Querido Pueblo

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Mientras una tenue lluvia azota tus prados y tu tierra moldeada.

Mientras mi desesperación me obligue a desear lo que nadie más quiere.

De a poco percivo el privilegio de unos días de desconexión total.

Durante el agobiante sol que nos seduce incluso de noche.

Durante la calma al frotar y frotar sin miedo a lastimarme.

Al fin comprendo lo que es la paz, en un lugar mágico, incluso si no tiene mucho que dar.

Estando con primos, con amigos. También con extraños que comprenden lo que es vivir.

Perder todos mis miedos. Lo que reprime a un hombre de cometer locuras, es lo que a veces impide crecer.

Y créanme que agradezco este viaje, donde mi humanidad entendió su ser.

Espero volver en otra ocasión a mi querido lugar, del que dueño no soy.

𝓟𝓸𝓮𝓶𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓐𝓻𝓭𝓾𝓪 𝓥𝓲𝓭𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora