Kinktober 2019/2021 [18+] 「HinaKoma/KamuKoma」

Día 5: Gangbang (kamukoma/varios x Komaeda)

Los Guerreros de la Esperanza habían hecho un buen trabajo manteniendo a los adultos al margen, la mayoría de los que no estaban ya muertos se ocultaban en la oscuridad como cucarachas ante el miedo a tener el mismo destino. Era extraño ver a otro adulto en las calles de Towa mientras hacía sus paseos rutinarios, y por lo general nunca nadie se acercaba con él al intuir que su actitud despreocupada ante el caos significaba que estaba del lado de aquellos niños.

Esta vez, sin embargo, su paseo lo había llevado hasta un grupo de hombres que parecían estar teniendo una reunión en un callejón apartado de la ciudad. Su curiosidad le ganó y decidió escucharlos mientras se ocultaba detrás de un auto volcado.

—Tendremos que pensar en más formas de conseguir suministros, no podremos sobrevivir con lo que hay en el refugio por mucho tiempo, ¿saben?

—Hombre, lo que más me preocupa es que no sé por cuánto tiempo pueda soportar estar rodeado de tanta gente, también necesitamos privacidad.

—Y que lo digas, toda esta tensión y nada para liberarla.

—Mi esposa no ha querido hacer nada, aunque le dije que me estaba volviendo loco sin...

En su afán por escuchar la plática ajena con más claridad, sus movimientos terminaron por hacer que el sonido de la pesada cadena que llevaba arrastrándose en el suelo retumbara en un momento de silencio durante la conversación. Su cuerpo entero se tensó al ver a aquel grupo girar las cabezas en su dirección.

—¿Quién está ahí? —uno de los hombres, de aspecto rudo y amenazante, alzó la voz mientras caminaba hacia el auto que le servía de escondite.

—Eres uno de esos malditos niños, ¿verdad? Te vamos a enseñar una lección —un segundo sujeto habló sujetando lo que lucía como un tubo de metal en sus manos.

Tragó saliva pensando en un posible plan de escape, si bien era demasiado débil para posiblemente lidiar con todos esos hombres a la vez, quizás si tenía suerte podría...

—¡Hey, es ese hijo de puta que trabaja para los niños!

Ah. Un par de brazos robustos lo alzaron con facilidad, antes de que pudiera procesarlo bien, se hallaba de rodillas en el suelo rodeado por por lo menos siete personas, una de ellas sosteniendo un manojo de su cabello de tal manera que podía sentir su cuero cabelludo arder en protesta.

—Ahah... qué mala suerte... —intentó sonreír a pesar de que ya había lágrimas comenzando a aflorar en sus ojos por el dolor. 

—¿Qué crees que haces aquí, eh? —el que jalaba su cabello aumentó la fuerza de su agarre— ¿Crees que puedes espiarnos y salirte con la tuya?

—¡Tenemos que darle una lección a este bastardo!

El grupo comenzó a discutir qué posibles tormentos le esperarían, pronto el sonido de sus gritos se convirtió en ruido blanco para sus oídos, enfocando sus pensamientos en la sensación que crecía en su estómago, una mezcla de ansiedad y otra cosa.

Los hombres parecían no ponerse de acuerdo en cómo empezar, así que aclarando su garganta para llamar su atención, decidió darles una pequeña sugerencia.

—No soy más que un miserable sirviente, no tienen que escatimar en castigos para mí, pueden usarme como quiera-¡Ahn! —Antes de que pudiera terminar de hablar fue empujado bruscamente para quedar de espaldas.