El frío era infernal en las calles de San Fransokyo, sin embargo una sensación de calidez pura inundaba los corazones de todos; o al menos los de la mayoría. Era 14 de febrero y el amor ciertamente se sentía en el aire.
Las parejas caminaba de las manos, habían arreglos florales, dulces y corazones por doquier, y esto ante los ojos de cierto mexicano no hacía más que estresarlo. No lo malinterpreten, el adoraba esa celebración pero dicha fecha cargaba consigo un secreto que lo envenenaba cada vez más.
- ¿Podrías quitar esa cara de trasero afligido? Andas haciendo fuera del bacín desde la mañana y ya me tienes hasta el queque con eso. -era la quinta vez en lo que iba del día que Marco le pedía a Miguel poner mejor cara.
- Eso intento, menso. No estan fácil como crees. -Miguel también estaba cansado. ¡Claro que quería poner mejor cara! Tenían una presentación ese día y no se podía dar el lujo de deprimirse.
Marco soltó un pesado suspiro y detuvo su auto a un lado de la calle. Miguel se sorprendió por esto y volteó a ver a su amigo que se mantenía en silencio con la vista al frente.
- ¿M-Marco...?
- Mira, sé que las cosas fueron duras y no ha pasado mucho tiempo pero... -hizo una pausa para tomar aire y pensar bien en sus siguientes palabras- Ya han pasado 3 años, debes superarlo de alguna manera y seguir con tu vida. Esto tiene que terminar.
Marco decía la verdad. Necesitaba olvidarlo y seguir adelante pero era más fácil decirlo que hacerlo. De pronto sintió la mano de su amigo en su hombro. Este lo miraba de manera comprensiva, como diciéndole que no estaba sólo. Que ya nunca más volvería a estarlo.
- Tienes razón, Marco. No puedo dejar que esto me siga afectando. -ante estas palabras, Marco se mostró ligeramente más relajado.- Debemos ir pronto al café o Ruby nos matará.
Con esto ambos comenzaron a reír, dejando atrás aquella atmósfera tan tensa y lúgubre.
Al llegar se dieron con la sorpresa de que había más personal del habitual. Las mesas estaban decoradas con elegantes manteles blancos, velas, hermosas rosas rojas y servilletas del mismo color dobladas en forma de flores.
Varias de las mesas ya estaban reservadas pero otras aún estaban libres. Sin más, buscaron a Ruby en su oficina para que esta les diera las indicaciones para presentarse.
- De acuerdo chicos, antes que nada deben saber que nosotros tenemos un intinerario para las presentaciones.
El aspecto de Ruby era diferente al usual pues vestía un hermoso vestido negro entallado con un elegante saco gris con detalle en negro. Su peinado consistía en un chongo alto que escondía sus mechones rojos y como remate unos hermosos pendientes de perlas.
- Primero se presentará una pequeña banda poco conocida para ir animando el ambiente. Luego se presentaran ustedes; unas cuantas canciones cada uno con intervalos entre cada canción donde esta banda actuará. Luego de ello vendrá el micrófono libre donde la gente podrá subir a cantar a dueto con alguno de ustedes. Y finalmente está el karaoke individual y/o en grupos.
- Vaya, algo me dice que será una noche movida. -el entuciasmo de Marco comenzaba a notarse pero para sorpresa de ambos, Miguel aún se veía algo ausente.
- ¿Pasa algo Miguel? -la voz de Ruby lo trajo de vuelto y al ver su mirada de preocupación, intentó dar pobres excusas.
- N-No, no pasa nada. Es sólo que estaba pensando. -su sonrisa era falsa, eso era claro para Ruby y Marco que tras compartir miradas preocupadas optaron por brindarle algo de apoyo al muchacho.
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¿Por qué no le dices? [Higuel]
FanfictionHan pasado 11 años y las cosas parecen haber quedado en el olvido, pero solo los involucrados saben que no es así. Aun existen peligros al asecho; un paso en falso y todo podría quedar reducido a cenizas. Pero es en medio de este caos que un par de...