Modern Love (Amor moderno)

Parte 3: Rafael y los infortunios de la virtud.

Noriaki caminaba por la cera de la calle, traía un lienzo en blanco que cargaba entre los brazos y lo llevaba a su pecho, veía cada grieta en la cera y trataba de evitarla, mientras que repetía una y otra vez sus diálogos.

Saco las llaves, estaba ya en casa.

Entró en silencio, su padre estaba trabajando en el estudio, era algo así como periodista, o al menos eso era lo que quería creer.

-Hola, papá. - le dijo, pero este estaba muy ocupado, siguió su camino.

-Kakyoin. - respondió su padre. -¿Cómo va la obra?

-Bien.

-Kakyoin. - le detuvo nuevamente. -tu amigo Jotaro llamo. Es muy agradable, aunque he oído que su aspecto físico es tosco. No me molestaría tener un yerno como guardaespaldas.

- ¡Papa!- grito con ira Noriaki, quien entró al estudio pero su padre estaba ya en la puerta, se lanzó a abrazarlo.

-No importa que pase, quien seas y lo que hagas, siempre serás mi pequeño. Siempre y cuando seas el mejor. - sacó de su espalda algo.-Un juego de acuarelas, las he comprado hoy...Jotaro me dio el dato de una tienda de artes con artículos importados.

-Papá, esto es muy caro...

-No solo es la obra, la exposición de tus pinturas en tu escuela esta cerca y solo te faltan algunas. Le agradecí a Jotaro y lo he invitado a cenar, pero al parecer tiene invitados en casa, se disculpó. Quizá terminando la obra podamos invitarlo nuevamente. - fue de nuevo al escritorio, arrancando una hoja de papel y se la dio a su hijo.- Me dijo esto. Al menos podría ser tu mejor amigo.

-Papá, yo no soy gay.

-Y yo tampoco soy periodista, ahora termina y yo terminare.

Los padres de Noriaki eran buenos, claro sus altas y bajas, su padre lo apoyaba en todo y conocía muy bien a su único hijo. Era lógico que le dolía, pero lo conocía muy bien, había métodos...adopción y esas cosas, quería que la familia se extendiera. Por otro lado, la madre Kakyoin falleció hace ya tiempo, aunque difícil, no hubiera aceptado que su hijo fuera "Julieta" (a ver si esta referencia es de su talla.jpg)

La nota no decía más que "un código".

"Mis abuelos han llegado de Estados Unidos, han traído algunos obsequios, son bastante absurdos, la verdad, pero sería interesante presentarte o darte algunos, creó que coleccionas este tipo de cromos. Te veo mañana en la escuela"

Traducción.

"Mis abuelos han llegado de Estados unidos, son bastante absurdos (anticuados-dijo Nori) Sería interesante presentarte, pero, mañana te veo en la escuela."

La familia Kujo no vivía muy lejos de donde los Noriaki, cada mañana se iban juntos, pero por la nota parecía que Jotaro estaba en problemas.

***

Las chicas murmuraban, lo seguían a paso decidido. Pero Kakyoin no pudo ver que algunos de 3er año se acercaban, con las mangas de las camisas abiertas dejando ver los puños limpios.

- ¡Así que eres el maldito homosexual! - dijo uno.

-Míralo, si fuera chica sería muy linda.

-Con su cabello rojo y esos ojos, esa piel. Lástima que, para un hombre, eso no queda.

-Y para rematar, con "el mas varonil" de la escuela. Jotaro Kujo... imagínate lo que debió hacerle. ¿Qué, te gusto su miembro o a él le gusto el tuyo?

-Si dices que fue él, nos vamos y a él lo lastimamos, bonito.

Kakyoin no dijo nada, obviamente esto lo tomaron mal, fue un solo golpe que lo noqueo, tres patadas en el abdomen. Las chicas los ahuyentaron, aunque celosas por que Nori era "el novio" de Jotaro, no podían dejar por alto aquel acto.

No fue nada fácil, quizá para Jotaro estuvo mejor, nadie se metía con él, pero había "valientes" que lo retaban por ser "gay", pero más allá de eso Jotaro estaba acostumbrado a la soledad, a influir temor y miedo, y...

- ¿Reprobar? - Kakyoin se acercó al profesor. -Mi examen es perfecto, lo revise al menos tres veces y compare con mis compañeros.

-Lo que debería de revisar, señor Noriaki, son sus... "modos". - el profesor le sonrió. -Puede que, a otros profesores, varones, les de algo a cambio por esas notas.

-Profesor es mi primer año, es mi primer profesor en esta materia y durante 3 meses ha visto que soy un excelente alumno.

-Vamos Nori, no hay porque hacerse el inocente. - el viejo le tomo la barbilla.

-Lo veré en extraordinario, profesor. - Kakyoin se alejó aventándole el examen en la cara. -Si tanto quiere ese tipo de servicios, puede meterse el examen...ya sabe dónde.

Fue en 3 materias donde había "fallado" los primeros exámenes, mujeres, hombres, daba igual lo veían como la misma representación del mal. Otros tantos, aunque lo juzgaban, pero aceptaban el buen estudiante que era, otros lo felicitaban por ser lo que era.

- ¿Dónde está nuestro Rafael? - pregunto el director quien miraba el reloj. - ¿Sabes dónde está Jotaro?

-No. - lo miro. -No tomo clases con él. - dijo sin dejar de verlo. - ¿Qué?

-He oído que son buenos amigos.

-Bueno, no lo conozco todavía. No muy bien. -seguía mirándolo.

-Jotaro, no hay necesidad, la obra se que puede ponerlos en aprietos y revelar lo que uno siente por ...

-Lo conozco de hace dos semanas.

-Debes admitir que es un chico llamativo. Jotaro no diré nada, pero ese rostro tuyo cuando lo viste fue amor a primera vista.

-Tiene ojos bonitos.

El director le sonrió.

-Lo esperare 10 minutos más, si no, daré por muerto este día.

Esperaron media hora, Kakyoin nunca llego. Jotaro salió de la escuela, camino un poco más allá de su casa por que a lo lejos pudo distinguir el cabello rojo de su compañero, estaba enojado, dejarlo así, perdió una hora de su tarde...hasta que lo vio bien, tenía una gaza en la nariz.

-Kakyoin. - corrió hacia él.

Cuando el pelirrojo volteo, no fue agradable, se veía agotado con su camisa en sangrentada.

-¿Qué ha ocurrido?

-Lo siento, Jotaro. No pude ir...

-¿Qué te ocurrió, a ti?

-No...No entenderías. - le contestó de mal humor.

-Es mejor dejarlo sobre el escenario. Yo tampoco estoy acostumbrado a ese tipo de..." tratos".

-No lo creó.

-Yo puedo ser tu amigo.

-No es lo que más nos conviene.

-Voy a tratar... voy a tratar de ganarme tu amistad y todos los infortunios de tu virtud.

Kakyoin se sonrojo. Jotaro solamente le sonrió, para luego alejarse, al menos después de eso y pese a los contratiempos, quizá y solo tal vez, comenzó a entender que aquel amor moderno no era solo en aquella obra...