Llegamos juntos, y agradecí internamente de que los emperadores aún no llegaban.
Pero ahí estaba la chica del otro día, en un vestido rojo. Aunque por alguna razón no me agradara, tenía que admitir que lucía hermosa.Las personas se acercaban a saludarnos, y estuvimos platicando con todos los que se acercaban, hasta que anunciaron que los emperadores llegaron.
Drystan iba de blanco, y Elain… Ella también iba de rojo. Todos las miraban repetidas veces. Esa tal Eva dñebió haberle copiado, mi Elain jamás haría algo así.
Pero cuando realmente me sentí mal fue cuando Drystan dejo a Elain a mitad de las escaleras para ir con la otra chica, que estaba haciendo una rabieta, alegando que la emperatriz la había copiado. El emperador la tomó en sus brazos impidiendo que siguiera.
—Yo le pedí a la emperatriz que usara un vestido rojo, esto es solo un malentendido.
Así que eso era, Drystan había hecho a esa esclava su amante. No lograba comprenderlo, mi padre también había tomado concubinas, pero siempre le había dado a mi madre el lugar que se merecía, y sus concubinas conocían su lugar.
Le pedí a Edward que fuera en lugar del emperador y le ofreciera su brazo para bajar. Asintió y fue, afortunadamente no estábamos nada lejos de las escaleras. La música comenzó a sonar y Drystan comenzó a bailar con la otra chica, y en su rostro podía ver que estaba completamente enamorado.
Conocía el protocolo, la emperatriz podía bailar la primera pieza solo con el emperador, pero deseaba de todo corazón que alguien rompiera el protocolo.
Al parecer ahora Edward también leía mentes, porque vi cómo le pedía bailar con él. Aunque la emperatriz al principio se negó, después de insistir una vez más accedió.
Casi de inmediato se acercaron personas a invitarme a bailar, y accedí.
Un par de canciones más tarde Drystan se acercó para invitarme a bailar, y no podía negarme aunque quisiera.
—¿Te la estás pasando bien?
—Supongo que sí.
Ladeó un poco la cabeza, no esperaba esa respuesta, pero su sonrisa seguía intacta en su rostro.
—¿Supones? ¿Hay algo que no te agrade? Tal vez y pueda arreglarlo.
—No importa, sé que no debería meterme. —Miré a la chica, que estaba hablando con Edward. Supuse que estaba pidiendo que bailara con ella, pero él se negaba, debido a la expresión de su rostro — Si esa chica es tu concubina no me interesa. Pero alguien que si me interesa es Elain. Si ella o tú hacen algo para lastimarla, haré que desees no haberlo hecho. Por cierto, me gusta tu traje.
Terminé de hablar justo cuando la canción acabó. Le sonreí ligeramente e hice una ligera reverencia. Drystan me miraba desconcertado, y no lo culpo, no creo que lo amenacen seguido.
Me dirigía a una silla a descansar. Últimamente no formaba parte de mi rutina bailar mucho.
Mientras tanto, pensaba en Elain; en como debió sentirse cuando su esposo y amigo de toda su vida de pronto ama a otra mujer y se olvida completamente de ella. Pensé en Oliver, en sí me sentiría igual, no lo sabía. Él no había sido mi amigo, y se la pasaba de viaje, por lo que muy a penas y lo conocía.
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El Secuestro de La Princesa
Fiksi UmumElizabeth Lark, princesa del imperio de Gisli, y única hija legítima del emperador, hace todo lo que está en sus manos para suceder a su padre. Pero ¿todo saldrá como desea?