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Logan llega a su trabajo como todas las mañanas, entra a la habitación de su paciente y se da cuenta de que Kendall le lee a su madre.

Mira enternecido la escena sonriendo.

-Y vivieron felices para siempre-termina el rubio cerrando el libro- ¡Ah! Logan, no me había dado cuenta de que habías llegado.

-Claro que lo hiciste, estabas espiando por la ventana y en cuando viste que se acercaba te sentaste y leíste la última frase del libro solo para quedar bien- acusa la señora entrecerrando los ojos.

-¡Mamá! Te pedí que me ayudaras- dijo frunciendo el ceño pero esa mueca desaparece al escuchar las carcajadas del enfermero.

-Eres muy tierno- halaga el pelinegro acercándose a la mujer dándole un beso en la frente- ¿Cómo amaneció señora Knight?

-Mal, estaba dormida y éste energúmeno vino a despertarme solo para quedar bien contigo, gracias por eso- acusa de nuevo mirando mal a Kendall- ¡Sí! ¡Te dije energúmeno!

Logan sigue riendo, la actitud de su paciente le encanta además de que los tratos que tiene Kendall con él lo conmueven.

-¡Todavía de que vengo a leerte!

-¡Ni siquiera lo hiciste! ¡Solo leíste el final!

-¡Pues es tu parte favorita!

-¡De que sirve sin la trama!

-Basta- pide el pelinegro sin parar de reír- Kendall, creo que lo mejor es dejar descansar a tu mamá, debe seguir cansada.

-Tienes razón- afirma el ojiverde calmándose- bien, vamos a la sala para dejarla dormir.

-De hecho yo me quedo, es mi trabajo-recuerda el enfermero sentándose en el sillón a lado de su paciente.

-Pero...

-¡Ah! ¡No! Ahora no solo me despiertas, sino que te quieres robar a mi enfermero- interrumpe la señora Knight a su hijo.

-¡Mamá!

-Kendall, nos vemos en un momento ¿Sí? De todos modos debo bajar para preparar el desayuno- pide amablemente el ojinegro sonriendo y el rubio asiente acercándose dándole un tierno beso en los labios.

-Bien, ahora podré esperar- dijo sonriendo y sale de la habitación.

Logan se queda rojo porque su jefe hizo eso frente a su paciente pero sus carcajadas lo hacen voltear.

-Deberías ver tu cara, pareces un tomatito- se burla la mujer sin parar de reír- está bien, lo voy a perdonar solo por eso.

-Puedo explicarlo...

-No deberías, no tienes una idea de cuánto esperaba ver a mi hijo feliz- confiesa- desde que llegaste supe que serías tú quien lo lograría, gracias.

-Le aseguro que quiero lo mejor para él.

-Lo sé.

Mientras ellos conversan, Kendall está en su oficina sin parar de sonreír, le parece una buena forma de iniciar la mañana.

El timbre de su teléfono lo sacó de sus pensamientos y lo contestó después del tercer sonido.

-Diga

-Hola Kendall-responde una voz femenina que el rubio logra reconocer.

-Hola, señora- saluda sin ser grosero pero no oculta su incomodidad.

-Es nuevo que me llames así.

-Tu pediste que no te vuelva a llamar mamá- explica tratando de sonar tranquilo.

-¿Qué harás en navidad?

-Una cena familiar.

-¿En serio? ¿Con Jennifer?

-Ella es mi mamá.

-Tu papá quiere que vengas a cenar- dice la mujer ya molesta- te esperamos.

-No deberían, no voy a ir.

-No quieras hacerme ver como la mala Kendall, fue tu decisión tener esas ideas absurdas y luego Jennifer te apoyó alentándote a seguir por esa vida, que inmoral es.

-Le pido que no le hable de ese modo a mi mamá ya que en ningún momento le he faltado al respeto, así que tomando en cuenta que no hay nada que discutir, creo que lo mejor es terminar la llamada, tenga un buen día- dice el rubio y cuelga la llamada.

No le gusta ser grosero pero no permitirá que nadie le hable así a la mujer que tanto cuidó de él, la única persona que le dio su apoyo y abrió las puertas de su casa.

Está molesto pero eso desaparece cuando escucha sonidos en la cocina y sabe que se trata de Logan.

Sale de su oficina y se dirige a la cocina, ve a Logan revolver un par de huevos en un tazón y le entusiasma la idea de que sea así siempre.

Tal vez algún día.

-¿Ya está dormida?-Pregunta el rubio entrando por completo abrazando a Logan de la cintura por la espalda.

-Sí, no tardó mucho, creo que estaba cansada- explica girando la cabeza recibiendo un beso del más alto- ¿Tienes pendientes?

-No, todo está bien- dice el más alto acariciando la cintura del enfermero.

-Despertaré a tu mamá en treinta minutos para el desayuno- jadea sintiendo sus dedos recorrer por debajo de su playera- necesita tener algo en el estómago para que pueda tomar sus pastillas.

-Lo dices como si estuviera haciendo algo para distraerte- susurra suavemente en su oído- ¿Te distraigo?

-Un poco- dice el ojinegro tratando de ser fuerte, pero las manos del rubio siguen acariciándolo.

-¿Sabes? Puedo entenderte, a veces igual me distraigo- dice girándolo, lo toma de la cintura y lo carga sentándolo en la mesa besándolo con fuerza.

-¿Por qué?- pregunta el pelinegro en un jadeo cuando se separan.

-Porque desde que el lindo enfermero vino a trabajar a mi casa, no puedo dejar de verlo ni de pensar en él- explica volviendo a unir sus labios con los de Logan y éste al parecer ya no puede detenerlo.

Ya ni siquiera lo intenta. 

Kogan: No soy homofóbica// TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora