CAP 18

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Quizá...

Sólo quizá TN esté dándome una lección por lo que le hice días pasados...
Tal vez herí demasiado su orgullo cuando la rechacé.

Y qué más preciado que principalmente el orgullo de una mujer, lo que es peor, el orgullo de la princesa del infierno.

En realidad es la idea a la que me aferro, quiero creer que me trata así para darme una lección, pero algo se siente extraño, por que su comportamiento está raro desde hace rato pero es algo, un poco inexplicable.

.

En uno de los cubículos encuentro al chico, Jungkook. En una posición descompuesta que me da pena ajena, al parecer no se lo comió, literal.
Parece que su sangre sigue completa y recorriendo sus venas normalmente. Hace días que ella no consume de mi sangre y me sorprende que no le haya hecho nada a este chico.

Presiono mi mano en su frente y borro todo recuerdo desde el momento en que entró al baño hasta el momento en el que perdió la conciencia de lo que pasaba, en sus recuerdos sólo puedo ver como se dejó seducir por el deseo, el chico resulta ser un poco enfermo y obsesionado con su antes vecina TN...

Para cuando despierte pensará que se quedó dormido.

...


Estoy harto de estar vigilandola, cada maldito paso que da, cada palabra que pronuncia, cada movimiento, sé que es mi misión y mi trabajo mantenerla en control pero ella está superando la face de control en sus poderes, antes se notaba a distancia cuán irresponsable y miedosa era para ver cambios en su cuerpo, ahora todo indica que está controlandolos más rápido de lo normal.

Esto es tan humillante que terminé acosandola desde la ventana de mi habitación hasta la gran ventana de su habitación, parecería un enfermo mental si alguien me viera observandola.

"¡¡Puedes dejar de verme? Pareces un depravado!!"

Su voz resuena en mi cabeza, tan melodiosa, no está enojada, si no que su voz parece sensual y provocativa..

"-Acaso estás tentandome, querida TN?"

"-Sólo creo que no es justo que te tortures así "

"-Me parece que estoy bien, después de todo es mi deber vigilarte"

"-Por qué no olvidas todo ese deber y vienes?"

"-Ahora eres buena conmigo?"

La veo parada frente a su ventana, con sonrisa tentadora, viste ropa corta, un short corto que deja ver sus piernas en todo su esplendor.

"Acaso me he portado mal contigo?" -Responde, escucho su voz dentro de mi mente, tan suave, esa tranquilidad y al mismo tiempo ese tono siniestro que tiene.

"- Por si gustas venir, estaré dándome una ducha" -Me muestra una sonrisa de lado mientras se da media vuelta, pero antes de perderse por otra puerta, voltea en mi dirección y puedo notar que me guiña un ojo.

Esa niña es tan caliente que levantaria muertos, me queda claro que tiene esa seducción para hacer caer a cualquiera, claro que contándome a mí.
Antes yo era quien se divertía jugando con su evidente inocencia de humana frágil, ahora el que parece un humano frágil soy yo, en qué momento esa chiquilla sin experiencia se convirtió en eso.
Parece una zorra con todo mundo.

Aunque pensara en hacerla mía en este instante, aunque mi instinto me insiste en ir en este momento y encontrarla desnuda en ese baño, incluso escucharla gemir mi nombre una y otra vez, suena tan tentador.
Mi deber es mantener el maldito control, el cual creo que me está abandonando.

.....

-Sólo eres un demonio, de esos de poco poder, a mi lado no eres ni una mosca, no entiendes que me estorbas? -Sus palabras, no pensé que al escucharlas decir en voz alta dolerian así, pero duele más saber que vienen de ella...

-Lo sé, también sé que no quieres ésta vida, me lo repetiste una y otra vez. -Respondo, en tono alto y demandante.

-Tú no sabes nada sobre mí, hace tiempo que cambié de opinión, era una idiota, pensaba en esa estupidez que llaman amor, tú ni siquiera eres demonio de nacimiento, eres una basura Tae-hyung.

-Que sabes tú de eso? -Trago duro, incluso podría sentir como el cuerpo se me enfría.

Ella sonríe, se está burlando de mí, en mi cara.

-Háblame con respeto, igualado... -Su sonrisa se esfuma, como si nunca hubiese estado ahí. -Cómo te atreves siquiera a mirarme a la cara, deberías estar de rodillas, mirando el suelo mientras me hablas.

Un dolor me recorre el cuerpo, el aliento me falta, el aire incluso me parece tan lejano que me doblo y en instantes caigo de rodillas al suelo.

Nadie me había hecho sentir así, de los 500 años como demonio, el único dolor que había sentido parecido a este fue cuando quise revelarme ante el rey del infierno, Lucifer.

Seguramente me veo como un pez cuando lo sacan del agua.
El sentimiento de dolor, ni había sentido dolor desde hace años, ella sin embargo parece que quiere matarme, sólo veo sus pies mientras siento como los pulmones se me hacen pequeños, la vista se me nubla y mis ojos empiezan a sentirse pesados.

De pronto ella suelta todo tipo de poder en mí, el aire entra en mis fosas nasales de lleno y mi respiración se normaliza, mientras sigo respirando como si hubiera corrido un maratón.

-Crees que soy una basura?, pues quizá lo soy, soy una maldita escoria en comparación contigo, mi princesa, TN. -Una tos sale de mi garganta.

-Claro que lo eres. -Su tono frío y siniestro.

-Tú tienes más poder que yo, eres un Ángel, un demonio, y yo soy un miserable sirviente...

-No soy un Ángel, para gobernar el inframundo tengo que ser un demonio, un verdadero demonio. -Levanta la voz.

-Aún si lo niegas, esa parte angelical que tu madre te dejó sigue en tí, no puedes sacarla, es parte de ti, de lo que eres.

-¡¡No... soy... un jodido Ángel!!! -Su voz vibra en mis oídos cuando termina de gritarme que no es un Ángel.

Antes quería saber a toda costa qué era, incluso pensaría que estaría emocionada de ser un Ángel, muy en el fondo tenía la esperanza de que renunciara a ser un demonio.

Ahora estoy más que seguro de que su padre mandó hacer algo con su parte angelical.

-Puedes matarme si quieres, puedes acabar conmigo, y ahora que sabes que no soy un demonio de nacimiento, también estás consciente de que estoy enamorado de ti, mi princesa.

Enamorado de la princesa del infierno...

Princess Demon (*TAE Y TN*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora