9

292 24 12
                                    

La señora Mitchell pinta con calma mientras Jennifer está sentada en una silla de madera usando un vestido rojo, decidieron que sería mejor pintarla en su habitación ya que entra mucha luz natural por lo que los detalles podría hacerlos más exactos.

-Nunca me habían pintado, estoy emocionada- menciona la señora Jennifer intentando no moverse mucho.

-¿Sí?- pregunta emocionada- Bueno, pues me estoy esforzando, espero que le guste.

-Seguro que sí, Logan es muy dedicado en su trabajo, no me sorprendería que lo hubiera sacado de usted.

-¿Logan la ha tratado bien?

-De maravilla, es poco el tiempo el que ha estado aquí pero es prácticamente de la familia, siempre tan atento, ¿Sabe? Mi Kendall suele ser muy reservado, ya para que logre abrirse con alguien desconocido en tan corto tiempo, bueno, es porque esa persona debe valer la pena.

-Sí, así es mi hijo- asiente orgullosa- Se ve que tiene un buen jefe.

-Más le vale, yo necesito a alguien que me acompañe mientras mi hijo trabaja, sino fuera por Logan estaría hablando sola.

-Ya veo- observa feliz, pero aún hay algo que la preocupa, no quiere ser prejuiciosa, pero si Logan está en ese ambiente por mucho, piensa qué pueda volver a tener esas ideas.

Mientras tanto el ojiverde y el enfermero arreglan un par de papeles en la oficina del mayor, ya que eligieron lo que harían y no pueden entrar a la recamara de la señora Knight, Logan tiene algo de tiempo para ayudar al más alto.

-¿Seguro que están por aquí?- pregunta el pelinegro viendo una carpeta- ya revisé tres veces y no está.

-Pero ahí guarde ese documento... creo- avisó dudando un poco al final- no sé, tal vez Jo movió algunas cosas, espera un segundo deje mi teléfono en la cocina, no tardo.

Logan asintió mientras el más alto sale de la oficina, al alzar la vista se dio cuenta que hay un folder que sobre sale de la parte de arriba del librero así que se paró en puntitas para alcanzarlo creyendo que ahí podría estar el documento indicado.

Al jalarlo no calculó bien el peso por lo que el sobre cayó al suelo dejando muchos papeles fuera.

Se apresuró a levantarlos cuando vio una foto que le llamó la atención, es de un niño muy parecido a Kendall, incluso pensó que podría ser una vieja foto familiar pero descartó esa idea al ver que la mujer que lo carga en brazos no parece ser la señora Jennifer.

-Jo los tiene en su casa, ya no busques...- dice el rubio pero se interrumpe al ver la foto que el otro tiene en sus manos.

-Disculpa, es que pensé que podría estar ahí- avisa terminando de guardar los papeles en la carpeta- por cierto, este niño ¿Eres tú?- pregunta enseñando la foto.

-Sí- afirma seco.

-Te veías muy adorable- halaga viendo con detenimiento pero se sorprende cuando Kendall le arranca la foto de las manos- ¿Kendall?

-Lo siento, es solo, qué... Es complicado- dice y se va a sentar.

-¿Qué? No, no te disculpes, fue mi culpa por husmear- asegura acercándose a Kendall y le da un beso en la mejilla- iré a ver cómo está tu mamá.

-Espera- pide tomando la muñeca del contrario- sí te confesara algo muy extraño, no cambiaría nada entre nosotros ¿Cierto?

-Sabes que sí- responde muy seguro acercándose de nuevo y poniéndose de rodillas para estar a la altura del rostro de su novio- pero si no me quieres decir...

-Quiero hacerlo, tengo que hacerlo- accede mirándolo a los ojos- es, sobre mi madre, ella, es algo difícil.

-Debes estar bromeando, si es tan linda.

-Jennifer no es mi madre- le confiesa agachando la mirada- al menos, no biológica, mi madre es la mujer de la foto, pero no la he visto en más de siete años.

-¿Qué?- pregunta confundido- entonces, pero ¿Qué pasó?

-Pasó que soy gay, pero eso ya lo sabes, nunca creí que fuera un problema pero mi familia no pensó así, querían que me casara con una chica para guardar apariencias pero no acepté y me echaron de la casa, podía volver si me casaba pero no quería hacerlo- dice empezando a sentir las lágrimas formarse- Jennifer es amiga de mi mamá, o lo era hasta qué me dio asilo en su casa, me ayudó a terminar una carrera y al hacerlo nos mudamos aquí para estar lejos de mi familia, eso yo se lo pedí, mi mamá la molestaba.

-Kendall, yo...

-Espera- interrumpió con una sonrisa nostálgica- mi mamá, es Jennifer, no importa si nuestra sangre no es la misma y mi vida, eres tú- afirma tomando una mano de Logan llevándola a sus labios y dejando un tierno beso en sus nudillos- yo estoy bien, si ustedes están bien, en tan poco tiempo lograste descifrarme, solo me faltaba decirte esto y si te quedas conmigo o no, ya será tú elección.

-No sé qué clase de pregunta sea esa- dice Logan entrecerrando los ojos- me quedaré contigo, esto no cambia nada, y solo puedo lamentar que tus padres no supieran apreciar el gran ser humano que eres.

-Sabía que entenderías- comenta pasando su mano a la nuca del enfermero y lo acercó para darle un beso en los labios.

No había manera de demostrarle sus sentimientos con palabras por lo que optó por hacerlo con esa acción, dejando que sus labios encajen y sus lenguas jueguen entre sí reconociéndose al instante.

A diferencia de Logan, Kendall no estaba dispuesto a esconder quien es, ni siquiera por su madre, pero por su amado enfermero, guardaría las apariencias lo más que pudiera.

El besó fue tomando otro rumbo cuando la mano de Kendall empezaba a colarse debajo de la camisa del pelinegro quien por la impresión mordió de más el labio de su novio.

-¡Ouch!- se quejó el rubio riendo- salvaje.

-¡Perdón!- se disculpó sonrojado- es que, me tomaste por sorpresa.

-¿Crees que con una disculpa es suficiente?- preguntó curveando una esquina de sus labios haciendo una sonrisa engreída que Logan empezaba a amar.

-No, pero ya me dio miedo- dijo y corrió de la oficina del mayor saliendo rápidamente.

-¡Cobarde!- se quejó el otro entre risas siguiendo a su novio.

Logan no pensó bien las cosas y salió de la casa para evitar al más alto pero no contó con lo seguiría y se aventó al menor logrando tumbarlo quedando ambos en el suelo.

-¡Tú eres el salvaje!- se queja Logan riendo tanto que empezaba a dolerle el estómago.

-¡Tu empezaste!- se defiende encimándose en él y "peleando" en el césped.

Las risas se escuchaban hasta la habitación de la señora Knight que se asomó un poco por la ventana y empezó a reír enternecida.

-Hasta parecen novios- bromeo, pues sabía que era exactamente que lo son.

-¿Pero qué dice?- pregunta la señora Mitchell riendo nerviosa pues ya vio la escena.

-¿Qué? Serían muy linda pareja, al menos para mí que no soy homofóbica.

-¿Homofóbica?

-Sí, de esas personas que les tienen un odio irracional a los homosexuales- responde volviendo a su posición para terminar la pintura.

-C-claro- responde nerviosa "yo no soy homofóbica"- pensó frunciendo el ceño mientras terminaba los detalles. 

Kogan: No soy homofóbica// TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora