Narra Rubén.
Empecé a ser consciente de mí mismo cuando la mañana ya estaba bien entrada.
Me estiré con lentitud en mi cama escuchando como todas las vértebras de mi columna crujían espantosamente, tenía un dolor de espalda tremendo, y ni hablemos del de cabeza.
Con un esfuerzo sobrehumano conseguí despegar mis párpados de mis ojos y que las primeras imágenes del día se visualizasen frente a mí.
Las persianas de mi habitación estaban completamente bajadas y las cortinas corridas, quizás por eso la luz del día no me había despertado mucho antes.
Eso fue lo primero que me llamó la atención, pues, a mis veinticuatro años, nunca solía dejar mi habitación tan cerrada y a oscuras debido a que, sí, era un poco miedoso. Siempre dejaba las cortinas abiertas, y algunas rejillas de la persiana sin cerrar para que así, entrase alguna luz a la habitación.
Pero cuando me desperecé, aún más, en la cama y pude erguirme, el hecho de comprobar que iba completamente vestido, incluso con las zapatillas puestas, me confundió incluso más.
Solía dormir en calzoncillos, o desnudo, no era normal, en mi, el acostarme completamente vestido...
Y pensándolo mejor: ¿quién coño duerme con las zapatillas puestas?
Entonces, y dando por obvio que algo no cuadraba, intenté, pese al espantoso dolor que me provocaba el hacer cualquier ejercicio mental, recordar lo que había pasado la noche anterior.
Fragmentos de la noche vinieron a mi.
Flashback.
-¿Qué vas a tomar?-decía aquella pelirroja.
-Pues...¿Qué me recomiendas?
…
-Entonces...¿me odias sin más, pelirroja?
-No, ciertamente ahora te odio con un motivo. Odio que la gente que no me conoce me llame pelirroja.
…
-Parece que te he pillado por sorpresa, pelirroja. ¡Ey! ¿Qué haces?
-No se nos permite hablar con el cliente si no está consumiendo.
…
-¡¿Pero qué cojones se supone que tengo que hacer para librarme de ti?!
-Bésame.
…
-¿¡Entonces qué coño hago!?
-Vente a mi casa a dormir.
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Los polos opuestos se atraen. [FanFic elrubiusOMG]
FanfictionDicen que nunca se conoce a nadie al completo. Que cada persona es un mundo y que sus secretos más internos jamás salen a la luz. Y eso es lo que yo, Sarah Bécquer, de 21 años, espero que ocurra. Que nunca nadie llegue a conocer los fantasmas de mi...