Un Hombre Bonito

Beso

Pov. Stiles

Llegó la noche y no podía pedir más. Fue muy lindo todo a la par de agotador.

Derek había decidido no usar un automóvil para transportarnos y me arrastro por toda la zona prestigiosa de Beacon Hills.

Visitamos un restaurante nuevo de comida italiana y bebimos vino que estaba en su punto.

Paseamos por los parques, museos e incluso pudimos ir al cine.

Regresamos al Hotel pero teníamos hambre, fuimos directo a la ducha. Pero no nos bañamos juntos.

Derek había entrado primero y se puso un pijama ligera y se metió a la cama. Le seguí yo.

Pero en vez de meterme a la cama con él, me detuve a su lado para mirarlo fijamente.

Era hermoso.

No solo físicamente. También era hermoso internamente. Es de esas personas que son diamantes en bruto. Pueden lucir simples y a veces, hasta feos pero si le quitas el polvo, decubres su belleza.

No sé como él llegó a mi vida.... Bueno si lo se, llegó en un camaro. Pero podría haberme dicho no y alejarse de mí.

No sucedió y tengo la oportunidad de admirarlo.

Me hacer que a él un poco más.

Me sentí desnudo, a pesar de tener puesta una pijama de satén. Me cubría todo y era fresca, hecha para pasar el verano y soportar el calor sin la necesidad de estar desnudo.

Y en tan solo un suspiro, estaba justo enfrente de su rostro. Su rostro que ya no vería jamás.

Y en contra de todo lo que me habían enseñando mis amigos. Hice lo innombrable.

Lo besé.

Sus labios eran gruesos pero cincelados. Grandes pero encajaban con los míos que eran pequeños. Rígidos por la linea en la que estaban. Flexibles cuando los presione con los míos. Secos por la leve deshidratación. Jugosos cuando les di un leve mordisco. Fríos por el aire que les daba en el cuarto. Cálidos cuando respondieron el beso.

Derek despertó con mi beso. Ese beso que robaba de sus labios. Por el cuál no cobraba. Que era desinteresado. Un simple beso robado.

Guíe mis manos a su cuello y el me atrajo a su cuerpo.

Estábamos sentados en la cama. Él recargado en la cabecera y yo en su pecho y regazo.

Nuestros labios no se separaban y no quería que lo hicieran. Pero eso no duraría.

Nos separamos y nos vimos fijamente a los ojos.

Podía ver mis ojos color Bourbon con puntos dorados en sus ojos de miles de tonalidades.

Lograba ver el verde aqua, verde bosque, verde, gris, azul celeste, azul, dorado y café. Todos tan claros que se confundían. Te hipnotizaban.

Por primera vez sentí esas coquillas en el vientre y un escalofrío en la espalda. Y con eso reaccione. Pero no para bien... Eso creó.

Me senté a horcajadas en su regazo y con mis manos recorrí su pecho. Seguía las lineas de sus músculos. Pegué mis labios a ellos y Derek me detuvo en su cuello.

Tomandome de los abrazos y acercándome de nueva cuenta a él pero esta vez sus labios fueron por los míos.

Mientras me besaba, él me quitaba mi pijama y una vez desnudo me coloco sobre la cama.

Alejamos las cobijas y sabanas, no quería. No queríamos barreras se ningún tipo. Y nos seguíamos besando. Eramos un solo cuerpo. Que habían divido en dos personas.