CAP 1

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Observo desde la ventana de mi habitación, mi abuela salió para entregar el dichoso pastel, un pastel que elaboramos juntas. Hacer actividades con ella es de las cosas que más disfruto. 

Salió una chica bastante bonita a recibir el pastel. La distancia no me dejaba verla con detalle, pero parecía buena persona. 

Sonrío al escuchar el ringtone tan tonto que Lety eligió para mis llamadas entrantes, la verdad es que nadie más que ella y mi abuela llaman a mi celular, menos cuando el celular que tengo es uno con botones desgastados. Bueno, no siempre se tienen cosas nuevas y actuales. Me lanzo a la cama con cuidado para tomar el pequeño aparato.

—Hola beba —su voz chillante se cuela por mis oídos.

—No me digas así 

Parecía que a mi amiga le encantaba molestar con apodos como ese, es divertido y me gusta a medias. 

—Perdón criatura, ¿Qué haces? 

—Nada, ya sabes. Sólo observar qué tan lejos se puede ver desde mi ventana.

Hacer cosas así era rutinario, casi siempre me encontraba sentada en el espacio de la ventana, o sentada en el escritorio estudiando, leyendo, o viendo películas. O recostada en la cama. O haciendo cualquier cosa por la casa. Las llamadas de Lety eran como leer una revista o un periódico, como mi informante personal de lo que sucedía en el exterior cuando era fin de semana.

—Qué horror, qué intensa es tu abue... —Dijo con cierto desagrado, pero tenía razón.

—Bueno ahora estarás más aburrida porque mi hermoso Kookie ya no estará.

Mi mejor amiga sabía que él me observaba desde la obscuridad de su habitación, como una bestia al acecho. Quizá en espera de algo o alguien.

—Es un acosador de lo peor...

Aun así a ella le gustaba, le encantaba.

—Pero es el acosador más sexi que he visto.

—Si te escuchara mi abue que dices eso, me cambiaría de escuela y no me dejaría verte jamás... 

Había exageración en mis palabras, pero ella siempre ha sido cautelosa con las personas que me rodean.

—Queeeeeeee dramática —se quejó.

—Bueno, quizá lo reconsideraría si le suplico.

—Yo quisiera que Jungkook viviera a por lo menos frente a mi casa y me viera, te juro que abusaría de él como en aquel Fanfic que me enviaste. Sería cuestión de cruzar esa calle y...

Reventé en risa, su humor tenía algo que me encantaba. El único gran detalle y problema era que ella es super tímida frente a él.

—Si, claro. Ni siquiera has tenido el valor de decirle un "Hola".

—Bueno es que no he tenido oportunidad.

Como si no la conociera, sin darse cuenta se le quedaba viendo como boba o le temblaban las manos, si no es que todo el cuerpo.

Me senté a los pies de la cama y no alcancé a decirle algo más a Lety. Quedé muda, tiesa, inmóvil. Estaba con el teléfono en el oído y con la boca abierta, con los ojos completamente abiertos de la impresión. La imagen que cruzaba por mi ventana era lo más hermoso que habían visto mis ojos.

—¡¡Sofi!! 

—Qué? 

Contesté, sin apartar la vista.

—¿Qué pasa?, ¿por qué no me contestas?

—Te cuento mañana, estoy ocupada 

Sin más le colgué, aún con la boca abierta por lo que veía.

Frente a mi ventana estaba un chico semi-desnudo, no tenía camisa y tampoco tenia intensión de buscar alguna. Ni siquiera se había percatado de mi existencia.

¡¡Oh por dios, voy a morir ahora!!, la sola imagen tan repentina me dejó observando cada centímetro de él a detalle, su torso que se notaba muy bien formado, luego la espalda ancha. 

Todo el momento parecía pasar en cámara lenta mientras se movía por la habitación hasta que me percate de la camisa blanca que se colocaba mientras se daba la vuelta y sentí ahogarme de pena. En el momento que volteó yo ni siquiera pude moverme, ningún musculo respondió a mi petición de agacharme o tirarme contra el piso, pero no parecía enojado, al contrario parecía calmado y extrañado, entonces me dedicó una sonrisa linda mientras se abotonaba la camisa, hasta ese momento mi cuerpo respondió tirándome contra el piso o quizá me he desmayado.

 Las mejillas me arden en vergüenza.

***

Pasé de ser acosada a ser la acosadora, así lo sentía.

Jungkook se paraba frente a su ventana mirándome fijamente a los ojos y desvistiendose a propósito, nada que ver con ese chico. 

Todo el momento de vergüenza se fue al caño cuando entró mi abuela sin tocar la puerta y me lancé a cerrar las cortinas, en el remoto caso que se diera cuenta de lo que estaba viendo hace unos instantes, haría que nos mudemos muy lejos, aunque fuera de eso no quiero que crea que su nieta es una depravada o algo por el estilo.

—¿Qué hacías?

Me observa con desconfianza, en este momento yo también desconfiaría.

—Nada, había mucha luz entrando por la ventana.

Empecé a tragar saliva, si no me creía estaría muerta de la pena con ella.

—¿Segura? 

No estaba creyéndome nada, su mirada estaba en busca de cualquier movimiento nervioso o fuera de lugar.

—Si, me... —Tartamudeé nerviosa —duele la cabeza.

—¿Por que tienes rojas las rodillas?

Ni siquiera me había dado cuenta que me ardían, los nervios de ser descubierta vilmente me impedían sentir el pequeño dolor, y cuando no pude responder fue directo a la ventana.

Al abrir la cortina la luz iluminó la habitación, no pude voltear, los pies se me anclaron al piso una vez más. A mi espalda sentí el peso de la mirada de mi abuela, el color volvió a tomar mis mejillas, solo pensar en la imagen que había al cruzar esa ventana, sentí morir por cuenta propia.

¡¡Mierda...!!

Princess Demon (*TAE Y TN*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora