Capítulo III.

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Bastó un abrir y cerrar de ojos para que la tienda estuviese llena hasta arriba de miles y miles de personas que no paraban de empujarse, gritar, pedir autógrafos y fotos. Observé totalmente anonadada a la mansa de personas que se aglomeraba al rededor del chico de 24 años que había llegado, tarde, a su cita.

El aclamado invitado se hacía llamar Rubén, o Rubius para sus seguidores, las cuales debo de recalcar que eran sobretodo chicas, cosa que me llamó especialmente la atención, debo de reconocer que el chico no era feo pero tampoco era nada del otro mundo, de hecho, para mi parecer, Enrique, el otro Youtuber que había estado hace unos meses en nuestra tienda, era mucho más atractivo.

Aún así, tenía que agradecerle a ese tal Rubius el gran favor que me había hecho.

Nuestro jefe no nos veía, ni a Diego, ni a mí, con las suficientes cualidades como para tratar con un invitado de ese calibre, así que se estaba encargando él mismo de asistirlo. Por lo tanto, a nosotros no nos quedaba más que mirar como los chavales se peleaban por quien iba primero en la fila e intentar, sin mucho éxito, vender algún artículo.

-Parece que para lo único que han venido es para verlo a él.-Dijo Diego el cual estaba desesperado en su intento de vender a alguno de los chicos un videojuego.

-No entiendo cómo una sola persona puede montar tanto alboroto.-Le contesté.

Ambos nos encaminamos hacía el almacén de la tienda para despejar nuestras cabezas un momento de semejante alboroto.

-Es que no es "una sola persona", es elrubius.-Me rebatió Diego mientras bebía de su botella de agua.

-Oh no, no me digas que tú también eres un seguidor de ese idiota.

Nunca había visto ningún vídeo de ese tipo, pero, obviamente, trabajando en lo que trabajaba, y como buena friki que soy, algo sabía de ese personaje y algo me habían contado.

Por lo que decían, era un chaval que había empezado como todos los YouTubers, subiendo vídeos a YouTube jugando a videojuegos, pero con una particularidad, eran vídeos, generalmente, cargados de humor, palabrotas, y más de una tontería, idea que cautivó a la gente la cual estaba algo cansada ya de los vídeos serios de YouTubers como Willyrex, que se tomaban los gameplays demasiado en serio.

Y por lo que me habían contado, poco a poco se creó un hueco en YouTube, y no solo un hueco, sino que llegó, en relativamente poco tiempo, a alcanzar en subscriptores a Willyrex, el cual era el que más de ellos tenía por esos entonces, y no solo se contentó con alcanzarlo sino que lo superó, y, a día de hoy, contaba con la vertiginosa cifra de siete millones y pico de subscriptores.

Puedo decir, con total seguridad, que era el YouTuber que más me asqueaba del mundo, con diferencia, según contaban, en sus vídeos se dedicaba a insultar a diestro y siniestro, sin excepción, fuera quien fuera la víctima, y no solo eso, sino que ridiculizaba a la mujer en diversas ocasiones con comentarios como "Mujer, a fregar" u ofreciéndole a su supuesta mujer virtual, de un juego llamado Skyrim, una escoba y platos sucios como regalo de Navidad.

Era algo realmente vergonzoso y por eso me sorprendió tanto que la gran parte de sus más fieles fans fuesen chicas, de todas las edades, que enloquecían por sus huesos.

-Bueno...yo...algunos vídeos suyos son graciosos...-Dijo Diego nervioso, como siempre, intentando defenderse de mi acusación.

-En fin... te perdono la vida pero porque me caes bien...que si no...-Dije de broma, el pobre chico me caía bastante bien, era simpático y lo último que quería era intimidarlo.

Él sonrió como única respuesta.

-Deberíamos salir ya o el jefe va a creer que nos escaqueamos del trabajo.-Le advertí.

Los polos opuestos se atraen. [FanFic elrubiusOMG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora