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La cena fue avanzando sin mayor inconveniente, los invitados parecían relajados sin rastro de incomodidad y es que no sabían lo que pasaba.

Pero Logan notó la seriedad de su padre, misma que no era normal en él.

Poco a poco la gente fue saliendo de la casa despidiéndose de los anfitriones y felicitándolos por la comida.

Mientras tanto la señora Jennifer se ofreció a lavar los platos, después de mucha insistencia logró que aceptaran su ayuda, pero solo ayudaría un poco, la señora Mitchell igual limpiaría la cocina y Kendall y Logan limpiaban la sala y el comedor.

El señor Mitchell también ayudaba en lo que podía, pero aún no había olvidado el anterior incidente, solo espera a que el rubio y su madre se vayan para hablar con Logan.

-¿sabe algo? Por más que intento no encuentro parecido entre usted y Kendall- dijo la señora Mitchell guardando unos trastos.

-Bueno no es de extrañar, Kendall no es mi hijo biológico.

-¿Disculpe?- preguntó la madre del enfermero incrédula.

-Así como lo escuchó, no soy la madre biológica de Kendall, pero es una larga historia que no me gusta contar.

La mujer asintió y siguió con lo suyo, ese dato no se lo esperaba.

-¿Sabe? Noté que le incomodó que le dijera que mi hijo es gay- soltó de repente la señora Jennifer- no fue mi intención, supuse que debería saberlo.

-Descuide, yo, no soy homofóbica como usted dijo- mencionó la madre del pelinegro nerviosa.

-¿No? Entonces no le importa que su hijo y el mío convivan ¿Cierto?

-No, para nada, al contrario- aseguró- mi hijo estaba teniendo el mismo problema que el suyo, pero ha acudido a algunos cursos que imparte la iglesia para ayudarlo en su situación.

-¿Situación?

-Sí, ya sabe, para curarse.

-Sí sabe que la homosexualidad no es una enfermedad ¿Cierto?- preguntó fastidiada.

-Señora Jennifer, con todo respeto no pienso igual, no odio a los homosexuales, al contrario, siento pena por ellos, después de todo tienen que pasar por muchas cosas para sobrevivir.

-Creo que no está entendiendo.

-No, claro que lo hago, usted dijo que los homofóbico odian a los homosexuales pero yo no podría odiar a mi propio hijo, simplemente no podría.

-Entonces, ¿Acepta que Logan es gay?

-No es lo que trataba de...

-Lo hizo- la interrumpió- sabe que Logan es gay.

-Pero también sé que puede mejorar, si se esfuerza puede ser normal.

-¿Segura que no odia a su hijo?- preguntó molesta- ¿Tiene idea de lo que dice? Le acaba de decir anormal a su hijo.

-Pero yo no quiero, no fue mi intención- contestó nerviosa a punto de soltar el llanto- yo, no lo odio, le juro que no- dijo está vez si soltando un par de lágrimas.

-Ya, no se mortifique- consoló la madre del rubio acercándose a la mujer y abrazándola- le creo.

-Es solo que no quiero que sufra- admite aun llorando- los maltratan, los humillan, los hacen sentir mal y no quiero que Logan pase por eso.

-¿Entonces es solo eso? ¿Usted no tiene nada en contra de los homosexuales?

-Claro que no.

-Entonces le doy la razón, es verdad todo lo que dijo- admitió- son tiempos distintos y ya es un poco más fácil, pero aún falta más, escuche, el mundo estará en contra de su hijo, no todos, pero si muchos y el necesitara a alguien de su lado, y quien mejor que su madre para eso.

La señora Knight escucha todo lo que la madre del rubio le dice, tal vez solo necesitaba decir lo que sentía para poder encontrar una solución.

-Ahora que lo ha aceptado, creo que puedo contarle mi historia...

Mientras tanto Kendall y Logan terminaron de ordenar y se disponen a sentar en el sillón a la atenta mirada del señor Mitchell, está bastante serio.

-Papá...

-No ahora, por favor- interrumpe a su hijo- espera y ya hablaremos.

Logan asiente y calla, pero una mano acariciando la suya lo hizo estremecerse. Kendall está con él, mostrándole su apoyo incondicional a pesar de todo.

Este gesto no fue ignorado por el padre que se levantó furioso de su asiento.

-¡Largo!- gritó molesto- sé a lo que viene esto, no puedo creerlo Logan.

-Papá...

-¡Nada de papá! Logan, esto, esto no puede ser, ese loco de hace rato ¿Era novio tuyo en verdad?

-Sí papá- acepta agachando la cabeza- lo siento, soy gay.

-No, no, tú no puedes Logan.

-¿Qué sucede?- preguntan las mujeres saliendo de la cocina.

-Logan es gay, ¿Entiendes? ¡Es gay!

-Pero es una gran persona- intercedió Kendall poniéndose de pie- usted mismo lo aceptó hace un rato, ¿Qué tiene de diferente ahora?

-Sal. De. Aquí. –Pidió de nuevo intentando calmarse- y tú, Logan será mejor que te vayas también, no quiero verte ahora.

-Papá, por favor...

-Vamos Logan, no es momento, espera a qué se tranquilice- le pidió el rubio- mamá.

-Claro, tengan buena noche- les deseo a ambos empezando a caminar hacia donde los chicos- y tenga en mente mi experiencia- le recordó en un susurro a la madre del enfermero.

Los jóvenes y la madre del rubio salieron del domicilio para ir a casa de más alto, por más ganas de aclarar las cosas que tuviera Logan no podía hacerlo ahora que su padre estaba tan enojado.

El viaje en auto fue muy silencioso, el ojinegro intentaba ser fuerte, sabía que esto tendría que pasar tarde o temprano pero no se imaginaba que fuera ahora.

Llegaron después de varios minutos más y entraron en el mismo silencio que hace un rato.

-Iré a cambiarme para dormir- avisó la mujer yendo a la planta alta- y Logan, no te presiones, ya verás que todo saldrá bien.

Logan asintió con una sonrisa sincera y su paciente lo tomó como una buena señal así que los dejó solos.

-No puedo creer que todo esto pasara ahora- menciona Logan sentándose en el sillón y sobando su cara frustrado- no sé cómo sentirme, porque, me sentía mal de mentirles así que es como si dejara de cargar algo muy pesado sobre mis hombros pero, no puedo evitar sentirme mal, no podría vivir con su rechazo.

-También creía eso, pero encontré en quien apoyarme, tu puedes hacer lo mismo en mí, Logan, estoy aquí para ti- consuela poniéndose de rodillas a la altura del pelinegro- te quiero, no te olvides de eso.

-Lo sé- aseguró y abrazó al más alto dejando escapar todo, por fin.

Su llanto fue doloroso y es que por más que quisiera ser fuerte no podía, sus padres son lo más importante que tiene y si bien ahora tiene el apoyo necesario para salir adelante, no es lo mismo.

Su lágrimas caen sin cesar mojando sus mejillas y parte de la camisa de Kendall, este ni se molesta en incomodarse, solo sostiene fuerte a su novio pues ahora lo necesita ahí, a lado suyo para sostenerlo, tanto metafóricamente como literalmente hablando.  

Kogan: No soy homofóbica// TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora