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Todo esto es una mierda.

UNA MIERDA

Me encerré en el baño del colegio y mordí mis labios.
Hacía mucha calor y el dolor en ese lugar no ayudaba.

"Deje los inhibidores en la mochila... por más que me lo advirtieron me tuvo que llegar el celo en pleno pasillo...!"

- ¡Rin! -escuche una voz conocida ingresando al baño- traje inhibidores

Abrí mucho los ojos y vi un paquete de pastillas por encima de la puerta del baño junto a una botella de agua.

No demore y rápidamente lo agarre y tome las pastillas.
Me quedé sentado un rato y cuando ya logre bajar el calor, abrí la puerta.

- Gracias, Ayano -dije entregando las cosas a mi mejor amigo, es omega también-

- De verdad que tu olor llegó al pasillo, Rin -dijo preocupado- si no hubiera estado por ahí no quiero imaginar lo que hubiera pasado si llegaba a los salones.

Abrí la pluma del lavado y lave mis manos para luego lavar mi rostro.

- No pensé que me llegaría el celo en un lugar así... 

- Nadie sabe cuando vendrá ni donde por eso las advertencias, idiota -golpeó levemente mi nuca y lo miré de reojo fulminante-

Bufe y se escucho el timbre de cambio de hora.

- Bueno lo bueno de esto, es que nos saltamos física -dijo divertido y reí.

Salimos del baño y nos dirigimos al salón, pero claro antes nos encontramos con el profesor y tuve que explicar todo para que la escuela estuviera anuente de mi celo.

Regresamos al salón y todos estaban reunidos en sus grupos hablando o simplemente comiendo...

El día pasó muy rápido y cuando vi la hora, ya era salida.
Recogí mis cosas y salí del salón con Ayano.

- Oye que tal si vamos a comer algo? Es viernes y no quiero llegar a casa tan temprano -dijo mientras sacaba sus zapatos del casillero.

- No lo sé, debo ir a pagar unas cosas del departamento -dije poniendo las uwabaki* de vuelta en el casillero y lo cerré-

- Buh~ -hizo un puchero y suspiró- enserio me sorprende que vivas solo, Rin, yo no podría soy un crío -sacó la lengua divertido y reí levemente para bajar la mirada-

- Créeme, es mejor estar con tu familia -suspire y mire la hora- Oh, debo apresurarme a pagar las cosas ya es tarde

Avance a la salida y mire de reojo a Ayano como me miraba decaído desde su casillero.

- Lamento el comentario innecesario -dijo rascando su nuca y me sorprendí.

Es cierto, Ayano conoce mi situación.

- No te preocupes, no lo hacías con mala intención, además yo me sorprendo también como vivo solo... milagro y no he quemado la casa -reí y Ayano sonrió-

- De verdad que es un milagro, idiota -golpeó mi nuca y lo miré fulminante-

- ¡Callate, cabeza hueca!

- ¿Cómo me llamaste?

- Cabeza hueca, ¿problema?

- Repitelo si tienes huevos.

- Cabeza hueca.

Frunció mucho el ceño y reí.

- ¡Te voy a destrozar! -grito en pose de pelea y suspire-

Déjame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora