos presentes, la Autocracia tendrá el camino libre para poder colonizar la parte Oeste del Universo y acabar con toda libertad que aún pueda existir. Lo poco que queda de luz, se haría oscuridad por completo. Por ello, la supervivencia de estos Asonados son el futuro y el porvenir de todas las Repúblicas del Universo. Además, La Oscuridad tendría las dos últimas concentraciones que tanto anhela y cuando esto ya esté hecho, su poder será ilimitado, ya nadie podrá confrontarla.

El Lumiciano, Veedo Moncle y su nuevo aliado Cordi Klaun, no dejaron perder ni un segundo y emprendieron de una vez su nuevo Proyecto de la nueva Estación Espacial. La Oscuridad no se tardó en enviarle los esclavos que le había prometido de las Repúblicas Intervenidas, estos fueron elegidos al azar por sus Líderes, corruptos y represores que siguen las Leyes y todas las órdenes que les dé su Majestad y primera Señoría. Los dos Forox, sabían que construirían un gran Imperio económico con ambas Estaciones, las cuales serían respetadas de cualquier tipo de Intervención militar por parte de las fuerzas oscuras. Su Majestad le prometió que sería así y el Lumiciano dejó de preocuparse entonces. Cordi Klaun había visto grandes ventajas en ese Lumiciano con el que había hecho negocios, lograron burlar a Mirton Sabogh y negociaron por sí solos con La Oscuridad por algo que les trajo muchos más beneficios y no le trajeron problema alguno... como hicieron los herederos y sus aliados con la Nave de Mirton y todo su Ejército. No podían quejarse en lo absoluto, muy pronto habrán construido su Estación y estará en manos muy seguras para el resto de su vida, sin embargo si su Majestad pierde toda esta guerra, el Nuevo Liderazgo recaerá la justicia sobre ellos por la traición que había cometido a la paz, equilibrio, orden y democracia del Universo, aunque el Lumiciano ni Cordi Klaun tenía en su interior la mínima idea de que los Asonados ganarían la guerra. La Oscuridad le aseguró al Lumiciano que con este mensaje que le había traído, la guerra ya la habían ganado de manera inmediata, no existía nadie que pudiera reversar lo dicho. Cordi Klaun se ha hecho mucho más rico de lo que era antes y esto jamás se los podrá perdonar su buen amigo, Utnapishtim, ni su hija, la Canidiana: Onotomia.

II

Lord Mohdark, les pidió a sus Comandantes que se encontraban a su servicio en la Nave adonde iban, que se comunicaran de forma inmediata con la gran y poderosa Oscuridad, debían informarle de sus avances. El Siervo Oscuro tenía gran fe que esta vez su ataque no fallaría y las victorias estarían más a favor de sus fuerzas y el Reino de su Majestad. Mantenía una soberbia y arrogante actitud, que nada podía hacerle imaginar que esta guerra podría perderla. Cuando la comunicación se pudo dar, vio a su amadísima Oscuridad sentada en su enorme Trono, podía darse cuenta que su Nuevo Reino ya estaba a punto de ser culminada. Sin dejarlo esperar por más tiempo, le dijo:

EL ÚLTIMO REY (Saga de Tren Infernal - VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora