Me dirigí hacia la derecha, estaba casi seguro de que nos dirigimos hacia esa dirección. Ravin era pesado, pero no podía dejarlo solo y menos después de todo lo que ha hecho por mí. Necesitaba llevarlo a un lugar seguro y ya estaba anocheciendo. ¡El cielo estaba oscureciendo! Sabía que no iba a llegar a este paso, así que aceleré aunque tuviera que usar más fuerzas para llevar a Ravin. El problema era que no importaba lo mucho que caminara, parecía como si me quedara en el mismo lugar de inicio. ¡Es como si estuviera dando vueltas! Me ponía cada vez más nervioso porque Ravin todavía no paraba de sangrar y se ponía cada vez más pálido. Lo peor es que lo empiezo a sentir caliente, lo que significa que puede tener fiebre. ¡Qué voy a hacer ahora!
¡Oí un ruido que provenía de los arbustos! En ese momento me entró un terror encima y empecé a correr. Ambos pies de Ravin estaban arrastrando todo el piso, pero no podía hacer nada. Debo mantenerme vivo para poder salvar la vida de Ravin. Mientras corría las manos me sudaban y el brazo de Ravin se empezaba a resbalar de mi mano. Disminuía la velocidad para tomar impulso y sujetar firmemente el brazo de Ravin y colocarlo donde estaba. Mis manos empezaron a temblar y más veces tenía que disminuir la velocidad para ayudar a Ravin. No me detuve ni por nada en el mundo. Necesitaba huir porque no sabía si era una mangosta o algo peor. Me dolía todo el cuerpo, pero especialmente las piernas. Mientras corría, empecé a ver claridad o sea que si seguía adelante, no habría más árboles. Así que corrí lo más veloz que pude.
No se como rayos, pero lo logré. Logré llegar a la parada de autobuses. Me entró una satisfacción y la adrenalina que llevaba al 100% , disminuyó. Había un par de mujeres sentadas en un banco esperando el autobús.
Manuel: ¡Auxilio! -dije acercándome a ellas mientras cargaba a Ravin- ¡Necesito ayuda!
Las mujeres pegaron un grito y se alejaron gritando y diciendo frases en hindi.
Manuel: ¡Tranquilas! -grité tratando de que no se alejaran- ¡No les haré daño!
Las mujeres no se atrevían regresar ya que estaban muy asustadas. No las culpo, ya que Ravin estaba pálido y sangrando, y yo estaba sin camisa cubierto de sangre. Cualquiera creería que maté a Ravin. Coloqué a Ravin en el banco donde estaban sentadas las mujeres antes de que yo llegara. Busqué y miré alrededor para ver si alguien más estaba esperando en la parada, pero no vi a nadie más. Quisiera preguntarle a las damas cuanto tarda el autobús en llegar, pero lamentablemente yo no sé hablar hindi y ellas al parecer no saben hablar español. Miré por todos lados, pero no había nadie más. Me rasque la cabeza mientras pensaba que iba a hacer.
Sabía que si no hacía algo, Ravin moriría, así que me arriesgaré y lo salvaré yo mismo. Lo primero que hice, fue abrir la mochila para saber que recursos tenía para ayudar a Ravin. Lo primero que encontré fueron los calzoncillos mojados.
Manuel: ¡Perfecto! -dije- ¡Esto funcionará!
Tome el calzoncillo morado de Ravin, le quité mi camisa (que había usado para parar la sangre) y le pasé el calzoncillo mojado para lavar la herida. Empecé a sudar y traté de no entrar en pánico. Rabin movió sus labios suavemente como si tratara de decirme algo.
Manuel: No te preocupes Ravin, estarás bien
Una de las chicas me entregó, con la mirada baja, uno de los muchos paños que llevaba encima. La miré a los ojos, ella subió su mirada e hizo contacto visual conmigo.
Manuel: ¡Gracias! -dije mientras la miraba a los ojos- ¡Muchas Gracias!
Rápidamente se avergonzó, bajó su mirada y rápidamente volvió con sus compañeras. Parecía como si se incomodara que yo la mirara. Tome el paño y se lo coloqué en la herida a Ravin, haciéndole un nudo para que se mantuviera allí. Con el nudo que le hice sabía que no se le iba a salir. Por lo menos ya "lavé" la herida. Me refiero a "lave" ya que la lave con agua nada más y no con jabón. La lavé con los calzoncillo de Ravin. ¡Espero que no se le infecte! Dejé a Ravin tendido en el banco mientras me retiraba de él y respiraba hondo con tranquilidad. Las mujeres se acercaron a él por curiosidad.
Lamentablemente, eso no quedó allí. Cuando creía que lo peor había pasado, Ravin empezó a moverse. Empezó a sudar y a hacer movimientos raros. Era como si no pudiera controlar los movimientos, como si fueran involuntarios. Ravin encogió sus brazos, mientras los mantenía trinco, y empezó a sacudirse y moverse. En ese momento, las mujeres gritaron y se colocaron detrás de mí. Yo también estaba asustado pero si yo no daba la cara, nadie lo haría. Ravin se empezó a sacudir más fuerte y se acercaba a la esquina del banco. Necesitaba ayudarlo, porque si no, se iba a dar un mal golpe. Me acerqué rápidamente y lo logré atrapar en mis brazos antes de que cayera contra el suelo. Lo coloqué en el suelo y me alejé para poder pensar mejor.
No sabía que hacer, Ravin estaba convulsionando. Estas son las cosas que deben enseñarnos en la escuela, y no las enseñan. Me empecé a acercarme a Ravin, pero en ese momento, una de las mujeres me detuvo con su brazo. Era la misma mujer que me dio el paño que coloqué en la herida de Ravin.
Mujer #1: ise chhod do (déjalo) -dijo mientras mantenía su brazo sujetando mi pecho-
Otra mujer, mayor que ella, se le acercó a ella. Se veía un poco molesta y asustada. Como si pensara que les iba a hacer daño, como si fuera una amenaza para ellos.
Mujer #2: aap kya kar rahe hain? (¿Qué rayos estás haciendo?) -dijo como si la estuviera regañando- kisee ajanabee kee madad karane kee aapakee himmat kaise huee? (¿Cómo te atreves a ayudar a un desconocido?)
Mujer #1: hamaaree madad kee jaroorat hai (Necesita nuestra ayuda)
Mujer #2: unhen dekho (míralo) -dijo mientras las dos mujeres me miraban- aur agar ve bhagode hain? ( ¿y si son fugitivos?)
Mujer #1: shaant (Tranquila) -dijo convenciéndola- vishvaas rakho (ten fe)
En ese momento la mujer mayorcita se alejó. La mujercita mantuvo su mano en mi pecho para que no me acercara a Ravin. Un par de segundos más tarde, Ravin se detuvo y volvió en sí.....
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Escape del Pasado
AventuraSi pensaban que era de romance, se equivocaron, es de aventura. DESCRIPCIÓN: Juan es un niño de 18 años que siempre cuida y protege a Manuel, su hermano menor. Juntos enfrentan la vida. En un suceso desafortunado, Juan muere y deja solo a su herman...