♥ Capítulo 8 ♥

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O'Brien manejo por lo que pareció una hora, durante ese tiempo trate de tranquilizarme y de convencerme de que esto era una buena idea, funcionó durante un rato aunque una pequeña parte de mi seguía diciendo que tenía que alejarme y decidí ignorar...

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O'Brien manejo por lo que pareció una hora, durante ese tiempo trate de tranquilizarme y de convencerme de que esto era una buena idea, funcionó durante un rato aunque una pequeña parte de mi seguía diciendo que tenía que alejarme y decidí ignorarla por una vez en mi vida, espero no arrepentirme.

Llegamos a un parque, aunque parecía más bien un bosque nunca había estado aquí, pero ahora que lo pienso bien, jamás supe que existía. 

O'Brien estaciono la motocicleta y baje de ella, al quitarme el casco le pregunté — ¿En dónde estamos?

— En el bosque de la primavera — me dice, había escuchado hablar de este bosque pero nunca antes había venido espero que haya algo interesante que hacer a parte de dar un paseo.

— ¿Qué se supone que vamos a hacer? 

— Aquí ofrecen varias actividades que espero te gusten. Vamos — me dice y empezamos a caminar, entramos al bosque, me encanta ese silencio que hay el cual es interrumpido ocasionalmente por los pájaros, ninguno de los dos dice nada, simplemente disfrutamos de la compañía, tras un rato caminando se empiezan a escuchar a personas hablando y cuando nos acercamos más me asombra lo que veo.

— ¡Oh por Dios! ¿Vamos a montar en caballo?

— Así es, ¿alguna vez lo has hecho? 

— Una vez, cuando tenía como ocho años 

— Veamos si te acuerdas como se hace.

Nos acercamos y O'Brien paga, después de eso nos dejan pasar, un hombre nos explica que es lo que debemos y no debemos de hacer, me ayudan a subir al caballo y nos recuerdan que el recorrido dura una hora, ya con todo listo nos dejan salir.

Esto es increíble, recuerdo que cuando era niña el caballo era controlado por un señor así que no iba muy rápido y hubo varias veces en que el caballo se quería ir corriendo pero el señor lo controlaba, internamente deseaba que no lo pudieran controlar para que el caballo se fuera y yo con el pero nunca paso.

La hora se pasó rápido, sentí que fue muy poco pero me divertí, durante el camino fuimos haciendo un par de bromas nada más, llegamos a la estación, la verdad no sé cómo se llama y entregamos a los caballos.

— ¿Ya estás cansada?

— No, me estoy divirtiendo ¿Por qué? ¿Vamos a hacer otra cosa?

— Que bueno, y si vamos a hacer una cosa más.

Me toma de la mano y empezamos a caminar, en el trayecto nos encontramos con un señor que vendía manzanas acarameladas y con chile.

— ¿caramelo o chile? 

— Ah... chile

— Me da una manzana con chile por favor — le dice O'Brien al señor, el señor le da la manzana a O'Brien y la paga.

En Busca De Mi Príncipe AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora