Princess Demon (*TAE Y TN*)

CAP 9

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Desde que tengo recuerdos he estado aquí, en las cuatro paredes de mi habitación.

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No he disfrutado mi adolescencia como otros, no soy como los demás, no tengo libertades como otros chicos.
Ha decir verdad, no sé qué se siente ir al cine con tus amigas, no sé qué se siente tener novio.
Ya no recuerdo a mis padres, en realidad nunca puedo recordarlos, lo único que soy capaz de recordar son borrones e imágenes borrosas de lo que creo que fueron o lo que mi mente quiere que sea. Si en realidad soy un demnio, qué hago encerrada, por qué creí una vida que no era y, quiénes son mis padres?

No quiero pasarme toda la vida encerrada, quiero encontrar a esa persona que sea capaz de sacarme de mi zona de confort, quiero que rompa mis expectativas y, me muestre lo que es vivir de verdad.
Después de todo, nada me importaría al encontrar a esa persona o talvez eso es lo que pensaba antes, qué me espera ahora con esta vida?.

-¡TN! -Habla mi abuela y me saca de mi ensimismamiento.

-Sii? -Respondo, no sé qué rayos quiere.

-Sabes las reglas, prohibido hablar con personas que no conoces -Repite por milésima vez.

-Abuela.... puedo preguntar algo? -Se que dirá que no quiere hablar. No sé por qué le sigo diciendo abuela, se supone que no es nada mío.

-Sii, pero rápido y entra a la escuela... -Dice.

-Por qué tengo sueños tan raros y... por qué todos son relacionados con las marcas de mi espalda... -Puedo ver como se tensa en su lugar, no dice nada, solo se aferra al volante del auto, quiero que tenga el valor de decírmelo ella.

-No lo sé, ya te dije que esas marcas son de nacimiento... -Siempre ha dicho eso, pero no me explica nada.

-Abuela, qué es lo que temes?, por qué no me dejas hacer lo que hacen los chicos de mi edad? -Digo un poco enojada, aunque todavía siento el peso de su energía negra sobre mí.

-Por que no eres como ellos, tú..... tú debes darte a respetar y ya sal de aquí,  ve a tus clases y no vuelvas a preguntar nada de éstas cosas, ya te lo he dicho -Advierte.

-No abuela, no me has dicho absolutamente nada, no sé cuál es el problema contigo, no quiero estar todo el maldito tiempo encerrada -Digo, ella me mira y podría jurar que hay miedo en sus ojos, como si yo fuera capaz de arrancarle la cabeza.

-No quiero que llames la atención, no quiero que te lastimen y no me hables así, ¡¡sal de aquí!!.

-Solo quiero ser como los demás y no tener que ser el bicho raro, entiendeme, estoy por cumplir 18 años y un día puedo irme.. -Digo. -Aunque sé que no soy normal, no lo seré -Estoy casi fuera del auto y sigo hablando, sin mirarla -Deverías decir de una vez qué me hiciste, deverías hablar, por que ya se que no soy tu nieta y que soy la hija de Lucifer, puedo despedazarte si quiero -Bajo del auto y doy un portazo, no medí mis palabras, pero ya no me importa.

Todo ese aprecio que sentía por ella se fue al caño, todo ese respeto se fue en tan solo unos días, no sé qué hago.

Es verdad, quiero ser normal al menos por un día, mi abuela o quiero decir, la bruja que me ha criado estos años; se ha esforzado demasiado para mantenerme aislada del mundo. Hace todo por mantenerme en las cuatro paredes de mi habitación, como si eso me inpidiera salir por la ventana, no lo he intentado, pero un día de estos, cuando ya este arta de tanto encierro soy capaz de salirme y no volver.

-Hola beba -Escuché una voz familiar, es Lety.

-Cuántas veces tengo que decirte que no me llames así -La regaño, pero sonrío, muy a mi pesar.

-Te pasa algo?, te noto rara.. -Observa, a ella no le puedo mentir.

-Lo de siempre.... "no puedes hablar con nadie, no llames la atención, no hables de las marcas en tu espalda, no cuentes tus pesadillas" -Repito lo que mi abuela siempre me advierte.

-Nada más le falta decirte que no respires -Dice Lety con aire sarcastico.

-No la entiendo, qué tiene de malo con salir, hablar con personas como yo, como tú. -Un suspiro cansado se me escapa.

-No es como si tu abuela fuera una santa, recuerdas los rumores de que es una bruja?  -Dice.

-Pero no tiene sentido, yo nunca la he visto hacer cosas raras como esas, además últimamente está muy nerviosa, creo incluso que me tiene miedo -Esbozo una pequeña sonrisa triste, no la he visto hacer cosas, pero puedo sentir la energía negra que emana de ella.

-Todos te tienen miedo, hasta yo, es que tienes algo que a pesar de tu apariencia linda, tienes cómo decirlo -Se queda pensando -Algo así como un tipo de energía aterradora, es... muy difícil de explicar, es como si de la nada emanas miedo hacia los demás.... he llegado a pensar que eres en el fondo la chica más mala que conozco, pero cuando lo pienso detenidamente eres como un lindo conejito lindo e indefenso.... casi un angelito.

-Sabes?, no se lo he dicho a nadie, pero cuando hablan de ángeles, siento que los aborrezco, he llegado a pensar que son los seres más horribles, me da asco pensar en ellos, creo que son como focos... -Cómo no pensar eso, si supuestamente soy un demonio.

-Encerio eres rara, pero qué rara?, estás loca, vamos a clases. -Nos movemos por entre los pasillos atestados de alumnos para llegar a nuestra aula.

No entiendo qué está mal conmigo, no está en mi naturaleza admirar a los ángeles, no me llaman la atención.
Los rumores de que mi abuela es una bruja, de hecho hasta la brujería me parece interesante, lo relacionado con la oscuridad, la magia negra.
No sé lo he dicho a nadie por que entonces pensarán que es verdad todo eso.

Ah mitad de la clase me sentí tan incómoda, de pronto lo que creo son las marcas de mi espalda empezaron a picar, a doler. Tuve que ir al baño, una vez dentro puse seguro al baño para que nadie entrara, la incomodidad es tanta que empecé a desprenderme de la ropa.

Me saqué el suéter, luego la blusa y, el sostén por que hasta tenerlo puesto me duele, me doy la vuelta para ver mi espalda en el gran espejo del baño, lo que veo me hace estremecer, un chillido que parece ser un grito se me escapa, no dejo de ver lo que hay, por dios esto es tan horrible, tan raro.
Esto tiene que ser un sueño, un sueño como los que tengo siempre, eso tiene que ser.
Pequeñas plumas como de ángel, pero negras, salen de las marcas de mi espalda, hay un poco de sangre bajando por mi espalda. Tae me dijo algo de alas, pero solo lo mencionó una vez y no creí nada de eso.

Mi imagen se desvanece, no veo nada en el espejo otra vez.

Entonces esto duele como en el jodido infierno, duele a morir, caigo de rodillas al suelo, mis manos se hacen puño y aprieto los dientes para no gritar. Dolor puro, dolor insoportable truena en mi espalda, caigo en el piso frío y húmedo. Bailo en el limbo de la semiinconsciencia, sé de antemano que me voy a desmayar.
Unas manos se aferran a mi cuerpo, me carga como puede, pero ya no puedo más y, entonces, me dejo ir por que ya no puedo, por que el dolor sigue ahí, sea quién sea que me esta llevando a no sé dónde y dependiente-mente de que no traigo ropa de la cintura para arriba no me importa y me desmayo.......

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