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Ya habíamos regresado del viaje y estaba algo cansado, pero mi corazón no ha dejado de latir fuerte desde ayer en el noche.

Cuando me confesé a Renji este me abrazo de una manera muy especial, aún recuerdo el sonido de sus latidos rápidos y emocionados.

Aunque a pesar de haberlo pasado muy bien ahora regreso a la vida cotidiana y debo lavar y limpiar el departamento.

Rápidamente saque la ropa sucia y puse la lavadora a andar y encendí la aspiradora para empezar a limpiar el departamento mientras la lavadora iniciaba su ciclo...

Me senté en el sofá agotado, pero con la felicidad de ver mi ropa secándose y mi departamento limpio.

Observe el calendario y en dos semanas que regresamos de vacaciones me graduare, debo ir ingresando a la página de la Universidad para aplicar para el examen de ingreso de abril.

Me recoste en el sofá y sin darme cuenta me quedé dormido.

..

Abrí los ojos sobresaltado y mire alrededor todo oscuro, mire la hora y ya era madrugada.

Dormí toda la noche en el sofá.

Me levanté y camine hasta la lavandería y toque la ropa seca, apague el secado de la habitación y recogí toda la ropa para doblarla y guardarla ya poco a poco se fue iluminando el departamento.

Me preparé un desayuno sencillo ya que no sentía ganas de comer... desde que amanecí me he sentido extraño.

Agarre mi celular y revise el calendario nuevamente y abrí muchos los ojos.

Estoy en semana de celo.

¿Yo... compre los inhibidores?
Corrí al baño y busque en todos lados, regrese al cuarto y busque en mi mochila y nada. La semana de celo pasada consumi muchos inhibidores debido a Renji.

Debo salir a comprar antes de que sea más ta-

Me detuve de golpe antes de salir del departamento y sentí un dolor creciendo en esa parte, seguido de un calor sofocante... Oh no.

Apreté los labios y me sostuve de la pared.

Debo llamar a Ayano.

Camine casi arrastrando mi cuerpo contra la pared y agarre el celular. Rápidamente marque a Ayano, no contestaba.

- No... No...

Marque una, dos, tres veces y no contestaba.
La imagen de Renji llegó a mi cabeza y el dolor aumentó al punto que no pude retener las lágrimas.

Lo necesito.

De verdad lo necesito.

Marque su número y en menos de dos segundos contesto.

- Renji...

- ¿Rin, que ocurre? -preguntó preocupado-

- Te... necesito -dije y solté un sollozo, haciendo morder mi labio para no soltar algún otro.

- Voy en camino.

Cerró la llamada y lentamente me deje caer al lado de la mesa.

Todas las imágenes de Renji invadieron mi razonamiento y ya no podía pensar en otra cosa. Necesito que me toque, que me bese... que me marque.

Cada minuto que pasaba era un tortura, limpie el hilo de saliva que bajaba por mi labio y empecé a temblar levemente. Me levanté como pude y un aroma dulce y delicioso invadió mi mente, me está enloqueciendo.

Déjame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora