Día 6: Humillación (kamukoma + Junko)

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Eso no era lo que tenía en mente cuando bajó las escaleras de aquella habitación secreta en Kibougamine.

Pensó que podría ayudar en la batalla contra la desesperación, que le demostraría a Junko Enoshima que no era capaz de opacar la esperanza de la academia, pero...

Ahora se encontraba atado de pies y manos, cada una de sus extremidades separada lo más posible de la otra, completamente desnudo, bajo la mirada penetrante de la Súper Esperanza de Preparatoria, y por alguna razón eso no le disgustaba en lo absoluto.

El clic-clac de los tacones de Junko resonó por la habitación, muy a su pesar tuvo que apartar la vista del chico de cabello azabache frente suyo y dirigir su atención a la rubia que lo miraba con una sonrisa repulsiva en el rostro.

—Sabes, Komaeda-senpai, tenía algo diferente planeado para hoy, pero esto parece mucho más divertido —Junko revisaba sus uñas mientras hablaba, como si no le interesara realmente lo que estaba haciendo, o quizás para evitar ver demasiado el cuerpo desnudo de Nagito —. Bastante altruista de tu parte el tomar el lugar de Nanami-senpai.

Por supuesto, Nagito no dejaría que ninguna chica fuera sometida a semejante humillación, mucho menos Chiaki, el símbolo de la esperanza para su clase, y su única amiga. A su parecer, era mucho más preferible que alguien como él fuera la víctima de aquello, y no podía evitar pensar, en algún lugar recóndito de su mente, que definitivamente lo merecía.

Cuando Junko se aburrió de mirarlo, giró sobre sus talones y cambió el foco de su atención al otro chico en la habitación, que seguía en la misma posición examinando al albino.

—Bueno, tengo más cosas que hacer hoy así que, ¡todo tuyo, Kamukura-senpai! —tan pronto terminó de hablar depositó un pequeño control remoto en las manos de Izuru y salió del cuarto.

Ambos chicos permanecieron en completo silencio por minutos, la mirada temblorosa de Nagito fijada en la ajena a pesar de la vergüenza que sentía. Conforme el tiempo transcurría, las ataduras se volvían más dolorosas y el sonrojo de Nagito más grande.

—A-Ah, Kamukura-kun, ¿cierto? —Nagito le ofreció una pequeña sonrisa— Alguien como yo no debería esperar ningún favor de la Esperanza Definitiva pero... uhm, ¿podrías ayudarme? Está posición es algo... ah...

Se removió en su lugar, los ojos de Izuru tenían un pequeño destello de curiosidad que lo hizo estremecer ligeramente. El tener toda la atención de alguien como Izuru hacía que la sangre en su cuerpo se agolpara en su rostro y... en otro sitio también.

Izuru se acercó lentamente, examinándolo de forma detenida, siempre conservando esa expresión estoica que lo caracterizaba. Después de segundos que le parecieron tortuosos al albino, la Esperanza Definitiva habló.

—Estás en una situación humillante, pero parece que tu cuerpo siente placer —puntualizó como si se tratara de un tema casual.

—A-Ah... es porque Kamukura-kun me está mirando... —Nagito intentó juntar las piernas lo más que pudo a pesar de sus ataduras, pero el movimiento solo logró que una ola de placer atacara su estómago bajo sacándole un pequeño gemido.

Izuru se limitó a seguirlo observando con detalle, como si secretamente buscara probar los límites de la vergüenza del albino, saber qué tanto resistiría antes de rogar por su tacto sobre su piel acalorada. Tras unos momentos, sacó el control remoto que le había sido entregado de su bolsillo asegurándose de que Nagito pudiera verlo bien.

—Si presiono este botón, todos tus compañeros de clase podrán verte en vivo —rozó el botón rojo con el pulgar para ver la reacción de Nagito, quien apartó la mirada deteniéndose a pensar.

—No quiero someter a mis compañeros a ver mi asqueroso cuerpo de esta manera... ya es demasiado horrible que Kamukura-kun tenga que... ¡U-uhm!

Calló de inmediato al sentir una perfecta mano bronceada colocarse en su frente para medir su temperatura. Un suspiro se alojó en sus labios temblorosos incapaz de salir de ellos por completo, todo su cuerpo estaba ardiendo, casi rogando por más del tacto ajeno.

Izuru retiró su mano después de unos segundos, la acción acompañada de un pequeño gemido de abandono por parte de Nagito.

Haah, Kamukura-kun... por favor... tócame más... nnghh... —intentó forzar su cuerpo hacia adelante, persiguiendo la mano de Izuru que ya se encontraba lejos de él.

—Estás teniendo un episodio hipomaníaco. No voy a tocarte de otra forma, no puedes consentir así —volvió a hablar despacio, como intentando que el albino realmente comprendiera sus palabras a pesar de su estado.

—P-Pero... —suspiró, sintiéndose derrotado— Kamukura-kun no debería preocuparse por mí así... uhm... s-sé que soy asqueroso y que mereces alguien mucho mejor que yo pero... si quieres usarme, yo...

—Aburrido.

—¿P-Perdona?

—Es aburrido que pienses de esa forma. No tengo necesidad alguna de usarte, Komaeda Nagito.

Sus extremidades temblaron violentamente ante la mención de su nombre, probando los límites de sus ataduras. No sabía hasta cuándo podría seguir aguantando la mirada de Izuru en su cuerpo desnudo; parecía que su cuerpo entero se volvía extremadamente sensible ante la presencia del azabache.

Justo cuando estaba por comenzar rogarle por su tacto de nuevo, una figura reconocida irrumpió una vez más en la habitación, esta vez con compañía.

Después de que la rubia chasqueara los dedos, una chica de cabello oscuro y expresión seria se apresuró a comenzar a desatar a un tembloroso Nagito, que se desplomó en el suelo ni bien estuvo libre.

—¿Hmm? Parece que Kamukura-senpai se entretuvo con el nuevo juguete que le trajimos. —Junko le dedicó una sonrisa a Nagito, que apartó la mirada con disgusto.

—No me resultó sexualmente estimulante, si eso es lo que pensabas —en una acción poco característica, Izuru se quitó el saco que llevaba para ponerlo al rededor de los hombros de Nagito—. No tengo la capacidad de disfrutar del sufrimiento ajeno, como tú.

—Huuh, Kamukura-senpai no es nada divertido... —hizo un puchero poniendo una voz adorable, antes de cambiar su personalidad totalmente— Bien, fue suficiente, esto es muy aburrido, sigamos con el plan original.


N/A: Tuve que terminar esto en el trabajo, las cosas que hago por ustedes 😔👊🏽

Kinktober 2019/2021 [18+] 「HinaKoma/KamuKoma」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora